Editorial. La democracia electrónica para la Unión Europea

AutorGeorge A. Papandreou
CargoMinistro de Asuntos Exteriores

Es una gran satisfacción para mí actuar como co-editor de este número especial de The IPTS Report, una de las primeras revistas mensuales que se publicó en Internet. Este número especial sobre la democracia electrónica coincide con el final de la presidencia griega de la UE (enero-junio de 2003), durante la cual se ha puesto en marcha el voto electrónico (e-Vote), una audaz iniciativa para fortalecer y extender la democracia electrónica en la Unión Europea.

Basándose en su larga tradición democrática, Grecia está comprometida a apoyar y desarrollar las nuevas prácticas democráticas en nuestro mundo cada vez más interconectado. En los puntos de reunión de la antigua Atenas, como el Ágora o Pnyx, cualquiera podía manifestar sus preocupaciones ante sus líderes, simplemente subiéndose a una piedra. Siempre que gritara lo suficiente y que tuviese algo importante que decir, su voz sería escuchada.

Posibilidades radicalmente nuevas

Desde entonces, la democracia ha evolucionado y se ha extendido. La tecnología de las comunicaciones, desde las primeras imprentas a las emisoras de radio y televisión, ha aportado más información a más gente, y más deprisa que nunca. Más recientemente, Internet ha creado posibilidades radicalmente nuevas para revitalizar y enriquecer el diálogo democrático. Con las comunicaciones electrónicas interactivas, millones de personas de todos los rincones del planeta pueden participar, activa y simultáneamente, en el debate público y político.

Estos avances han tenido lugar al tiempo que la Unión Europea está sufriendo una transformación de largo alcance, aumentando el número de sus miembros desde 15 a 25. La ampliación es una empresa audaz, que exige una revisión igualmente radical de nuestros procesos democráticos, a fin de crear un nuevo marco de gobierno europeo, que se adapte a las necesidades de nuestros ciudadanos. La Unión comprende unos 450 millones de habitantes, y hemos de encontrar nuevas vías para garantizar que todos los ciudadanos del continente se sientan identificados y participen en la política europea. Se está preparando ya una Constitución Europea que remodelará nuestras instituciones y mecanismos democráticos para garantizar mayor participación, transparencia y responsabilidad de nuestro número cada vez mayor de ciudadanos.

La democracia electrónica supone participación

El proyecto e-Vote es la prueba del compromiso de la presidencia griega para asegurar que las instituciones de la UE respondan a las preocupaciones y a las necesidades reales de los europeos. Este proyecto innovador en línea utiliza la tecnología más moderna para ofrecer a los ciudadanos nuevas vías de participación en los debates y las decisiones en curso, sobre los problemas clave con los que se enfrenta la Unión, cuando se prepara a emprender la mayor ampliación de su historia.

En la página web: http://evote.eu2003.gr, cualquier ciudadano puede votar sobre temas importantes, compartir y comparar sus ideas y opiniones y formular sugerencias concretas sobre el presente y el futuro de la Unión. En el momento de redactar estas líneas, unas 146.000 personas de toda Europa (y de fuera de Europa) han participado ya en la votación en línea sobre temas tales como la ampliación, la inmigración, el medio ambiente y el papel de la UE en el mundo. Las papeletas de voto electrónico están disponibles en los once idiomas oficiales de la UE y en los idiomas de los diez miembros futuros. Los resultados se van ofreciendo en tiempo real en la página web de e-Vote.

Una característica importante de e-Vote es su capacidad para reaccionar frente a sucesos internacionales. La votación más popular hasta ahora, con unos 105.000 votantes, ha sido sobre la crisis de Iraq, tema sobre el que la opinión pública y los líderes políticos han estado profundamente divididos en muchos países europeos. Ello demuestra el valor del voto electrónico como instrumento flexible y actualizado para la democracia electrónica. Es posible añadir nuevos cuestionarios, y eliminar o archivar los antiguos, a medida que surjan nuevos temas.

Un ágora en línea para Europa

Lo más importante es que, por primera vez, las respuestas de los ciudadanos se incorporan directamente a las actividades diarias de la presidencia griega. Como presidente del Consejo durante la presidencia griega de la UE, he compartido regularmente los resultados de varias votaciones electrónicas con mis colegas del Consejo de Ministros, de la Comisión y del Parlamento Europeo. Los resultados de las votaciones electrónicas se incorporarán también al debate de los Jefes de Estado y de Gobierno, que tendrá lugar en el Consejo Europeo de Tesalónica, el 21-22 de junio de 2003.

Solicitando activamente la opinión del público, e-Vote es un paso importante para salvar la distancia entre los líderes europeos y sus electores, entre las instituciones europeas y los ciudadanos, pero también entre naciones y regiones. E-Vote es un experimento único, en el sentido de que no solamente se invita a los ciudadanos a responder a preguntas fijas, sino que también se les anima a presentar sugerencias sobre qué temas deben considerarse prioritarios y cómo se deben abordar. De este modo, e-Vote ha creado un nuevo foro europeo, un 'ágora' virtual, donde el ciudadano puede expresar su punto de vista sobre los problemas que afectan a su vida diaria y a su futuro colectivo. Es de esperar que ello favorezca un mayor sentido de la ciudadanía europea y, a su vez, garantice que todos los europeos se sientan mejor representados y más interrelacionados en las instituciones europeas.

Cómo superar la divisoria digital

Como en la democracia 'real', el éxito de la democracia electrónica depende de que la participación pública sea máxima. Desde luego, el voto electrónico no es un análisis científico de la opinión pública: no todo el mundo tiene acceso a un ordenador. Aunque el acceso a Internet en los actuales miembros de la UE es relativamente alto (según el último informe e-Europe 2002, más del 90 % de las escuelas y empresas está conectado; más del 50 % de los ciudadanos de la UE son usuarios habituales de Internet y el 43 % de los hogares de la UE dispone de conexión a Internet), el nivel de uso de Internet en los futuros estados miembros es considerablemente menor. Este tipo de iniciativa subraya la importancia de hacer frente a la divisoria digital, mediante directivas políticas de la UE actuales y reforzadas. La democracia electrónica funcionará adecuadamente sólo si el acceso a Internet es posible para todos. Si es necesario, se podrían disponer, en toda la UE, cabinas especiales de votación en línea para garantizar que quienes no tienen acceso a la tecnología puedan participar en proyectos futuros de esta naturaleza.

Teniendo en cuenta el desigual acceso a Internet en la UE, el alto índice de participación en las votaciones electrónicas y la amplia cobertura geográfica, en comparación con ejercicios similares en Europa y fuera de Europa, atestiguan la utilidad y la necesidad de este canal de comunicación. La fuerza de la democracia electrónica es su capacidad para aumentar la interacción entre el ciudadano normal y los organismos de toma de decisiones, y de asimilar los aspectos positivos de la globalización. Las nuevas tecnologías permiten que la gente se movilice en torno a causas comunes, y construya redes trans-nacionales, por encima de regiones, religiones y razas, fortaleciendo así la sociedad civil, lo que constituye un prerrequisito esencial para un gobierno democrático.

Lo que desea la población

La amplia respuesta que hemos recibido, tanto de los votantes electrónicos como de los medios, ha sido abrumadoramente positiva. Una de las principales razones del gran éxito de e-Vote ha sido el compromiso de la presidencia griega de compartir sus resultados con los altos cargos del Consejo, la Comisión y el Parlamento, asegurando así que se oiga la voz de los ciudadanos. Lejos de haber quedado 'perdidas en el ciberespacio', nos esforzamos en garantizar que las opiniones de los ciudadanos tengan un impacto real sobre la política de la UE. Además, la presidencia no se ha abstenido de preguntar cuestiones controvertidas e incluso políticamente delicadas, que generalmente no se manifiestan a través de los canales 'tradicionales' de comunicación con los gobiernos e instituciones oficiales.

Mediante el voto electrónico, esperamos desarrollar una nueva dimensión de la democracia electrónica, que tenga capacidad para movilizar a los ciudadanos a través de las fronteras en torno a problemas que nos preocupan y nos afectan a todos. El voto electrónico se ha de ver dentro del marco del objetivo más amplio de hacer democracia - la implicación activa de la gente en la configuración de sus vidas - el principio director de nuestra sociedad de la información.

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Sobre el autor

George A. Papandreou es el Ministro de Asuntos Exteriores de Grecia. Ha sido miembro del parlamento griego desde 1981 y ha desempeñado varios cargos en el gobierno, entre ellos el de Ministro de Educación. Miembro fundador de la Asamblea de los Ciudadanos de Helsinki y miembro del Consejo Asesor de la Fundación Cambridge para la Paz, ha recibido el Premio Hombre de Estado del Año, del East-West Institute, en el año 2000, conjuntamente con su colega turco Ismail Cem, por sus esfuerzos por mejorar las relaciones entre sus países. http://www.mfa.gr/english/the_ministry/ministers/

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