El discapacitado y el medio ambiente laboral
Autor | Oricel Masso Telémaco - Yindra Adams Colás |
Páginas | 415-426 |
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El hombre, como parte del medio ambiente, se ha insertado en un conjunto de relaciones, entre las que se encuentran las que mantiene con su entorno, formando el medio ambiente humano. Este medio es el más complejo de todos, ya que el hombre ha logrado vivir en varios escenarios: el natural, el artificial y el que crea combinando el natural con el artificial. Lo anterior se vincula con la dimensión laboral, y la agresividad de este medio nos obliga a estudiarlo y a buscar soluciones a los problemas que nos ocasiona.
Todo trabajador debe disfrutar de un ambiente laboral favorable, pero sin dudas el tema se hace más sensible cuando se trata de personas con discapacidad, que necesitan integrarse a la sociedad y cuya integración supone en primer lugar la eliminación de las barreras propias de la persona. Confrontando el dolor, los complejos, la dependencia de cuidados especiales, el minusválido debe liberar de obstáculos su propio espacio personal antes que ningún otro. Integrarse significa para él romper el estereotipo de persona enferma a cargo de la familia y de la sociedad, para reconocerse como un individuo íntegro.
Precisamente, este trabajo está dirigido a realizar un análisis de la protección del medio ambiente en el desarrollo de las actividades laborales en nuestro país. Es por ello que nos hemos trazado el objetivo de valorar
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las deficiencias que existen en torno al medio ambiente laboral de los discapacitados en Cuba. Daremos una síntesis de las políticas nacionales de empleo de los minusválidos, a partir de un punto de vista comparado, para terminar con una descripción de la situación laboral de las personas discapacitadas en nuestro país.
El Derecho ambiental es un derecho eminentemente protector de la vida de los seres agredidos en un entorno determinado; es por eso que la protección e higiene del trabajo está considerada como una relación en la que el beneficio actúa en un solo sentido, sin exigencias de responsabilidades a los que son protegidos, solo es responsable el que ejecuta la acción agresiva. Los discapacitados constituyen un grupo vulnerable dentro de la sociedad. Según el Diccionario de la Real Academia Española, una persona discapacitada: es aquélla que tiene impedida o entorpecida alguna de las actividades cotidianas consideradas normales, por alteración de sus funciones intelectuales o físicas.
La definición de discapacidad ofrecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido recogida por los Estados en sus políticas de integración. La OMS define la discapacidad y sus consecuencias a tres niveles: deficiencia, discapacidad y minusvalía:
- La deficiencia se refiere a las manifestaciones de una enfermedad -síntomas- en un órgano o en la función de un órgano, cualquiera que sea su causa. Así, la deficiencia se define como "toda pérdida o anomalía de un órgano o de la función propia a ese órgano".
- La discapacidad es la consecuencia o consecuencias que tiene la enfermedad para la persona. La incapacidad es "toda limitación que afecte de forma permanente a la actividad del que la padece y tenga su origen en una deficiencia".
- La minusvalía se refiere a las repercusiones sociales que tiene la enfermedad. "Si la incapacidad es la consecuencia de la enfermedad sobre la persona en cuanto ser privado, la minusvalía es la consecuencia de la enfermedad sobre la persona en cuanto ser social, es decir, las desventajas que le produce la enfermedad para relacionarse con su entorno, materializándose en la dificultad, en
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unos casos, y en la imposibilidad, en otros, de cumplir con las normas o costumbres que establece la sociedad".
Estas personas muchas veces tienen dificultad para ciertas actividades consideradas por otras personas como totalmente comunes, como viajar en transporte público, subir escaleras o incluso utilizar electrodomésticos. Sin embargo, el mayor reto para los discapacitados ha sido convencer a la sociedad de que no son una clase aparte. Hasta la segunda mitad del siglo XX, fue difícil que la sociedad reconociera que los discapacitados (aparte de su defecto específico) tenían las mismas capacidades, necesidades e intereses que el resto de la población; había empresarios que se resistían a dar trabajo o promocionar a discapacitados, propietarios que se negaban a alquilarles sus casas. En las últimas décadas, esta situación ha ido mejorando gracias a cambios en la legislación, a la actitud de la población y a la lucha de los discapacitados por sus derechos como ciudadanos e individuos productivos.
En el ejercicio de sus derechos, han luchado por establecer los siguientes principios: ser evaluados por sus méritos personales, no por ideas estereotipadas sobre discapacidades; conseguir que la sociedad realice cambios que les permitan participar con más facilidad en la vida empresarial y social.
Indudablemente, los discapacitados son una gran fuerza de trabajo, pero debemos preguntarnos si en cada puesto laboral donde hay un discapacitado están creadas las condiciones ambientales favorables para que desempeñe su trabajo. Una de las formas que tienen los discapacitados para insertarse en la sociedades es a través de la integración mediante el trabajo protegido.
El trabajo protegido se concibe como un medio fundamental de integración de los minusválidos que, a causa de su discapacidad, no pueden mantenerse en un puesto ordinario de trabajo, y que de otra forma no podrían incorporarse al mercado de trabajo. El trabajo protegido comporta un doble objetivo. Por un lado, permite a los minusválidos llevar a cabo actividades productivas; por otro, los prepara, en la medida de lo posible y según sus capacidades de trabajo, para la transición a un empleo
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ordinario, si bien en la práctica raramente tal transición se...
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