Derechos sin diferencia específica. Los derechos sociales según Gerardo Pisarello

AutorRicardo García Manrique
CargoUniversidad de Barcelona
Páginas491-497

    Comentario al libro de Gerardo Pisarello: Los derechos sociales y sus garantías. Elementos para una reconstrucción, Trotta, Madrid, 2007. 140 pp.

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  1. Si hoy en día hay una cuestión teórica relevante en materia de derechos fundamentales, esa es la de los derechos sociales, es decir, la cuestión de si los derechos sociales son derechos fundamentales o no lo son, o la de si, siendo derechos fundamentales, son tan fundamentales como los demás y de la misma manera. La cuestión es relevante por la siguiente razón: habiéndose constituido los derechos fundamentales en criterio máximo de legitimidad política, sorprende el grado de injusticia que presentan aquellas comunidades políticas en las que los derechos fundamentales han sido ya reconocidos y garantizados. Esta sorpresa sólo puede aplacarse de una de estas dos formas: o bien resulta que los derechos fundamentales no constituyen un criterio de legitimidad tan exigente, y por eso su reconocimiento y garantía es compatible con un grado alto de injusticia, o bien los derechos fundamentales no están plenamente reconocidos o garantizados, y por eso su reconocimiento y garantía, al ser sólo parcial, es compatible con ese alto grado de injusticia. Desde luego, también cabría cuestionar la premisa, es decir, negar que las comunidades políticas occidentales realmente presenten un grado de injusticia inaceptable, y entonces no habría de qué preocuparse; pero la premisa la daré por supuesta (así que los que no la admitan pueden ahorrarse la lectura de esta reseña). Pues bien: de lo que se trata aquí es, sobre todo, de los derechos sociales, pues son estos derechos los que están más débilmente reconocidos y garantizados en nuestras comunidades y los que, de estarlo adecua-Page 492damente, reducirían de forma significativa ese grado de injusticia. O, al menos, eso creen algunos, como el autor del libro que comentamos y el de esta reseña. De modo que la cuestión de si los derechos sociales son fundamentales o no lo son está asociada con la cuestión de si los derechos fundamentales son de verdad un criterio máximo de legitimidad política. Sólo lo serán si los derechos sociales se cuentan entre ellos (pero entonces habremos de admitir que los derechos fundamentales están reconocidos y garantizados de forma sesgada y muy deficiente); y no lo serán si los derechos sociales no se cuentan entre ellos (y entonces podemos admitir que los derechos fundamentales están aceptablemente reconocidos y garantizados, pero habrá que asumir que eso no dice mucho del nivel de legitimidad política de una comunidad, porque ese reconocimiento y garantía es compatible con injusticias de mucho calibre).

  2. En suma, de la respuesta que ofrezcamos a la cuestión de los derechos sociales depende que podamos mantener el prestigio de la idea misma de derechos fundamentales, un prestigio que, si dejamos fuera a los derechos sociales, parecería injustificado, y un prestigio que, en el caso contrario, se mantendría intacto, pero iría de la mano de un juicio muy negativo sobre la legitimidad de nuestras comunidades políticas. A resolver este dilema se aplica el libro de Gerardo Pisarello, profesor de derecho constitucional de la universidad de Barcelona, un libro que sintetiza, pero también prolonga, un ya significativo número de publicaciones del autor sobre la materia. Su tesis central es ésta: no hay razones para dejar fuera de los derechos fundamentales a los derechos sociales, ni siquiera las hay para, aun admitiéndolos en su seno, atribuirles un lugar secundario. En cambio, sí las hay para situarlos en el mismo plano que a los demás derechos fundamentales. Es decir, que Pisarello entiende que el prestigio del ideal de los derechos fundamentales sólo puede mantenerse si entre ellos se cuenta con los derechos sociales en pie de igualdad con los demás derechos.

  3. Con el fin de justificar su tesis, el autor identifica primero los argumentos en que se basa cualquiera de las dos tesis contrarias, esto es, la del lugar secundario de los derechos sociales o la del carácter no fundamental de los derechos sociales, dos tesis que no siempre pueden distinguirse entre sí con claridad; a continuación, dedica la mayor parte del libro a analizar esos argumentos, concluyendo que ninguno de ellos es válido; y el libro se completa con una propuesta de reconstrucción de las garantías de los derechos sociales calificada como...

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