Diagnóstico inicial y detección de necesidades
Autor | César San Juan Guillen/Laura Vozmediano Sanz |
Cargo del Autor | Doctor en Psicología/Doctora en Psicología |
Páginas | 63-80 |
CAPÍTULO 3
Diagnóstico inicial y
detección de necesidades
63
PARTE I URBANISMO INCLUSIVO PARA UNA CIUDAD SEGURA Y AMIGABLE
A la hora de implementar medidas de urbanismo inclusivo para la
mejora de la seguridad en los espacios públicos, podemos encontrar
básicamente dos tipos de escenarios. El primero, que se proyecte lle-
var a cabo alguna actuación de mejora o rehabilitación en una zona
ya construida, con sus edificaciones, espacios públicos, su uso único
o usos diversos, y una serie de dinámicas sociales ya establecidas y
consolidadas. El segundo tipo de escenario posible puede consistir en
un proyecto de urbanización de una nueva zona para la cual se van a
planificar nuevos usos, nuevas construcciones y se espera que se esta-
blezcan un cierto tipo de dinámicas sociales.
En ambos casos, la introducción de los enfoques CPTED o CP-
UDP, con una visión de urbanismo inclusivo, con atención a las nece-
sidades de todos los colectivos sociales y pensando en la reducción de
oportunidades delictivas, supone sin duda una opción más interesan-
te que la alternativa de considerar las calles simplemente como esos
espacios que quedan después de haber colocado los edificios previs-
tos, sin ningún otro tipo de reflexión. Dicho de forma más concisa,
ignorar los potenciales problemas de seguridad que puedan darse en
un espacio público dado no significa que no vayan a existir.
CÉSAR SAN JUAN GUILLEN | LAURA VOZMEDIANO SANZ
GUÍA DE PREVENCIÓN DEL DELITO
SEGURIDAD, DISEÑO URBANO, PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y ACCIÓN POLICIAL
25664
Desde este punto de vista, es esperable que la seguridad sea el
resultado de la promoción de espacios inclusivos, con usos mixtos,
presencia de personas en distintos horarios, sensibilidad a las nece-
sidades de diferentes colectivos (como los menores, las mujeres, los
mayores...), con valores compartidos y un sentimiento de comunidad
que contribuya a generar confianza. Todo ello en una ciudad sosteni-
ble desde una perspectiva social, económica y ambiental. Para alcan-
zar este objetivo, bien en una nueva zona a desarrollar, bien en barrios
o áreas ya existentes, necesitamos iniciar el proceso de trabajo con
un diagnóstico. Es fácil de entender que, si vamos a reformar nuestra
vivienda, el interiorista nos pregunte no únicamente si nos gusta más
el estilo colonial, minimalista o marinero, sino que también explore
nuestras necesidades, si tenemos hijos, si solemos recibir gente en
casa, o si trabajamos en ella, etc. Pues bien, de la misma forma sería
adecuado explorar las dinámicas sociales y usos previstos del espacio
público por sus actuales, o potenciales, usuarios.
Principales características de un diagnóstico
Se basa y refleja en la realidad del municipio.
Los datos proceden de fuentes diversas: policía, fiscalía, encues-
tas de victimización, etc.
Los datos se obtienen de diversas formas: estadísticas, cuestiona-
rios, grupos focales, entrevistas con actores claves, prensa, mar-
chas exploratorias, etc.
Permite registrar tendencias de la criminalidad.
Determina las características socio-urbanísticas de los barrios y
zonas donde se concentran la mayoría de los delitos.
Sirve para verificar el impacto de las acciones realizadas en áreas
específicas.
Refleja la opinión de diversos actores sociales e institucionales.
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