¿Y el día después?: la viabilidad económica a medio plazo de una renta básica

AutorXavier Fontcuberta Estrada
Cargo del AutorUniversité Catholique de Louvain
Páginas229-235

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1. Introducción

Desde hace ya bastante tiempo, disponemos de una buena cantidad de evidencias de que poner en marcha una renta básica (RB) se puede financiar con un cierto aumento de la presión fiscal, similar a la que encontramos, por ejemplo, en los países escandinavos, de manera que hacer frente a su coste inicial (o "de lanzamiento") parece una cuestión de voluntad política. Sin embargo, donde quedan multitud de sombras y temores es respecto a qué ocurriría el día después, una vez los agentes económicos reaccionaran ante el nuevo escenario y los engranajes del sistema económico empezaran a funcionar.

Aquí voy a presentar algunos de los pocos resultados que pueden extraerse de la investigación que se ha hecho en ese sentido. Para ello, me basaré en una síntesis de la bibliografía existente que mida, mediante modelos cuya naturaleza sea de equilibrio general, el posible impacto de una RB en los principales agregados macroeconómicos, tratando de sintetizar y agrupar aquellas conclusiones que sean más o menos parecidas en la mayoría de ellos, y no dependan excesivamente de las peculiaridades y características técnicas propias de cada modelo.

2. La evaluación macroeconómica de la renta básica

Hoy en día, casi todos tenemos claro que el sistema económico funciona como un conjunto bastante complejo de interrelaciones, de modo

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que si se introduce una reforma en un punto concreto, se causa un primer efecto (o impacto) en el comportamiento de las personas directamente afectadas y tal efecto se transmite luego al resto del sistema, de manera que el resultado final depende de la interacción entre los diversos agentes y mercados.

Nosotros, cuando pensamos en estas interacciones de que hablo, solemos hacerlo de forma lineal: ofrezco una RB generosa, los empleados del McDonalds exigen más salarios y mejores condiciones, el Sr. o Sra. McDonadls reacciona abriendo menos franquicias y despidiendo personal, la gente despedida se aprieta el cinturón, deja de ahorrar y gasta menos en la charcutería, la dueña de la charcutería decide echar a ese dependiente extra que había contratado porque el médico le dijo que sufría demasiado estrés... etc.

Pero, en realidad, todo esto ocurre de forma mucho más solapada, e incluso, en algunos casos, simultánea. Por ello, cuando los economistas intentan medir el impacto final o agregado de esta o aquella reforma, utilizan lo que llamamos modelos macroeconómicos de equilibrio general, que si bien no siempre explicitan todas y cada una de las partes de una economía (de hecho no lo hacen casi nunca), sí incorporan los elementos que se consideran claves para intentar capturar el efecto total que se produce en los principales agregados económicos que sean de interés.

Estos modelos son, sin duda, simplificaciones de la realidad, pero simplificaciones que casi siempre tienen una justificación y una lógica detrás. En el caso que nos ocupa, cuando interesa estudiar una RB, suele detallarse bastante a fondo la descripción del funcionamiento del mercado laboral, dejando el resto de aspectos del modelo mucho menos desarrollados.

Por otro lado, una vez están construidos, y con el objetivo de atenuar la pérdida de información derivada de la necesaria simplificación de la realidad que se ha hecho, estos modelos se estiman o se calibran median-te la evidencia estadística que se tiene sobre el funcionamiento de una economía en concreto (aunque casi siempre haya que importar algunos datos de los que no se dispone para ese caso). El resultado es, pues, algo que podríamos considerar una "copia" de la economía que queremos estudiar...

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