Desigualdades complejas y entrelazadas: una propuesta de tratamiento jurídico-político
Autor | Raúl Susín Betrán |
Cargo | Departamento de Derecho. Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Universidad de La Rioja |
Páginas | 41-79 |
Desigualdades complejas y entrelazadas ... 41
ISSN: 1133-0937 DERECHOS Y LIBERTADES
DOI: https://doi.org/10.20318/dyl.2021.5849 Número 44, Época II, enero 2021, pp. 41-79
DESIGUALDADES COMPLEJAS Y ENTRELAZADAS:
UNA PROPUESTA DE TRATAMIENTO JURÍDICO-POLÍTICO*
COMPLEX AND INTERTWINED INEQUALITIES:
A PROPOSAL FOR A LEGAL-POLITICAL TREATMENT
RAÚL SUSÍN BETRÁN
Universidad de La Rioja
Fecha de recepción: 14-12-19
Fecha de aceptación: 12-5-20
Resumen: Este trabajo defiende que la pluralidad y diversidad de nuestras sociedades hace
necesario pensar formas complejas de tratamiento jurídico-político de la des-
igualdad. En este sentido, a partir del comentario de una actuación normativa
vinculada con el velo islámico integral, que al no compartir lo anterior provoca
efectos negativos, este trabajo propone una concepción de la justicia que integre
redistribución y reconocimiento, al tiempo que se reivindica la importancia del
diálogo y la incorporación de nuevas perspectivas como la interseccionalidad.
Abstract: This paper argues that the plurality and diversity of our societies makes it
necessary to think about complex forms of legal-political treatment of inequality.
In this sense, based on the commentary of a normative action linked to the
full-face Islamic veil that, by not sharing the above, causes negative effects,
this work proposes a conception of justice that integrates redistribution and
recognition, while claiming the importance of dialogue and the incorporation of
new perspectives such as intersectionality.
Palabras clave: desigualdad, reconocimiento y redistribución, velo islámico
integral, diálogo, interseccionalidad
Key words: inequality, recognition and redistribution, full-face Islamic veil,
dialogue, intersectionality
* Este trabajo se ha realizado en el marco del proyecto DER2017-82173-R (“El impacto
de la globalización en las fuentes del derecho y su repercusión en los principios de seguridad
y legitimidad jurídica”).
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DERECHOS Y LIBERTADES ISSN: 1133-0937
Número 44, Época II, enero 2021, pp. 41-79 DOI: https://doi.org/10.20318/dyl.2021.5849
1. DESIGUALDADES COMPLEJAS Y ENTRELAZADAS
Diseñar una política y un tratamiento jurídico-político que tienda a la
igualdad exige pensar en la desigualdad, de la cual, para lo que ahora nos
interesa, conviene saber que está condicionada por el hecho de que nos en-
contramos en unas sociedades que hace ya unas décadas han dejado de ser
uniformes y homogéneas. De esta forma, el trabajo con la desigualdad en
sociedades plurales que se pretendan democráticas debe afrontarse con una
perspectiva compleja e interdependiente que puede tomar múltiples formas
con múltiples consecuencias 1.
Sin embargo, también conviene advertir que la pluralidad señalada no
puede hacernos olvidar la importancia de actuaciones políticas y desarrollos
normativos orientados a corregir las situaciones de desigualdad de recursos
y de desigualdad material. Esto es, no puede hacernos dejar de lado la im-
portancia de la igualdad de recursos para desenvolvernos; ni que la calidad
de las relaciones sociales se construye sobre cimientos materiales; ni tam-
poco que cuando las diferencias de renta son mayores las distancias socia-
les se agrandan y la estratificación social cobra una mayor importancia. En
relación con esto último –y aludiendo a la conocida imagen del “ascensor
social”–: cuando el ascensor social se para, ir por las escaleras tiene efectos
dañinos para la salud, las expectativas de vida y los valores básicos huma-
nos. Dicho de otra forma, las personas que no pueden controlar lo más bási-
co de su existencia por falta de recursos, tampoco pueden controlar la salud
de sus cuerpos, ni sus oportunidades como organismos en mundos hostiles,
ni pueden acceder a ser personas más felices o más sanas… Por eso, sería un
ejercicio de cinismo no reconocer la necesidad de políticas que corrijan esas
desigualdades materiales y de recursos como pilar ineludible para subsanar
asimetrías y mejorar las oportunidades y, con ellas, la calidad de vida de
cada uno de nosotros mismos y de nuestro entorno social, a la vez que para
avanzar hacia una sociedad más justa y democrática.
Con todo, si lo anterior es cierto y exige actuar en el plano de la redis-
tribución justa, también es cierto que hoy deberíamos tener en cuenta que
1 Para afrontar la perspectiva compleja e interdependiente que se propone, resulta de
interés la “inmersión rápida” en la igualdad, con referencias a la justicia como reconocimien-
to, redistribución y representación-inclusión, a la concepción de la igualdad como relación y,
entre otras, al debate sobre la igualdad, la identidad y la diferencia en las sociedades multi-
culturales, de O. PÉREZ DE LA FUENTE, Igualdad. Una inmersión rápida, Tibidabo ediciones,
Barcelona, 2017.
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ISSN: 1133-0937 DERECHOS Y LIBERTADES
DOI: https://doi.org/10.20318/dyl.2021.5849 Número 44, Época II, enero 2021, pp. 41-79
trabajar únicamente la desigualdad material y de recursos no va a ser sufi-
ciente y que se trata de pensar actuaciones jurídico-políticas que, en cierta
medida, vayan más allá de la igualdad 2, por lo menos de lo que hasta hace no
mucho entendíamos como una exigencia unidimensional de igualdad. Así,
resulta obligado ampliar el concepto de igualdad, tal y como distintos mo-
vimientos sociales y políticos (género, identidad, raza…) han ido poniendo
de manifiesto con sus denuncias en las últimas décadas del siglo pasado y en
lo que llevamos del XXI y, en este sentido, podemos servirnos del trabajo de
Goran Therborn, quien al inicio de La desigualdad mata dice: “La desigualdad
es una violación de la dignidad humana, una negación de la posibilidad de
desarrollo de las capacidades humanas”; y continúa: “Puede adoptar múlti-
ples formas y tiene múltiples consecuencias: muerte prematura, mala salud,
humillación, subyugación, discriminación, pobreza, impotencia, estrés, in-
seguridad, ansiedad, falta de confianza en uno mismo y de amor propio y
exclusión de oportunidades que ofrece la vida. La desigualdad, por tanto,
no se relaciona exclusivamente con el tamaño de la billetera. Es un orden so-
ciocultural que reduce nuestra capacidad para funcionar como seres huma-
nos, nuestra salud, la autoestima, nuestra percepción del propio yo, así como
nuestros recursos para actuar y participar en el mundo” 3.
Nos referimos, de este modo, a una desigualdad compleja que conforma
todo un “orden sociocultural” caracterizado por la ausencia de la igualdad
necesaria para existir; esto es, por la imposibilidad de “poder optar por una
vida de dignidad y bienestar” de acuerdo con lo que requieren las dimensio-
nes básicas de la vida humana en tanto que organismos, actores y personas.
De lo que, siguiendo a Therborn, se derivarían tres tipos de desigualdad:
vital (la vinculada con la salud y la esperanza de vida), de recursos (la que se
vincula con la desigualdad de recursos para desenvolverse, entre ellos como
básico el monetario) y existencial (la que se relaciona con “la desigualdad
personal de autonomía, dignidad, grados de libertad y de derecho al respeto
y al desarrollo personal”) 4.
2 Esta expresión, “la igualdad más allá de la igualdad”, es prácticamente un lu-
gar común, pero en este caso la recojo de un trabajo sobre el que luego volveremos: L.
VILLAVICENCIO MIRANDA, “Justicia social y el principio de igualdad”, Hybris. Revista de
Filosofía, vol. 9, núm. especial: Debates contemporáneos sobre Justicia Social, julio-2018, pp. 43-74.
3 G. THERBORN, La desigualdad mata, trad. F. Muñoz de Bustillo, Alianza editorial,
Madrid, 2015, p. 11.
4 Ibidem, pp. 57-58.
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