(Des)confianza en el Sector Público: ¿Síntomas de un bajo rendimiento de los gobiernos y las burocracias latinoamericanas?

AutorM.ª Cecilia Güemes
Páginas109-127
(DES)CONFIANZA EN EL SECTOR PÚBLICO:
¿SÍNTOMAS DE UN BAJO RENDIMIENTO
DE LOS GOBIERNOS Y LAS BUROCRACIAS
LATINOAMERICANAS?
M.ª Cecilia Güemes
INTRODUCCIÓN
Estudios de actitudes globales recientes como el del Pew Research Center
(2015) alertan sobre el profundo y generalizado descontento de los ciudadanos lati-
noamericanos con el funcionamiento del sistema (60% aproximadamente) 1. Estos
datos rubrican una preocupación de la academia occidental de las últimas décadas
sobre los niveles de confianza política y, más particularmente, por los efectos y con-
secuencias que la disminución de la confianza en el sector público podría tener en
el sistema democrático (Nye, 1997; Norris, 1999 y 2011; Pharr y Putnam, 2000).
A grandes rasgos, existen dos miradas enfrentadas sobre la bondad o maldad
de la desconfianza en los gobiernos. Los partidarios de la primera razonan que la
confianza es positiva y la desconfianza destructiva, mientras que los partidarios
de la segunda consideran racional la desconfianza e ingenuidad la confianza.
(Van de Walle y Six, 2013). Asimismo, los primeros sostienen que, en escenarios
donde domina la desconfianza, los actores sociales se resisten a pagar impuestos,
obedecer la ley y establecer relaciones con otros, priorizan beneficios inmediatos
y prefieren actitudes oportunistas y de aversión al riesgo; todo lo cual incrementa
la necesidad de monitorizar y reforzar los sistemas de cumplimiento de la ley
(Luhmann, 1996; Offe, 1999; Sztompka, 2000; Herreros, 2002; OCDE, 2013).
Los segundos, por su parte, interpretan las variaciones en los niveles de confianza
política como parte del juego democrático. Por razones epistemológicas, la con-
fianza en el gobierno no estaría justificada ni siquiera si el gobierno fuera bueno.
Los desconfiados serían ciudadanos críticos, insatisfechos con el funcionamiento
1 Spring 2014 Global Attitudes Survey Q90. Véase http://www.pewglobal.org/2015/02/12/
discontent-with-politics-common-in-many-emerging-and-developing-nations/#political-dissatisfaction.
DESAFECCION.indb 109 10/11/15 17:38
110 M.ª CECILIA GÜEMES
democrático que, por una saludable precaución, vigilan, se quejan y terminan im-
pulsando reformas institucionales que profundizan la democracia (Norris, 1999;
Lenard, 2008, Hardin, 2013) 2.
En este trabajo nos centraremos en el primer punto de vista, que cobra mayor
interés y relevancia en Europa y América Latina, donde el modelo de gestión po-
lítica de la sociedad que se promueve es el de la gobernanza. Dicha idea parte de
reconocer que en las sociedades actuales los recursos y las capacidades informati-
vas, cognoscitivas, económicas, tecnológicas, morales y políticas están repartidas
y dispersas en un entorno social, político y económico policéntrico. Tomando
esto en cuenta, la gobernanza se presenta como una oportunidad para encontrar
nuevas claves organizativas y directivas; frente a una racionalidad jerárquica y
sustantivista como la del Estado verticalista o una racionalidad anárquica y maxi-
mizadora como la del mercado, persigue una racionalidad heterárquica, pluralis-
ta y reflexiva. Buscando generar diálogo e intercambio de información se intenta
aprovechar las interdependencias y activos de cada uno de los actores y fomentar
la solidaridad entre partes. En suma, si la gobernanza se realiza a partir del co-
diseño, co-decisión, co-producción, co-implementación y co-evaluación, la coor-
dinación entre actores diferentes es su piedra de toque, y la confianza, un asunto
de gran relevancia (Jessop, 1996; Messner, 1999; Pettai y Illing, 2004; Kooiman,
2003; Aguilar Villanueva, 2006; Pollitt, Bouckaert y Löffler, 2006).
En términos generales, en contextos de incertidumbre la confianza sería ne-
cesaria en tanto que amplía los horizontes de acción y las probabilidades de
cooperación. La confianza en sistemas abstractos es un mecanismo de desanclaje
intrínsecamente ligado a la sociedad e instituciones modernas; la creencia en su
fiabilidad es una condición del distanciamiento espaciotemporal moderno y de
las enormes áreas de seguridad que las mismas instituciones producen en la vida
cotidiana. En otras palabras, la confianza en dichos sistemas se orienta a conse-
guir una minimización de la inseguridad y los riesgos psíquicos y sociales, mante-
niendo niveles razonables de orden y estabilidad en nuestras personalidades y en
la sociedad (Giddens, 1999: 97) 3.
En términos más concretos, el valor de la confianza en el sector público sub-
yace en su potencial para:
Alentar el cumplimiento voluntario de la ley, el pago de impuestos y el re-
forzamiento de la legitimidad y los valores del sistema (apoyo difuso en términos
de Easton, 1965).
— Robustecer la habilidad de los gobiernos para implementar de modo efecti-
vo la legislación y las políticas públicas (en la medida que facilita la transferencia de
información y conocimiento y aumenta las probabilidades de coordinar actividades
complejas, costosas o de largo plazo) (Evans, 1996, 2003; Levi y Stoker, 2000).
2 Claro que esto funciona solo bajo ciertas circunstancias: con ciudadanos bien educados, cuando
se confía en líderes de la oposición, cuando se está motivado a participar, cuando se experimentan con-
diciones adversas en carne propia, etc., doorensPLeeT (2012).
3 En sentido diferente kHodyakov (2007) y Hardin (2013: 34-36) sugieren que la confianza no
puede asentarse en un sistema abstracto de principios que no expresa emociones o sentimientos. Por
tanto, la confianza en el gobierno no podría ser otra cosa que confianza en los actores gubernamentales
y en su capacidad y honestidad, o un juicio sobre la competencia de sus actores.
DESAFECCION.indb 110 10/11/15 17:38

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR