Derechos humanos e inmigración. Repercusión del caso 'aquarius' en Youtube
| Autor | Marta Gil Ramírez - Ruth Gómez De Travesedo Rojas |
| Cargo del Autor | Universidad de Málaga - Universidad de Málaga |
| Páginas | 125-145 |
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DERECHOS HUMANOS E INMIGRACIÓN. REPERCUSIÓN
DEL CASO “AQUARIUS” EN YOUTUBE
Marta Gil Ramírez
Universidad de Málaga
Ruth Gómez de Travesedo Rojas
Universidad de Málaga
Introducción
En 2019 se celebra el vigésimo año desde el inicio de la construcción de una política
europea de inmigración y asilo (Pinyol-Jiménez, 2019). En estas dos décadas, la
globalización ha incrementado los flujos migratorios y con ellos, los retos de la movilidad
humana. Sin embargo, desde una perspectiva político-jurídica:
la gestión, por parte de la Unión Europea, del incremento de personas que demandan
protección en sus fronteras ha sido un fracaso […] a la hora de dotarse de unas herramientas
ágiles para dar una respuesta respetuosa con el marco internacional de los Derechos
Humanos. (Arce, 2018: 125)
El grave desajuste entre este aumento de las migraciones y los instrumentos que la Unión
articula para encauzarlo de forma legal, ordenada y segura, sumado a la creciente
conflictividad global, conlleva que gran parte de los flujos migratorios se vean obligados
a emplear vías irregulares en el intento de huir de situaciones de conflicto o, simplemente
de mejorar sus condiciones de vida.
El estudio de caso que propone la presente investigación se enmarca en este contexto
(en el que nos detendremos en el siguiente epígrafe), abordando la crisis humanitaria
generada en torno al rescate de 629 migrantes procedentes de Libia, en el mar
Mediterráneo, en junio de 2018.
Durante varios días, el buque Aquarius, operado por Médicos Sin Fronteras y SOS
Mediterranée, fue titular de la mayoría de los medios de comunicación, principalmente,
por las decisiones políticas adoptadas por los Estados miembros de la UE implicados en
esta crisis humanitaria.
El auxilio de migrantes en alta mar por parte de Organizaciones No Gubernamentales
es un hecho al que, lamentablemente, estamos acostumbrados, pero este caso en concreto,
el del Aquarius en junio de 2018, se convirtió en paradigmático por la amplia polémica
generada en el seno de la UE tras la negativa de Italia y Malta, a quienes a tenor de la
legalidad internacional vigente les correspondía, de disponer un puerto seguro para el
atraque del buque, una decisión hasta aquel momento sin precedentes. El por entonces
Marta Gil Ramírez y Ruth Gómez de Travesedo Rojas
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recién nombrado presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, aportó una solución a
la delicada situación política, al ofrecer el puerto de Valencia para el desembarco de los
629 migrantes del Aquarius.
Estos hechos removieron y avivaron el ya instaurado debate sobre la política
migratoria a nivel europeo.
Por otra parte, desde la dimensión humanitaria, el caso Aquarius, se convirtió en foco
de atención por el inusual y elevado número de migrantes rescatados: 450 hombres, 80
mujeres —al menos siete de ellas embarazadas—, 89 adolescentes y 11 niños menores de
13 años (El Confidencial, 2018), así como por las situaciones de vulneración de Derechos
Humanos que se derivaron de la indeterminación en la gestión jurídico-política por parte
de la Unión Europea.
El buque Aquarius tiene capacidad para 550 personas, por lo que el hacinamiento era
evidente. Muchos de los rescatados tuvieron que dormir en cubierta, a la intemperie; las
limitaciones de instalaciones para el aseo personal dificultaban mantener la higiene
adecuada; durante el día, el sol abrasaba provocando quemaduras a muchos de los
migrantes y, en general, el reducido espacio para transitar resultaba, cuanto menos,
agobiante. A esto se sumó la larga espera (aunque hablemos de días en tales circunstancias
la noción temporal se magnifica) con el barco varado por la falta de resolución política,
lo que hizo escasear el aprovisionamiento y minó las fuerzas y el ánimo de los migrantes.
Una vez que se confirmó Valencia como puerto de desembarco, el número de personas a
bordo del Aquarius volvió a ser un hándicap. Eran demasiados para la trayectoria de la
travesía hasta España. Se necesitaron dos embarcaciones más: el Datillo, barco de la
guardia costera italiana y el Orione, de la marina italiana; y por consiguiente se volvieron
a dilatar los plazos para el esperado desenlace. Las condiciones climatológicas adversas
fueron el último condicionante de esta crisis humanitaria en la que estaban en juego
cientos de vidas humanas. La meteorología obligó al convoy a desviarse en su viaje de
1.500 kilómetros a España.
Los 629 migrantes rescatados navegaban, antes de ser auxiliados, en dos pateras desde
Libia, procedentes de 26 países, principalmente de África, pero también de Afganistán,
Bangladesh y Pakistán (Europa Press, 2018).
Las condiciones que vivieron hasta recalar en el Aquarius son inciertas, aunque a nadie
se le escapa la plausible posibilidad de que muchos de ellos sufrieran abusos, trata y
extorsión por parte de las mafias que especulan con estos “viajes”. “Las vías de acceso a
Europa se han tornado inseguras y transformado en un negocio para las organizaciones
que se lucran con las migraciones irregulares” (Arce, 2018: 133).
El conjunto de circunstancias descritas hizo que el “caso Aquarius” disparara la
atención mediática. Tanto medios convencionales (prensa, radio y televisión), como
canales digitales y redes sociales informaron y debatieron sobre cada uno de los
polémicos acontecimientos que se fueron sucediendo.
Dada la dimensión que han adquirido estas últimas (las redes sociales), tanto por su
rol de mediación e influencia en la construcción social de la realidad (complementando,
si no superando, en este sentido a los medios tradicionales), como por la amplificación
(incluso globalización) que suponen respecto a las audiencias, parece necesario
profundizar en el análisis de qué y cómo transmiten estos nuevos canales digitales sobre
el hecho lacerante de la Inmigración.
Esta investigación propone abordar el fenómeno migratorio desde el área de la
comunicación, observando el papel que desempeña YouTube en la construcción del
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