Derecho privado ambiental a la luz del Código Civil y Comercial
| Autor | Néstor A. Cafferatta |
| Cargo | Subdirector de la Carrera de especialización de derecho Ambiental. Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Derecho de Buenos Aires |
| Páginas | 11-58 |
ACTUALIDAD JURÍDICA AMBIENTAL N. 102/2, JUNIO 2020
CONGRESO NACIONAL DE DERECHO AMBIENTAL | NÉSTOR A. CAFFERATTA
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I. Derecho privado ambiental a la luz del Código Civil y
Comercial
Néstor A. Cafferatta
Subdirector de la Carrera de especialización de derecho Ambiental
Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Derecho de Buenos Aires
RESUMEN:
El Código Civil y Comercial de la Argentina (CCYC), ley 26994, que entró en vigencia en
2015, es fruto del Derecho Privado Constitucional, introduciendo en ese contexto, normas
de enorme relevancia para la especialidad, en cuanto implica un contundente reconocimiento
del componente ambiente en el Estado de Derecho. El CCYC constituye un enorme aporte
del código unificado para la defensa del ambiente (art. 1, 2, 3, 9, 10, 14, 240, 241, 1708, 1710,
1711, 1712, 1713, 1094, 1757 y 1973).
Esta afirmación se basa en las siguientes razones: 1) Porque regula los derechos individuales
y los derechos de incidencia colectiva (intereses difusos), dentro de cuya familia se inscribe
con ropaje constitucional, el derecho ambiental; 2) porque la ley del caso se aplica “conforme
con la Constitución” y “las disposiciones de los tratados de humanos” (art. 1); 3) introduce
un método de interpretación de la ley, partiendo de la pluralidad de fuentes del derecho, por
las palabras, por las finalidades, las leyes analógicas, por las disposiciones de tratados de
derechos humanos, “principios y valores jurídicos”, de modo coherente con todo el
ordenamiento jurídico (art.2), lo que fortalece el derecho ambiental, por su especial
naturaleza principista; 4) porque esta hermenéutica, conduce necesariamente a modificar la
labor del juez, que en la elaboración de la decisión, deberá construir un “juicio de
ponderación” (art. 3), mediante un “diálogo de fuentes”, adecuado para los “casos difíciles”,
propios del derecho ambiental; 5) porque la “columna vertebral” del derecho ambiental en
el Código unificado (art. 240), regula la relación del “hombre con la naturaleza”, con una
visión eco-céntrica, establece una limitación al ejercicio de los derechos individuales, que
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deberá ser compatible con el ejercicio de los derechos de incidencia colectiva, conforme con
el derecho administrativo dictadas en interés público, y no afectar “la sustentabilidad ni el
funcionamiento de los ecosistemas”, flora, fauna, agua, biodiversidad, y paisaje.
Asimismo, 6) porque reconoce las normas de presupuestos mínimos de protección ambiental
o normas base que se aplican de manera uniforme y común (artículo 241); 7) porque siendo
el derecho ambiental, un derecho de incidencia colectiva, referido al bien colectivo, ambiente,
incluye expresamente los “bienes colectivos” o “bienes comunes” (de pertenencia subjetiva
supraindividual, referidos a bienes indivisibles); 8) porque declara como principio general del
derecho privado, “la buena fe” (artículo 9), principio básico de la especialidad (principio 27
Declaración de Río); 9) porque amplía los supuestos de “abuso del derecho”, consagrando
la novedosa figura del “abuso del derecho contra el ambiente” (eco-abuso), en el artículo 14;
10) porque reconoce la “función preventiva de la responsabilidad” (artículos 1708, 1710-
1713), toda vez que la prevención es la “regla de oro” del derecho ambiental; 11) porque
amplia el supuesto de la responsabilidad por riesgo, comprensivo de las actividades riesgosas
o peligrosas (art. 1757), muchas de las cuales, son productoras de daño ambiental colectivo;
12) porque introduce el concepto de consumo sustentable (art. 1094); 13) porque perfecciona
el viejo régimen de responsabilidad civil por inmisiones inmateriales (molestias entre vecinos,
por excesos en el límite de la normal tolerancia), dándole mayores poderes- deberes al juez,
ampliando los estándares que deberá ponderar el tribunal, en su decisión judicial. En
conclusión, este Código Civil y Comercial, internaliza el derecho ambiental, con normas de
regulación del ejercicio de los derechos subjetivos, individuales, en defensa del bien colectivo
ambiente.
ABSTRACT:
The Civil and Commercial Code of Argentina (CCYC), Law 26994, which came into force
in 2015, is the result of Constitutional Private Law, introducing in this context, norms of
enormous relevance to the specialty, insofar as it implies a forceful recognition of the
component environment in the rule of law. The CCYC constitutes an enormous contribution
to the unified code for the defense of the environment (art. 1, 2, 3, 9, 10, 14, 240, 241, 1708,
1710, 1711, 1712, 1713, 1094, 1757 and 1973).
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This affirmation is based on the following reasons: 1) Because it regulates the individual
rights and the rights of collective incidence (diffuse interests), within whose family the
constitutional garment is registered, the environmental law; 2) because the law of the case is
applied “in accordance with the Constitution” and “the provisions of human treaties” (art.
1); 3) introduces a method of interpreting the law, starting from the plurality of sources of
the law, by the words, by the purposes, the analogical laws, by the provisions of human rights
treaties, "legal principles and values", so consistent with the entire legal system (art.2), which
strengthens environmental law, due to its special principled nature; 4) because this
hermeneutic necessarily leads to modify the work of the judge, who in the elaboration of the
decision, must build a "judgment of weight" (art. 3), through a "dialogue of sources", suitable
for "cases difficult ”, typical of environmental law; 5) because the “backbone” of
environmental law in the Unified Code (art. 240), regulates the relationship of “man with
nature”, with an eco-centric vision, establishes a limitation to the exercise of individual rights,
which It must be compatible with the exercise of collective incidence rights, in accordance
with the administrative law dictated in the public interest, and not affect "the sustainability
or functioning of ecosystems", flora, fauna, water, biodiversity, and landscape.
Likewise, 6) because it recognizes the minimum environmental protection budget norms or
basic norms that are applied in a uniform and common way (article 241); 7) because being
the environmental right, a right of collective incidence, referred to the collective good,
environment, expressly includes the “collective goods” or “common goods” (of supra-
individual subjective property, referred to indivisible goods); 8) because it declares as a
general principle of private law, “good faith” (article 9), basic principle of the specialty
(principle 27 Rio Declaration); 9) because it expands the assumptions of "abuse of law",
enshrining the novel figure of "abuse of law against the environment" (eco-abuse), in article
14; 10) because it recognizes the “preventive function of responsibility” (articles 1708, 1710-
1713), since prevention is the “golden rule” of environmental law; 11) because it broadens
the assumption of liability for risk, including risky or dangerous activities (art. 1757), many
of which are producers of collective environmental damage; 12) because it introduces the
concept of sustainable consumption (art. 1094); 13) because it perfects the old civil liability
regime for immaterial immissions (annoyances between neighbors, for excesses in the limit
of normal tolerance), giving greater powers-duties to the judge, expanding the standards that
the court must weigh in its judicial decision . In conclusion, this Civil and Commercial Code
internalizes environmental law, with regulations for the exercise of subjective, individual
rights, in defense of the collective environmental good.
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