La demanda y su contestación

AutorAlejandro Alberto Fiorenza
Páginas253-286
253EN TORNO AL PROCESO
SUMARIO 1. INTRODU CCIÓN. 2. LA DEMA NDA. 2.1. NOCI ÓN. 2.2. ACTO INAUGURAL DEL PRO -
CESO. 2.3. HERRAMIENTA EPISTÉMICA. 2.4. DERIVACIÓN DEL CONFLICTO AL ÓRGANO JUDI-
CIAL. 2 .5. FORMALIDADES. 2.6. L A DEMANDA EN SENTIDO AMPLIO. 3. LA CONT ESTACIÓN
DE DEMANDA. 3.1. INTRODUCCIÓN. 3.2. EL DERECH O DE CONTRADICCIÓN . 3.3. LAS POSIBI-
LIDADES DEL DEMANDADO. 3.3.1 . LA OPOSICIÓN. 3.3.2. L A RESISTENCIA. 3.3.3. EL ATAQUE.
1. INTRODUCCIÓN
En el trabajo anterior dejamos en claro cuál es la diferencia entre
la acción y la pretensión; también adelantamos cuál es la conexión que
ellas tienen con la demanda. En otro de los ensayos que forman parte de
este libro, a su vez, nos ocupamos de los actos procesales y pusimos de
manifiesto cómo es que ellos pueden conformar la estructura estable del
proceso, al tiempo que le imprimen una cierta dinámica.
Ahora es momento de enfocar nuestra atención en la demanda.
Esta resulta importante no solo porque se trata del primero de los actos
procesales en el orden temporal, atento a que es el que da inicio a esa
serie de actuaciones que componen el proceso. También lo es porque se
relaciona estrechamente con aquellos dos institutos a los que hiciéramos
referencia en el párrafo precedente, esto es, la pretensión procesal y la
acción judicial.
CAPÍTULO 8
La demanda y su contestación
CAPÍTULO 8
254 ALEJANDRO ALBERTO FIORENZA
Lo cierto es que la mayoría de los operadores jurídicos ya tiene
una cierta idea de lo que vendría a ser la demanda, a diferencia de otros
conceptos que a primera vista podrían parecer más abstractos, como su-
cede con aquellos que hemos tratado anteriormente. Se trata, en efecto,
de un vocablo que con solo pronunciarse adquiere significado y cuyo
contenido parece no necesitar aclaración, porque se presupone y puede
darse por sabido1.
Sin embargo, debe tenerse presente que el gran interés que des-
pierta un tema jurídico como el que aquí ocupa nuestra atención no es
un síntoma seguro de que su problemática se encuentre pacíficamente
resuelta2. Es lo que ocurre precisamente con la demanda, porque si bien
se trata de un concepto abierto, de cierta abstracción y generalidad que
ha proyectado determinados mensajes implícitos que aún hoy perduran
y que se han consolidado sin discusión en el campo tanto doctrinal
como jurisprudencial, creemos nosotros que algunas conclusiones a las
que se ha llegado a su respecto no serían del todo correctas.
No importa, entonces, lo que pueda mostrar la práctica diaria en el
sentido de que las palabras «acción», «pretensión» y «demanda» ostentan,
para gran parte de los profesionales del derecho, un significado fungible al
que sería posible recurrir para denominar –promiscu amente– todos y cada
uno de tales fenómenos; porque cualquiera sea la ciencia de que se trate
–incluida la jurídica y la procesal–, es insoslayable la exigencia de cierto
rigor técnico (no se trata solo de un simple prurito formal) que hace nece-
sario extremar la precisión en la utilización de los vocablos mencionados3.
1 GOZAÍNI, Osvaldo A., El debido proceso, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2004, p. 13.
2 PEYRANO, Jorge W., «Apuntes sobre la función jurisdiccional», en Procedimiento
civil y comercial, t. 3, Juris, Rosario, 1994, p. 51.
3 MAMBELLI, Roxana, en MACHADO, José D. (dir.), Código Procesal Laboral de la
Provincia de Santa Fe comentado, t. I, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2010, p. 215.
LA DEMANDA Y SU CONTESTACIÓN
255EN TORNO AL PROCESO
De ahí que en esta ocasión hayamos decidido poner toda nuestra
energía en brindar una definición del acto procesal de demanda que re-
sulte clara y precisa, distinguible de aquellos otros institutos a los que hi-
ciéramos alusión y con los cuales se la suele confundir. Porque, llegados
a este punto no deberían de existir dudas en cuanto a que la pretensión,
la acción, la jurisdicción y el proceso judicial son cosas bien diferentes,
aunque vinculados entre sí. Al momento de finalizar el presente ensayo,
también debería tenerse en claro que es la demanda, precisamente, la que
en buena medida los conecta y los reúne en un solo y único acto procesal.
Pero ello no es todo, porque si bien alcanza con la demanda para la
iniciación del proceso, cabe recordar que para el surgimiento del litigio
aún haría falta por parte del demandado algún nivel de resistencia a la
pretensión procesal del actor. Es por ello que en las líneas que siguen
no solo se procederá con el análisis de la demanda sino que también se
estudiará otro acto procesal sumamente importante, como es el de «con-
testación de demanda», por medio del cual ejercita la parte demandada
su derecho de contradicción.
2. LA DEMANDA
2.1. Noción
A continuación vamos a brindar una definición de la demanda que
claramente se encuentra enmarcada dentro de la teoría general que en
torno del proceso venimos desarrollando en distintas obras, incluida la
presente. Porque es claro que aquella no constituye un fenómeno jurí-
dico único y aislado. Incluso podríamos llegar a la conclusión de que
tanto el concepto de demanda como la caracterización que de ella puede
hacerse son consecuencia de la conjunción que se produce en un mismo
acto de algunos de los institutos que hasta aquí se han analizado.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR