La defensa judicial de las libertades de expresión y de prensa en los Estados Unidos
Autor | Eva Sòria Puig |
Páginas | 163-178 |
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A cantankerous press, an obstinate press, a ubiquitous press must be suffered by those in authority in order to preserve the even greater values of freedom of expression and the right of the people to know.
—Juez Murray Gurfein, sentencia de los «documentos del Pentágono»; 17 Junio 1971
El derecho a la libertad de expresión (freedom of speech) y a la libertad de prensa (freedom of the press) se encuentran recogidos en los Estados unidos en
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la Primera Enmienda de la Constitución, que establece su protección con las siguientes palabras: «El Congreso no podrá desarrollar ninguna ley respecto al establecimiento de ninguna religión, ni prohibiendo la libre práctica de la misma; ni coartando la libertad de expresión, ni de prensa; ni el derecho a la asamblea pacífica de las personas, ni de solicitar al gobierno una compensación de agravios»1.
Se trata de la Primera Enmienda de la conocida Bill of Rights, o «Declaración de Derechos», que comprende las diez primeras enmiendas aprobadas con posterioridad a la Constitución de los Estados unidos que garantizan una serie de derechos personales que limitan el poder del gobierno y reservan algunos poderes a los Estados. La constitución de los Estados unidos entró en vigor en 1789 y es la constitución más corta del mundo, y Ley Suprema de los Estados unidos de américa. Ha sido reformada veintisiete veces, y sus enmiendas se encuentran al final del documento, quedando el texto constitucional intacto sin modificaciones.
Las tres primeras enmiendas están destinadas a salvaguardar las libertades individuales de los ciudadanos contra los abusos de poder del gobierno. La Primera prohíbe al Congreso proclamar leyes que obstaculicen el derecho de la libertad de religión, de expresión –el texto distingue dos derechos distintos freedom of speech y freedom of press, que conjuntamente son llamados freedom of expression– y el derecho de asamblea. La Segunda Enmienda protege el derecho de los ciudadanos a poseer armas, y la Tercera, prohíbe que el Gobierno federal pueda obligar a los ciudadanos a hospedar sin su consentimiento a los soldados en sus casas en tiempo de paz.
Hasta el 1925 las enmiendas de la Constitución se aplicaban solo a las acciones del Gobierno federal, pero el Tribunal Supremo extendió su mandato a los Estados a través de una serie de sentencias llamadas conjuntamente «incorporation doctrine» que proyectaba los considerados «derechos fundamentales» a través de la XIv Enmienda, promulgada en 1868, y que protegía a todos los ciudadanos de los Estados unidos con los mismos derechos y protecciones garantizados por ley.2.
La primera enmienda fue adoptada el 15 de Diciembre de 1791 y representa para el imaginario colectivo americano mucho más que un mandato legislativo. Este fragmento de la Constitución representa una pieza fundamental del sistema
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político americano y es percibida por los ciudadanos americanos como el símbolo de la libertad y la democracia que en la percepción de la mayoría distinguen los Estados unidos de américa de otras democracias menos genuinas. Para los americanos, la libertad de expresión es un derecho que encarna los ideales de la libertad y la democracia de los Estados unidos, la defensa a ultranza del «freedom of expression» es la manifestación suprema del poder del pueblo, la garantía del derecho de los ciudadanos a obtener información sea cual fuere su fuente, a tomar decisiones y a comunicarlas a quienes quieran.
El derecho a la libertad de expresión fue concebido por los llamados founding fathers3como un derecho natural, que pertenece a los ciudadanos y no al Parlamento, como era el caso en su predecesora Bill of Rights del Parlamento Inglés. El derecho a la libertad de prensa, a su vez, también está considerado como un derecho natural que prohíbe al gobierno entrometerse en la prensa para que pueda haber una libre circulación de pensamiento y de opiniones diferentes.
De igual manera que los americanos creen que la economía prospera en un mercado libre con la mínima regulación posible, la libertad de expresión y la capacidad de los ciudadanos para impedir que el gobierno interfiera en su derecho a intercambiar ideas libremente son percibidas como indispensables para garantizar la prosperidad de la democracia.
La desconfianza en la capacidad del gobierno para usar correctamente su poder y para resistir el impulso de abusar de su autoridad que justificó en su momento la promulgación de la «Declaración de Derechos» está todavía hoy muy presente en la mentalidad colectiva americana, que reclama un gobierno con un sistema de «checks and balances», que no permita la censura, el abuso de poder y la corrupción.
Louis Brandeis (1856–1941), uno de los jueces mas emblemáticos de la historia del Tribunal Supremo de los Estados unidos, resumía de esta manera la importancia de la libertad de expresión para el buen gobierno: «La libertad de pensar lo que se quiera y de comunicar lo que se piensa son medios indispensables para el descubrimiento y la diseminación de la verdad de la política»4.
Los ejemplos del valor simbólico que la sociedad americana otorga a la libertad de expresión van desde la veneración de figuras como Martin Luther King, que con sus potentes discursos consiguió cambiar el statu quo de la población
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de raza negra del país, hasta la reciente polémica por la auto-censura de la multi-nacional Sony, que después de recibir varias amenazas de atentado y ataques de hackers en sus sistemas, decidió cancelar en varios cines el estreno de la película «The interview», una comedia sobre la dictadura de Corea del Norte. El día en que finalmente la película llegó a las salas de cine, miles de americanos llenaron las salas de cine con banderas nacionales en las que se proyectaba la película, como si de un acto patriótico se tratara5.
Del texto de la Primera Enmienda emanan dos derechos diferenciados: «freedom of speech» y «feedom of press». El hecho de que la Primera Enmienda trate de manera separada el derecho a la libertad de expresión y a la libertad de prensa no es casualidad, sino que pone en evidencia la importancia del papel de la prensa en Estados unidos, que es referida a menudo como la «cuarta fuerza» del equilibrio de poderes en su sistema político.
El precedente histórico mas importante de la libertad de prensa anterior a la Primera Enmienda fue la «Declaración de Derechos» de virginia, en 1776, que sostenía que «La libertad de prensa es uno de los bastiones de la libertad y nunca puede ser coartada por gobiernos despóticos». La primera ocasión importante en la que se ejerció este derecho para derogar una ley que coartaba la libertad de expresión fue en 1798, con ocasión de la aprobación de las «alien and Sedition acts» que criminalizaban «escribir, editar, anunciar o publicar» críticas al gobierno6. Estas leyes fueron adoptadas por por el Gobierno federal y justificadas por John adams «por ser necesarias en tiempos de guerra», y dejaron de tener efecto en 1801 después de que Thomas Jefferson derrotara al presidente adams en las elecciones.
El caso Near v. Minnesota (1931) fue el primero en el que se invocó explícitamente la cláusula de Libertad de Prensa de la Primera Enmienda de la Constitu-
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ción y el que estableció la aplicación de este derecho a los Estados. En 1927, Jay
M. Near publicaba en el periódico The Saturday Press que la comunidad judía estaba conspirando con la policía y culpaba a olson, un influente cargo público, de varios crímenes. olson denunció al periódico y al autor de la noticia apelando a una ley de Minnesota que prohibía la publicación de periódicos «maliciosos, escandalosos y difamatorios». El Tribunal Supremo declaró esta ley inconstitucional y estableció que cuando la prensa consigue información que es digna de ser publicada, el gobierno no puede impedir que esta información salga a la luz.
De todos los jueces de la historia de la Corte Suprema de los Estados unidos, el que mas ha incidido en la importancia de la libertad de prensa en sus sentencias es el Juez Potter Stewart (1915-1985), que en varias ocasiones se ha referido al papel especial que la prensa juega en mantener al público informado, y que por lo tanto juega un papel «sensible» para el Gobierno7. Mas adelante veremos la forma en que el Tribunal Supremo ha ido construyendo el derecho de la libertad de prensa estableciendo el alcance de sus límites a través de la voz de sus jueces, pero antes de llegar a estas consideraciones, debemos preguntarnos qué es la prensa en sentido estricto.
Desde la llamada «revolución digital» hemos visto cómo las fuentes de la información se han multiplicado de una forma extraordinaria. Hace pocos años nuestra principal fuente de información eran los periódicos, la radio o los telediarios, mientras que en la actualidad estos canales tradicionales de información se limitan a ampliar y profundizar sobre la información que ya sabemos y a la que hemos tenido acceso a través de nuestros smartphones.
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