El Misteri d´Elx, manifestación cultural de un pueblo.
| Autor | Joan Castaño García |
| Cargo | Doctor en Historia. Archivero del Patronato del Misteri d?Elx. Colaborador honorífico del Departamento de Arte, Humanidades, Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad Miguel Hernández |
| Páginas | 1-20 |
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La Festa o Misteri d’Elx es una celebración de raíces medievales, dividida en dos jornadas, que se escenifica, se canta y se vive cada año durante los días 14 y 15 de agosto en el interior de la Insigne Basílica de Santa María de dicha ciudad. En ella se recrea la Muerte,
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Asunción y Coronación de la Virgen María y presenta numerosos aspectos artísticos e históricos de consideración. Es la única obra de su género que se ha mantenido viva hasta la actualidad a pesar de las prohibiciones oficiales y de otras circunstancias adversas. Por otra parte, es también el símbolo más significativo de los ilicitanos, su celebración comunitaria por excelencia. Y, en resumen, como ha reconocido la propia UNESCO al declararla Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad (18-V-2001), una muestra única y excepcional del teatro religioso medieval.
Establecer el momento exacto del nacimiento del Misterio de Elche ha sido, desde el inicio de las investigaciones sobre el mismo, el tema más debatido y controvertido entre los estudiosos y, al mismo tiempo, el que ha propiciado el desarrollo de teorías y propuestas más variadas, aunque, desgraciadamente, muchas de ellas con escaso soporte documental.
A grandes rasgos se podrían establecer dos apartados que, finalmente, acaban por fundirse y formar una única explicación milagroso-tradicional que intenta, por una parte, retroceder la creación de la Festa a la época más lejana posible y, por otra, otorgarle un origen extrahumano.
En las primeras referencias conservadas sobre el Misterio se recoge la explicación que lo liga al momento mismo del nacimiento de Elche a la civilización cristiana. Así lo establece Cristóbal Sanz en un manuscrito sobre la historia de la ciudad fechado en 1621, en que indica que, aunque no había podido establecer la antigüedad de la representación, se decía en la propia villa que su origen estaba en la conquista de ésta a los musulmanes por parte de Jaime I de Aragón, en 1265.
Un segundo apartado en cuanto a las teorías legendarias del nacimiento de la Festa, está dedicado a la aparición o "Venida" milagrosa de la imagen de la Virgen de Elche. Es ésta una tradición transmitida de generación en generación mediante un relato que cuenta el hallazgo de la figura de la patrona de la ciudad, junto al libreto o consueta que contenía los versos y partituras del Misterio.
El relato señala que la imagen fue hallada por un soldado guardacostas, Francisco Cantó, en el interior de un arca cerrada que flotaba sobre las aguas del mar Mediterráneo, en la playa del Tamarit, cerca de Elche. La caja presentaba en su tapa la inscripción "Soy para Elche" y el hallazgo fue comunicado por el soldado a las autoridades municipales. El Consejo ilicitano mandó pregonar el misterioso hallazgo y toda la población acudió a la playa a recoger la figura mariana. Sin embargo, antes tuvieron que disputar con vecinos de ciudades cercanas que también querían llevarse la imagen.
No se halla ninguna referencia a la "Venida" de la Virgen en la documentación oficial conservada de la época del hallazgo, como sería la del Consejo municipal. La primera vez que
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encontramos una mención al citado relato es en 1686 y fue publicada en Valencia por el paborde Esteban Dolz del Castellar en su Año Virgíneo, lo cual sugiere una cierta popularidad y, por tanto, un origen anterior. A partir de esta publicación ya se incluye en otros libros dedicados a diferentes advocaciones marianas, como el del P. Juan de Villafañe (1740) o en noticieros locales. Todo ello hace pensar en un interés por acentuar el origen milagroso de la Festa en una época marcada por la Contrarreforma y en la que, como veremos más adelante, la continuidad del Misterio peligraba. Esta tradición dio origen a las fiestas de la Venida de la Virgen que celebra la ciudad cada 28 y 29 de diciembre, dentro del ciclo navideño.
Los estudios sobre el Misterio de Elche y sobre el teatro medieval en general, han conseguido en los últimos años una revisión sistemática de un buen número de archivos y la comparación de referencias documentales y de textos conservados en diferentes poblaciones, su análisis literario y musical, el estudio de sus elementos litúrgicos y escénicos, etc. En este sentido, los investigadores más solventes llegan a la conclusión de que la segunda mitad del siglo XV es la época más probable para datar su nacimiento. Época que coincide, además, con un auge en el teatro medieval europeo de temática asuncionista.
Por lo que se refiere al texto literario, sabemos que la acción dramática del Misterio de Elche está basado en los relatos tradicionales de la Asunción de la Virgen que se trasmitieron oralmente en los primeros años del cristianismo y que, a partir del siglo IV, fueron recopilados en los Evangelios Apócrifos. Estos fueron refundidos más tarde en obras como la Leyenda Dorada de Iacopo da Varazze (s. XIII), que tuvo una gran difusión por toda la Europa medieval y que muy posiblemente influyó en la redacción de la obra ilicitana.
El estudio de sus versos, tanto desde el punto de vista literario como filológico, lleva a la conclusión de que, en algunos fragmentos, especialmente de la primera jornada o "Vespra", la lengua es arcaica, posiblemente de la segunda mitad del siglo XV.
También del análisis de los elementos teatrales se desprenden conclusiones similares respecto al origen de la Festa. Francesc Massip, uno de los mejores conocedores del Misterio de Elche, ha puesto de manifiesto la supervivencia en la representación ilicitana de numerosas características del teatro medieval: espacio escénico, utilización de escenario horizontal y vertical, pervivencia de trucos y efectos teatrales, indumentaria escénica con formas y símbolos tardomedievales, interpretación y dirección espontáneas y su concepción como fiesta comunitaria y colectiva.
Respecto a documentación sobre el Misterio de Elche, la primera referencia, como veremos a continuación, es del año 1523. No ha sido posible localizar ningún dato anterior, a pesar de las exhaustivas búsquedas efectuadas en los archivos locales. Es más, resulta muy significativo el que, mientras que a partir de 1523 aparecen en testamentos y cláusulas testamentarias conservadas en el Archivo de la Basílica de Santa María algunas donaciones que tienen como destinataria la festividad de la Asunción de la Virgen, en épocas anteriores no
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existe -o al menos no se ha conservado- constancia de una devoción de tipo colectivo hacia la Virgen de agosto. Así lo demuestra Anna M. Álvarez en su estudio sobre un libro de cláusulas testamentarias conservado en el citado archivo y que transcribe documentos fechados entre los años 1294 y 1444.
Todos éstas y otras investigaciones rigurosas también sobre la música, a las que habría que añadir los comentarios de autores que ven en la referencia a las "Indias" que canta Santo Tomás al final del Misterio, una alusión a América y, por tanto, no anterior a 1492, apuntan, como señalábamos, al último tercio del siglo XV como el momento del nacimiento de la Festa. Momento que hay que tomar como hipotético y provisional, aunque muy probable, a la espera de localizar algún tipo de referencia documental fidedigna que permita dar una fecha concreta y totalmente contrastada o una aproximación más exacta.
Las primeras referencias sobre la organización del Misterio de Elche nos hablan de la participación activa de algunas familias de la pequeña nobleza local como responsables directos de la celebración y, en general, de los cultos relacionados con la imagen de la Virgen de la Asunción.
Podemos citar, en primer lugar, a la familia Perpinyà o Perpiñán que aparece en Elche junto con las tropas que acompañaban a Jaime I en su conquista y pronto se convirtió en uno de los linajes más destacados de la ciudad: sus posesiones fueron muy numerosas y los miembros de esta familia ocuparon los primeros lugares en los estamentos civiles y eclesiásticos. Según una referencia copiada con reservas por el historiador Juan Gómez Brufal, en los últimos años del siglo XV Pere Perpinyà reclamaba ante el alcalde ilicitano sus derechos sobre la protección de todo lo relacionado con la "Señora Santa Virgen" y, por tanto, sobre la organización de su Festa de agosto.
A lo largo de la historia del Misterio se detecta una estrecha relación con la familia Perpinyà, cuya casa solariega todavía se levanta en la plaza de Santa María, frente a la puerta Mayor del templo. En 1530 es Lluís Perpinyà quien, en nombre de la Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción, solicita al Consejo ilicitano una ayuda económica para dorar "la silla donde se hace la Asunción", uno de los aparatos escénicos de la representación. Otro Lluís Perpinyà, éste hermano del famoso orador jesuita Pere Joan Perpinyà, nos ofrece en su correspondencia datos sobre los artefactos aéreos del Misterio. Y Claudià Felip Perpinyà es el autor de las primeras traducciones al castellano del texto de la Festa, realizadas en 1700 y 1741, respectivamente, para servir de guía a los espectadores de la representación. Este detalle no ha de ser pasado por alto ya que indica como este Perpinyà tuvo acceso al guión o consueta de la obra, celosamente guardado en la "caja de tres llaves" del Consejo municipal.
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La otra de las familias de la nobleza local estrechamente relacionada con la imagen de la Virgen de Elche a lo largo de los siglos...
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