Cursos prácticos de Derecho administrativo, de A. Carceller Fernández.

AutorJosé María Chico y Ortiz
Páginas1267-1272

    CARCELLER FERNÁNDEZ, A.: Cursos prácticos de Derecho administrativo. Editorial Montecorvo. Madrid, 1975.

La Editorial Montecorvo, en esa línea de publicaciones monográficas que contribuyen a la formación jurídica, abre sus puertas a ésta que ahora traemos a recensión y que presenta ciertas singularidades por su finalidad y contenido. El autor, profesor adjunto de la Universidad de Barcelona, no es «nuevo» en la plaza de estas maneras de transmitir conocimientos, pues ya en 1970 publicó una obra semejante a ésta, pero referida a casos prácticos en materia urbanística.

Para situar la obra en su pretensión docente, habría que someterla a un método comparativo con otras de la misma clase o semejantes. En mi larga aventura docente de preparar opositores para ingreso en dos de los más destacados Cuerpos del campo jurídico español, la mayor dificultad con la que se tropezaba, casi al final, era dar vida real a todo el cúmulo de conceptos, teorías y principios aprendidos y grabados «a fuego y a sangre» en la mente del opositor. Descubrir y razonar una solución para un caso práctico de Derecho o hacer un informe en defensa de una solución dada inicialmente, constituían lo que yo he llamado siempre «la etapa de la montaña». Para ello había que partir de una serie de supuestos en los que se tocasen la mayor parte de instituciones y así prevenir al opositor para su familiarización con ellas. Recuerdo que el preparador daba el caso y, a modo de instrucciones generales, ofrecía diez mandamientos que había que observar rigurosamente. Cada opositor daba y razonaba sus soluciones, y como en Derecho todo es defendible, el preparador sólo tenía como criterio para su juicio valorativo un esquema con claves a los efectos de llegar a una posible solución.

Esta obra puede tener esa finalidad que apunto. Al verla ahora publicada siento nostalgia de aquellos tiempos y lamento no haber hecho caso de muchos que insistieron en que publicase mis mandamientos, mis supuestos de hecho y esas claves para llegar a posibles soluciones.

Creo que con todo esto he situado la obra. Está en el punto intermedio entre aquella que publicara Castán Tobeñas (Problemas de Derecho civil, 1935) y esa otra forma de manifestarse el conocimiento práctico del Abogado a través de sus «dictámenes». La obra de casos prácticos de Castán, con un prólogo delicioso, se limitaba a exponer el supuesto de hecho y seguidamente formulaba una serie de preguntas o interrogantes sin dar claves. Querían...

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