LA CUARTA NIÑA DE ALCÀSSER ESTÁ VIVA

Muy poca gente sabe quién es la cuarta niña de Alcàsser. Todos los vecinos de este pueblo 15 kilómetros al sur de Valencia han quedado para siempre marcados por los asesinatos de Miriam, Toñi y Desirée pero a Esther le dejaron una huella mucho más profunda y aún candente. No la busquen por las calles de Alcàsser porque hace años que se alejó de allí en un intento de espantar los fantasmas que dos décadas después la persiguen. -Esther no va a querer hablar de ello, nunca ha querido, -advierte Jorge, su marido, sorprendido por la visita de Crónica, el miércoles, a su actual dirección, en la que la joven no se encuentra porque está trabajando fuera-. Para ella fue muy duro. Imagínate, le quitaron de golpe a sus tres mejores amigas...

Ni siquiera en su portal conocen su verdadera vinculación con el suceso. La chica del bajo izquierda era mucho más que la amiga íntima de las tres de Alcàsser. Aquel 13 de noviembre de 1992 las cuatro habían quedado para ir a bailar a Coolor. Miriam, Toñi y Desirée se pasaron a buscar a Esther, pero ésta había enfermado de repente y, muy a su pesar, se quedó en casa. De no ser por esas décimas de fiebre habría estado haciendo autostop con ellas frente a la vivienda de Dolores Badal -la última persona que las vio con vida- y su silueta, casi seguro, estaría hoy labrada junto a la de sus amigas en la escultura de mármol que las recuerda en el cementerio.

Esther nunca ha querido hablar de aquello. La muerte de sus amigas, su azarosa salvación de última hora, le han costado años de depresión y tratamiento psiquiátrico y, aunque de un tiempo a esta parte está mejor, aún le palpita el corazón y echa a correr si tiene, por ejemplo, que recoger su coche en un párking solitario.

Este martes se cumplen 20 años del día en el que Esther probablemente volvió a nacer y con el aniversario prescribirán también los asesinatos de sus amigas, aunque el juez y el fiscal del caso aún no han acordado en qué fecha exacta se considerará expirado el delito: ¿20 años desde aquel día que no regresaron a casa?, ¿desde la aparición de sus cadáveres?, ¿desde el juicio?-¿Y quién era la cuarta chica? -pregunta Neusa Martins, 72 años, la madre de uno de los criminales más buscados por la Interpol, Antonio Anglés, considerado autor material de los asesinatos de Alcàsser -el hombre en cuyas garras también pudo haber caído Esther- y fugado desde el 27 enero de 1993, el día que se hallaron los cadáveres torturados de las adolescentes.

Son las ocho de la tarde del miércoles y Neusa y su amigo Carmelo se refugian...

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