La creación de la cooperativa

AutorJ. Castaño, J.J. González
Cargo del AutorExpertos en Derecho Mercantil

1.1. Reclutamiento de los primeros socios

Es muy importante que se cuide el reclutamiento de los primeros socios, porque del bien obrar de éstos depende el éxito de la puesta en marcha de la cooperativa.

Como requisitos a exigir a los socios hay que mencionar:

  1. Convencimiento de la necesidad de constituir una cooperativa.

  2. Buena disposición para aportar los recursos económicos necesarios y para realizar los sacrificios y esfuerzos indispensables.

  3. Capacidad de convivencia y de trabajo en equipo.

    Si cada uno de los primeros socios (pero después también aspirantes) no reúnen los tres requisitos mencionados, lo mejor es que no se constituya la cooperativa o que los aspirantes no ingresen; sería un tiempo y unos esfuerzos baldíos.

    Tampoco se trata de buscar personas perfectas y que dispongan de grandes recursos, pero sí de prever que las personas estén en la línea de cuanto hemos dicho.

    1.2. Casos concretos de motivos por los que se crean cooperativas 1.2.1. Cooperativas de trabajo asociado

    En el caso de cooperativas de trabajo asociado, éstas acostumbran a surgir de dos modos distintos:

  4. Por la iniciativa de unas personas que han estado madurando el proyecto empresarial y se unen en cooperativa de trabajo a partir de la nada.

  5. Porque una empresa privada cesa y sus trabajadores deciden continuarla en forma de cooperativa si se les ceden los activos empresariales bajo una u otra forma.

    En el primer caso existen más probabilidades de éxito porque, implícitamente, todos los socios promotores reúnen los tres requisitos mencionados; hay factores externos que, de producirse (o bien, de lograrlos), aseguran el éxito total: buscarán la financiación suficiente y procurarán atender la demanda en el mercado (del producto que vende o del servicio que presta la cooperativa). En este caso suele ser un grupo de amigos, entre los cuales existe una buena compenetración y además aportan cada uno el máximo de capital, el máximo de ideas, un cierto nivel de conocimientos empresariales y hasta un conocimiento del mercado porque es posible que hayan trabajado en empresas del sector. Cuando se trata de empresas de pequeña dimensión, no es tan imprescindible el estudio de viabilidad realizado por una empresa especializada, debido a que los socios fundadores conocen la demanda del mercado, los costos, los precios de venta, los gastos necesarios para obtener unos ingresos determinados, los márgenes comerciales... Ello no obsta para que la cooperativa se vea requerida a presentar un estudio de viabilidad si quiere beneficiarse de los programas de apoyo a la creación de empleo del Ministerio de Trabajo o bien de los respectivos gobiernos de las Comunidades Autónomas.

    Cuando la cooperativa de trabajo surge a partir del cese de una empresa debe tenerse en cuenta antes de ponerla en marcha:

    - si el producto que ofrece sigue teniendo demanda en el mercado;

    - si la cooperativa resultado de la transformación de la empresa anterior dispondrá de capital suficiente para emprender la nueva singladura;

    - si una parte importante de los trabajadores van a convertirse en socios de la cooperativa; de otro modo, la cooperativa podría nacer con un importante débito respecto a los trabajadores de la antigua empresa que no quieren ser socios; este débito sería el correspondiente a las indemnizaciones laborales y finiquitos, que tal vez no cobraron.

    Si en la cooperativa de trabajo asociado que va a surgir en estas circunstancias no quedan suficientes técnicos ni suficiente personal especializado, lo mejor es no llegar a ponerla en marcha. En efecto, hay situaciones en que los mejores técnicos y obreros cualificados suelen abandonar ya al principio, bien porque hallan trabajo en otra empresa, bien porque huyen de las amarguras y disputas que muchas veces aparecen en estos casos; otras veces, la solidaridad y el buen juicio general permite que sigan todos y se recupere con éxito la actividad empresarial.

    Cuando la empresa privada cesa suele ser por uno de los tres motivos siguientes:

    - el empresario cesa por jubilación y en su familia nadie desea continuar, pero el producto o servicio que presta sigue teniendo demanda;

    - el empresario no ha renovado tecnología o utillaje y produce con costos tan altos que no puede competir con otras empresas;

    - el producto ha quedado obsoleto y no tiene demanda a causa del cambio de costumbres o de circunstancias económico-sociales (guarnicionero o herrero ya muchos años atrás, autobús de línea entre pueblos que ya nadie toma, venta y mantenimiento de máquinas de escribir, calculadoras mecánicas y multicopistas, etc.; hotel en una carretera que ha quedado sin utilidad por la construcción de una autovía unos kilómetros más allá; imprentas clásicas que han quedado sin encargo por la aparición de nuevas técnicas en las industrias gráficas...).

    Como puede deducirse, sólo en el primero de estos supuestos es posible suceder al antiguo empresario; en los otros dos resulta imposible continuar, salvo que se comience de nuevo con productos y tecnología nueva, y capital nuevo.

    Es, pues, muy conveniente que los primeros socios estén muy convencidos de su proyecto, que posean un buen conocimiento del mercado y también un programa de estrategias... A fin de atraer a más socios, conviene que los primeros gocen de un gran prestigio y seriedad, que el proyecto de financiación sea sólido, tanto si es una cooperativa de trabajo asociado como de otra clase.

    Es así mismo indispensable que, de buen principio, los socios se obliguen a operar exclusivamente con la cooperativa, y que se haga lo posible para crear una solidaridad entre los socios. Hay que huir de aquéllos que no están seguros de aportar todo su producto a la cooperativa, de aquéllos que se apuntan pero no se comprometen, de aquéllos que quieren montar operaciones extrañas en la cooperativa...

    1.2.2. Cooperativas agrarias

    Los promotores de una cooperativa agraria pueden tener interés en ella por alguna de las siguientes razones:

    - agrupar las producciones de fruta para comercializarla mejor y así obtener mejores precios;

    - agruparse varios productores de aceituna y comprar juntos un molino de aceite; tal vez comercializar este aceite bajo una marca r )mún;

    - agruparse varios productores de uva para producir vino en común, con prensas modernas, y tal vez envasar este vino y comercializarlo bajo una denominación única de origen;

    - comprar juntos las semillas, los productos criptogámicos para el campo, los abonos, los herbicidas, maquinaria agrícola, piensos para el ganado... para lograr mejores precios de compra;

    - si son ganaderos montar un matadero moderno, comercializar juntos la carne y así obtener mejor precio de la carne que producen;

    - o bien, producir derivados de alto valor a partir de la leche recogida por cada uno de los ganaderos agrupados (quesos, mantequillas, etc.).

    Aun cuando en algunos casos no se obtienen mejores precios agrupando las compras de varias personas, en muchos otros se obtienen grandes ventajas si la agrupación de compras es muy importante. En las cooperativas agrarias, salvo excepciones muy contadas, se tiende a los grandes volúmenes bien de compra (aprovisionamiento), bien de venta (comercialización) a fin de poder pagar a un buen gerente al frente de la cooperativa y seguir logrando buenos ingresos o buenos precios de compra. En España abundan las cooperativas multifuncionales (o sea, que tienen a la vez muchos sectores de actividad o secciones), a diferencia de otros países (como Dinamarca y varios otros) donde cada cooperativa tiene solo una actividad. Las cooperativas agrarias que se crean hoy es con la previsión de conseguir grandes volúmenes y de obtener un gran valor añadido con la transformación de los productos primarios, con la comercialización máxima, llegando si es posible al propio consumidor, en vez de vender la producción de los socios a los intermediarios o a las industrias alimentarias.

    1.2.3. Cooperativas de servicios

    Otra clase de cooperativas con posibilidad de lograr un cierto éxito en los momentos actuales es la cooperativa de artesanos autónomos, o la de detallistas de alimentación o la de comerciantes de productos determinados, o la de profesionales, o la de industriales de un sector determinado... para proveerse en común de servicios.

    Cada empresario o profesional posee su actividad independientemente de la de la cooperativa y por ella pagan sus impuestos; en la cooperativa se proveen de materia prima, o de los productos que luego han de vender al pormenor...; o bien, si son profesionales, gracias a la cooperativa disponen de unos locales comerciales en común y de aparatos de oficina y otros servicios también en común, aun cuando después cada uno facture separadamente a sus clientes.

    Existen importantes cooperativas de servicios en toda España y, prácticamente en toda Europa, constituidas por detallistas de alimentación, o...

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