A los consumidores siempre nos quedara Europa
Autor | Federico Adan Domenech |
Cargo | Profesor Derecho procesal, acreditado como Catedrático de la URV |
Páginas | 1-2 |
La cocina moderna ha puesto de moda este vocablo: deconstruir, al que se le quiere conceder un aire cool (en castellano tradicional, un aire fresco, en definitiva, estar a la última). El diccionario de la Real Academia de la Lengua española ha definido este verbo en el sentido de deshacer analíticamente los elementos que constituyen una estructura conceptual. Y ante las últimas resoluciones del Tribunal de Justica de la Unión Europea, me surge el interrogante de si la globalización jurídica, nos está obligando a deshacer analíticamente el ordenamiento jurídico español, y, en especial, el destinado al ámbito de la contratación bancaria.
Las relaciones entre el ordenamiento jurídico español y el ordenamiento jurídico comunitario, parecen ser complicadas, o cuanto menos difíciles, si fuese un matrimonio o una pareja de hecho, en función de si el lector es más o menos moderno, podríamos manifestar que la convivencia de ambos ordenamientos atraviesa un mal momento, que es necesario que nos demos un tiempo.
En los últimos años, e incluso meses, se han sucedido diversos “rifirrafes” jurídicos entre el Tribunal Supremo y el TJUE, máximas autoridades judiciales en sus respectivos ámbitos. Cierto es, que en derecho 2 + 2 no siempre son 4, pero cosa diferentes es que sean 24. La diversidad de interpretación y el dinamismo de las normas jurídicas, es uno de los elementos atractivos y enriquecedores del derecho, pero cuidado, pues, la interpretación y la aplicación de las normas jurídicas, no puede ser una cuestión baladí, y la misma, o, mejor dicho, el resultado de la aplicación de la misma, puede ser elemento condicionante de una realidad jurídica, social y económica de un país, y, en eso estamos.
Las últimas resoluciones del TJUE, especialmente en el ámbito de los consumidores y usuarios, han provocado, en mi modesto entender, un tsunami jurídico, que condiciona y quiebra paradigmas de funcionamiento jurídico. La opción del TJUE es clara, fortalecer y proteger al consumidor, el cual, no en pocas ocasiones, contrae, ante una entidad financiera, obligaciones, que desconoce, haciendo bueno y vigente, el genial dialogo de los hermanos Marx, en la espléndida película: una noche en la ópera
“-Haga el favor de poner atención en la primera cláusula porque es muy...
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