Conocimientos y competencias para el futuro de la sanidad electrónica

AutorAnastasia Constantelou y Vasiliki Karounou
CargoUniversidad Técnica Nacional de Atenas, Grecia

Asunto:

Un requisito previo importante para la introducción generalizada de nuevas tecnologías en el sector de la sanidad es la adquisición de nuevos tipos de conocimientos por parte de los ciudadanos, pacientes, médicos, enfermeros y otros profesionales sanitarios. Estos conocimientos se traducen en nuevas capacidades, competencias y, sobre todo, mentalidades y actitudes hacia nuevas formas de trabajar con mayor capacidad de respuesta ante las necesidades de los ciudadanos.

Relevancia:

El desarrollo de recursos humanos mediante la adecuada enseñanza y formación es un factor clave para coordinar los esfuerzos de todos los que intervienen en la sanidad, introduciendo nuevos métodos de trabajo y transformando progresivamente los servicios de asistencia sanitaria tradicionales en organizaciones que proporcionan un amplio abanico de servicios sanitarios electrónicos. Esto es enormemente importante si se tiene en cuenta la poca inversión en formación y enseñanza que es endémica en el sector sanitario y eso bloquea el modo de compartir el conocimiento.

Introducción

La sanidad electrónica (sanidad-e) es un término que engloba un amplio abanico de actividades promovidas por las TIC, que están transformando la prestación de asistencia sanitaria. Estas actividades normalmente implican el uso de datos digitalizados que se transmiten, almacenan y recuperan de forma electrónica con fines clínicos, educativos o administrativos, ya sea en una localización fija o a distancia. Los pacientes, los que trabajan en el sector de la sanidad, los administradores y los médicos valoran cada vez más los importantes efectos de la sanidad electrónica, ya que las nuevas aplicaciones permiten prestar ayuda médica a distancia en cualquier lugar y en cualquier momento y facilitan el acceso y el intercambio de información médica pertinente cuando se necesita.

La sanidad electrónica es un término que engloba un amplio abanico de actividades facilitadas por las TIC que están transformando la prestación de asistencia sanitaria

La introducción y prestación eficaz de la sanidad electrónica afecta a todos los que intervienen en el sector sanitario. Entre ellos se encuentran los hospitales y otros centros sanitarios, las aseguradoras públicas y privadas, los organismos que desarrollan y aplican soluciones tecnológicas, así como diversos grupos de usuarios -ciudadanos, pacientes y su entorno, médicos, enfermeros y otros profesionales sanitarios. La bibliografía sobre sanidad electrónica cada vez es mayor y trata predominantemente sobre las nuevas tecnologías y los obstáculos y los retos a los que se enfrenta la sanidad electrónica en el siglo XXI. Menos atención se ha prestado a la forma de aumentar la concienciación y la comprensión y utilización general de las actividades promovidas por las TIC entre todas las partes directamente implicadas. Por eso, es importante reconocer que la tecnología por sí sola no puede garantizar resultados óptimos. Se requieren nuevos tipos de conocimientos, competencias y, sobre todo, mentalidades y actitudes ante las nuevas formas de trabajo para que las TIC se introduzcan de manera generalizada y su explotación sea efectiva en el sector sanitario.

Se requieren nuevos tipos de conocimientos y cambiar la actitud ante las nuevas formas de trabajo para que las TIC se introduzcan de manera generalizada y su explotación sea efectiva en el sector sanitario

Las TIC y la naturaleza cambiante de los conocimientos en la prestación de asistencia sanitariaEn las dos últimas décadas, las TIC han ido introduciéndose progresivamente en el sistema de asistencia sanitaria, creando perturbaciones en su estructura y organización tradicionales y exigiendo que todos los que trabajan en este campo se adapten a las nuevas tecnologías. Ya en 1990, el Consejo Europeo publicó la Recomendación nº R(90)21 que alertaba a los gobiernos de los estados miembros para que '...garanticen que, lo antes posible, el personal que interviene en la asistencia sanitaria reciba formación multidisciplinar adecuada, tanto teórica como práctica, relativa a los sistemas de información sanitaria en el contexto público general' (Grimson et al., 2000). En aquel momento, la forma predominante de introducir y aplicar las TIC en el sistema sanitario era principalmente en relación con las tareas administrativas, financieras y de gestión. La integración de algunos de los componentes 'burocráticos' del sistema sanitario, gracias a las TIC, exigió que los profesionales sanitarios superaran los límites estrictos de su profesión y adquirieran nuevos conocimientos que podrían haber sido innecesarios pocos años antes. Principalmente fueron técnicas de liderazgo -como planificación estratégica y táctica, comunicación persuasiva, capacidad de negociación, toma de decisiones financieras, creación de equipos, resolución de conflictos y técnicas de entrevistas- así como algunos conocimientos técnicos básicos relativos a las TIC (Schwartz, R., 2000). Incluso, en aquel momento, la necesidad de adquirir más conocimientos en tecnología de la información supuso una carga adicional en el ya sobrecargado calendario de los profesionales sanitarios. Estos profesionales percibían la formación en TIC como accesoria a sus actividades o, lo que es peor, como una carga innecesaria que consumía un tiempo valioso (Grimson et al, 2000).

La necesidad de dotar a los profesionales sanitarios de mejores conocimientos en TIC ha sido una de las tareas durante más de unadécada

El uso actualmente generalizado de las TIC en el sector sanitario ha tenido implicaciones importantes, no sólo como apoyo a las tareas administrativas y funcionales, sino también para la prestación real de la asistencia sanitaria. Las aplicaciones de la sanidad electrónica ofrecen la posibilidad de reducir costes, aumentar la eficacia con la que se presta la asistencia, prestar servicios sanitarios a distancia, simplificar el diagnóstico y los procesos terapéuticos, y poder prestar una mejor asistencia en el entorno personal del paciente. Al mismo tiempo, pueden incrementar el nivel de concienciación y comprensión del paciente sobre su propia salud y fomentar la autoasistencia.

La modernización de la prestación de servicios públicos mediante el uso de las TIC es un reto para la actual forma de organización del sector sanitario e implica ciertos cambios organizativos

La modernización de la prestación de servicios públicos mediante el uso de las TIC es un reto para la actual forma de organización del sector sanitario e implica ciertos cambios organizativos. En efecto, la innovación técnica depende en gran medida de la innovación organizativa, con el fin de conseguir mejoras reales en eficacia y calidad del servicio. Por otra parte, la traducción y puesta en práctica de nuevas formas de prestación de servicios siempre supone un gran reto para la gestión. Aún más, las posibilidades de la sanidad electrónica pueden quedar en nada sin la implicación activa de los profesionales de la sanidad y de los ciudadanos a la hora de elegir, implantar y evaluar las tecnologías relevantes. Para que estos grupos de usuarios participen de forma significativa en estos procesos tienen que estar motivados e informados sobre las ventajas que las TIC pueden aportar a la prestación de asistencia sanitaria.

Una adecuada educación y formación es un factor clave a la hora de introducir nuevos métodos de trabajo para quienes prestan servicios de asistencia sanitaria y para capacitar a los ciudadanos para que utilicen las TIC con el fin de obtener información médica

El desarrollo de recursos humanos mediante una adecuada educación y formación es un factor clave a la hora de introducir nuevos métodos de trabajo para quienes prestan servicios de asistencia sanitaria y para capacitar a los ciudadanos para que utilicen las TIC con el fin de obtener información médica. La provisión de competencias y conocimientos y la introducción de nuevos métodos de trabajo se han convertido en factores clave para que la reingeniería de los proveedores de servicios tenga éxito, a medida que se transforman en organizaciones que prestan servicios de sanidad electrónica. Los cambios de estrategia, estructuras y métodos de la prestación del servicio dependen de que exista un personal creativo e innovador, que ha de adaptar sus conocimientos, competencias y, sobre todo, mentalidades y actitudes a las nuevas formas de trabajar con mayor capacidad de respuesta ante las necesidades de los ciudadanos.

Aunque los conocimientos técnicos son necesarios para crear servicios de sanidad electrónica, la prestación de estos servicios a los ciudadanos también requiere grandes dotes de gestión y de trato con las personas

Disponer de una mezcla adecuada de competencias y conocimientos es vital para incrementar la difusión y la aceptación de la sanidad electrónica. La asistencia prestada por profesionales especializados requiere la aceptación de protocolos clínicos basados en la evidencia, la intervención de los profesionales de la enfermería, un buen juicio clínico y conocimientos y experiencia en comunicaciones, tecnología e informática. Así, aunque para crear servicios de sanidad electrónica son necesarios conocimientos técnicos, la prestación de estos servicios a los ciudadanos también requiere grandes dotes de gestión y de trato con las personas, ya que a menudo los profesionales sanitarios tienen que tratar con personas en cualquier punto de la red. Aunque los conocimientos técnicos se refieren a las tecnologías de la comunicación utilizadas y a los procesos clínicos que estas tecnologías permiten, las dotes de trato con las personas tienen que ver con las relaciones entre el personal, los proveedores y los pacientes del sistema, y la forma de organizar estas relaciones. Además, la noción de 'funcionario público' en el sector de la sanidad necesita actualizarse para cumplir los requisitos y oportunidades de la sociedad de la información. La ética de servicio público sigue siendo vital en el sector. Sin embargo, en la era de la sanidad electrónica debería incorporar métodos de gestión de las relaciones con el cliente, medidas de la eficacia y técnicas modernas de gestión.

Para los ciudadanos/pacientes, la capacidad de beneficiarse de los avances de la sanidad electrónica depende crucialmente de su familiarización con la tecnología, de su interés en las TIC y en Internet en particular

Análogamente, para los ciudadanos/pacientes, la capacidad de beneficiarse de los avances de la sanidad electrónica depende crucialmente de su familiarización con la tecnología, de su interés en las TIC y en Internet en particular. Quien no tiene experiencia o interés en la informática y los aparatos electrónicos probablemente no será capaz ni deseará buscar información médica en Internet o recibir asistencia y ayuda a distancia. Por el contrario, quien ya utiliza los ordenadores o tiene deseos de aprender tecnología y de adquirir algunos conocimientos básicos sobre informática, es más probable que tenga una actitud positiva hacia las aplicaciones de la sanidad electrónica y se beneficie de su amplia implantación.

Cuadro 1. (Cuadro omitido)

¿Qué competencias y conocimientos son necesarios para la sanidad electrónica? Resultados de encuestasSe ha observado que los conocimientos y competencias en los nuevos modelos de prestación de asistencia sanitaria y los nuevos perfiles profesionales son vitales para la prestación de los servicios de sanidad electrónica, incluso para los más sencillos. Diversas encuestas han estudiado los tipos concretos de competencias y conocimientos que se consideran como vitales para la difusión y la aceptación de la sanidad electrónica. A continuación se enumeran algunos de los resultados clave de estos estudios relativos a los profesionales sanitarios y los ciudadanos:

En Estados Unidos, el proyecto de investigación en telepsiquiatría de Michigan identificó que la creación de confianza en el personal administrativo senior en relación con las capacidades y el uso de tecnologías era un tema importante en la prestación de servicios de sanidad electrónica (Whitten, P. y Rowe-Adjibogoun, J., 2002).

En el Reino Unido, una encuesta sobre el uso de Internet por parte del personal de atención primaria en Escocia dio como resultado que la falta de tiempo y la preocupación por la falta de los conocimientos necesarios eran las dos razones principales por las que no accedían a Internet (Wilson, 1999).

Una encuesta sobre las respuestas de los ATS a la telemedicina encontró que necesitan obtener conocimientos técnicos sobre cómo instalar, calibrar y hacer funcionar los equipos, así como reconocer y delimitar los problemas técnicos. Además, necesitan formación en la creación de equipos, de modo que sean capaces de crear y desarrollar aptitudes para resolver problemas como grupo (Dansky et al, 1999). Además, los ATS senior y los gestores del personal de enfermería también tienen que mentalizarse en cuanto al nuevo papel del ATS como 'ATS electrónico', con el fin de obtener una buena valoración y entender plenamente lo que hacen los enfermeros al teléfono y aceptar su nuevo papel (Larson-Dahn, 2002). La asistencia prestada por un ATS requiere aceptar los protocolos clínicos basados en la evidencia, los procedimientos de enfermería, un buen juicio clínico y los conocimientos y la experiencia en comunicaciones, tecnología e informática (Richardson, R.J., Schug, S.; Bywater, M.; Williams, D.L. 2002).

El liderazgo también aparece como muy importante, ya que el papel de 'campeón' se considera esencial para crear ilusión ante un nuevo proyecto de sanidad electrónica y mantener el interés entre los participantes cuando surgen problemas (Larson-Dahn 2002, Norris 2001). La encuesta sugiere que las habilidades que dependen de las personas, como la cooperación, el liderazgo y la creatividad son tan importantes como los avances tecnológicos, si no más (Bal y Lillis, 2000; Silver 2003).

En Europa, la encuesta SeniorWatch1 tuvo en cuenta la información recogida sobre la utilización de ordenadores, autoevaluación de conocimientos y actitudes hacia las nuevas tecnologías y propuso una tipología de la implicación informática de los ciudadanos. Según esta tipología, la mayoría de las personas mayores (más de 50 años) (69,7%) tienen conocimientos avanzados de TI o están familiarizados con el uso de los ordenadores o les gustaría aprender esta tecnología, mientras que el 31,3% no utilizan el ordenador o no quieren familiarizarse con esta tecnología. La proporción de usuarios disminuye con la edad, como también la proporción de personas familiarizadas con el ordenador.

Los resultados de la encuesta Flash del Eurobarómetro (2003) muestran que entre los usuarios de ordenadores sólo una pequeña proporción (23,1%) de individuos de la Unión Europea utiliza Internet para obtener información sobre salud. Una actitud positiva sobre Internet se aprecia entre la gente joven en comparación con las personas de más edad (55,7% en el grupo de 15-24 años frente a 26% en el grupo de más de 55 años).

Hacia una tipología de las competencias y conocimientos sobre sanidad electrónicaLos resultados de la encuesta anteriormente aludida sugieren que los conocimientos y competencias necesarios para la sanidad electrónica se pueden agrupar en los siguientes importantes grupos:

Conocimientos informáticos básicos: estos conocimientos incluyen el uso de ordenadores, el uso de tecnologías web para acceso a portales y para el uso de servicios personalizados, así como las aplicaciones de la sanidad electrónica para la prestación de servicios de teleasistencia sencillos.Conocimientos de tipo organizativo y de gestión: entre ellos se encuentran los denominados conocimientos 'blandos' similares a las competencias de liderazgo identificadas anteriormente en el artículo, que son necesarios para el desarrollo y prestación eficaz de los servicios de sanidad-e, así como para tratar con las nuevas estructuras organizativas, los nuevos modelos de prestación de servicios, los cambios en los métodos de trabajo, los nuevos perfiles de empleo, etc.Entendimiento profundo de las capacidades funcionales de las tecnologías y aplicaciones de la sanidad electrónica: engloba la capacidad de entender plenamente cómo las aplicaciones de la sanidad electrónica, por ejemplo, la gestión integrada de pacientes, las historias médicas electrónicas, las redes epidemiológicas, los dispositivos y servicios de teleasistencia y de vida independiente, se incorporan al sistema formal de prestación de asistencia sanitaria y se convierten en parte integral del mismo.Entendimiento profundo de los problemas jurídicos, éticos y económicos que rodean a la sanidad electrónica: esto significa las capacidades y los conocimientos necesarios que hay que adquirir para gestionar las relaciones entre los diferentes actores que intervienen en la sanidad electrónica, por ejemplo, identificar sus derechos y obligaciones, definir los acuerdos a nivel de servicio, entender los problemas relativos a la seguridad y confidencialidad de los datos personales y sanitarios, la forma de evitar o hacer frente a las malas prácticas, etc.Obsérvese que la clasificación propuesta no incluye intencionadamente los conocimientos técnicos avanzados, tales como gestión de la información, informática médica, diseño de software, etc. Estos conocimientos se pueden obtener formalmente y hoy en día son objeto de cursos específicos de postgrado diseñados especialmente para las necesidades de los profesionales sanitarios.

En los grupos anteriores destacan en particular los conocimientos necesarios de tipo 'blando', por contraposición con los conocimientos técnicos e informáticos avanzados más formales de tipo 'duro'. Esto se debe a que, como suelen demostrar las encuestas y los estudios de casos, los primeros son a menudo responsables de los débiles nexos de comunicación y flujos de información entre los actores del sistema. Además, dicha clasificación de conocimientos y competencias sugiere que algunos tipos de conocimientos, como los de informática básica, entender la complementariedad entre la práctica sanitaria tradicional y la sanidad electrónica, y sus implicaciones jurídicas y éticas, deberían ser generales para todos los grupos de usuarios, mientras que otros tipos son más específicos de aplicaciones determinadas de la sanidad electrónica.

Los conocimientos y competencias de la sanidad electrónica son particularmente necesarios en cuatro áreas importantes de aplicación de la sanidad-e: las políticas de salud pública, los servicios de información, la gestión de pacientes y los servicios de teleasistencia/vida independiente

Los conocimientos y competencias de la sanidad electrónica son particularmente necesarios en cuatro áreas importantes de aplicación de la sanidad-e (incluyendo sus subáreas):

Política de salud pública y prevención: se refiere a la recogida de información sobre sucesos sanitarios, información medioambiental e información socioeconómica que permite la minería de datos para la planificación estratégica de la sanidad. Entre los conocimientos esenciales para los profesionales sanitarios implicados en esta área se encuentran la capacidad de entender el diseño funcional y el uso de los servicios web personalizados, así como la capacidad de entender la estructura y las necesidades de información de la política de salud pública y prevención, con el fin de proponer nuevos algoritmos que se ajusten a los nuevos tipos de datos.Servicios de información para los ciudadanos: engloba las actividades que proporcionan información a los ciudadanos sobre cuestiones como consejos para una buena salud y estilo de vida y capacitarlos para saber cuándo es necesaria la ayuda profesional, y dónde y cómo obtenerla. Los conocimientos esenciales para los profesionales sanitarios de este grupo incluyen la capacidad para contribuir a estructurar y actualizar los servicios de información a los ciudadanos y para diseñar y utilizar funcionalmente los servicios web personalizados.Gestión integrada de pacientes y de las historias médicas: se refiere a las actividades relativas al acceso compartido seguro y eficiente de la información entre los profesionales de la asistencia sanitaria y de la asistencia social, y el establecimiento de un entorno para proporcionar ayuda a la gestión integrada de los pacientes. Los conocimientos esenciales para los profesionales incluidos en esta área son el diseño y el uso de los protocolos clínicos de sanidad electrónica basados en la evidencia, la capacidad para entender la estructura y las posibilidades funcionales de los sistemas integrados de gestión de los pacientes y de sus historias médicas, el funcionamiento, actualización y mantenimiento de las historias médicas integradas, y la gestión eficiente de la seguridad y confidencialidad de la información personal y sanitaria.Servicios de teleasistencia y vida independiente: comprenden las consultas a distancia, la asistencia remota a domicilio, la vigilancia de los signos vitales y los servicios para los ancianos y los discapacitados que les ayudan a vivir de modo independiente. Los conocimientos esenciales para los profesionales sanitarios incluidos en esta área son conocimientos técnicos básicos sobre cómo operar servicios de teleasistencia y de vida independiente, la capacidad para llegar a acuerdos a nivel de servicios de teleasistencia y de vida independiente con terceros, la capacidad para evaluar el equipo y los servicios prestados, y también la gestión de la seguridad y confidencialidad de la información personal y sanitaria.El futuro: recomendaciones para el futuro de la educación en sanidad electrónicaUna de las principales barreras para la adopción de la teleasistencia es la resistencia de los profesionales sanitarios -principalmente de los médicos- frente al uso de las nuevas tecnologías en su práctica diaria. Los resultados de las encuestas confirman que la incapacidad del personal sanitario para aceptar y gestionar el cambio es uno de los principales obstáculos para la implantación de la sanidad electrónica (Richardson et al., 2002). Los profesionales sanitarios son, en general, reacios al uso de equipos de alta tecnología para tratar a sus pacientes, sobre todo si el tratamiento tiene lugar a distancia. Suelen percibir la puesta en práctica de estos servicios como una amenaza a su autoridad. Desde otra perspectiva, para los profesionales sanitarios, la educación y la formación en TIC no encajan en su sobrecargado calendario y bajo ningún concepto sustituyen a las relaciones personales que establecen con sus pacientes. En el Reino Unido, por ejemplo, los médicos sostienen que en el cuarto y quinto años de su formación médica y en el primer año de experiencia como médicos de hospital no hay tiempo para aprender TIC porque su prioridad es el trabajo clínico, y en la práctica es muy difícil sacar tiempo para la formación en 'los sistemas TIC de moda' (Mansel y Curry, 2002).

Una de las principales barreras para la adopción de la teleasistencia es la resistencia de los profesionales sanitarios frente al uso de las nuevas tecnologías en su práctica diaria

Durante muchos años, la inclusión de conocimientos de tecnologías de la información en la formación de los profesionales sanitarios no ha sido prioritaria en la mayor parte de los países. Como consecuencia, se han producido discrepancias significativas en los sistemas sanitarios, ya que la escasa inversión actual en educación y formación profesional se ha estado produciendo en un entorno caracterizado por un rápido cambio organizativo y tecnológico. Hoy en día, la introducción de la informática médica en los planes de estudio de las facultades de medicina, tanto a nivel de licenciatura como de postgrado, gana cada vez más terreno, ya que se va reconociendo que la aptitud de los médicos para utilizar las TIC es vital para la gestión eficaz de la información médica. Se imparten cursos para dotar a los estudiantes de medicina y otros profesionales sanitarios de los conocimientos formales informáticos necesarios que les permitan funcionar como usuarios y productores de datos médicos. En la formación médica y en la enseñanza de la informática médica se suele hacer uso de Internet, ya que permite una mejor comunicación entre los participantes y una mejor ayuda a los estudiantes. Los principales objetivos de los cursos son (Parry et al, 2001):

Aumentar la comprensión por parte de los profesionales sanitarios de la informática sanitaria y de la tecnología de los ordenadores, incluyendo el uso eficaz de software habitual, herramientas de comunicación y algunos de los conceptos que subyacen en el uso de la informática en la asistencia sanitaria.Proporcionar el reconocimiento académico de los conocimientos informáticos mediante el correspondiente diploma.Crear una red de conocimientos y Llegar a todos los que trabajan en lugares relativamente alejados.No obstante, los conocimientos de tipo 'blando' son igualmente importantes, o más, para la transformación de un sistema de asistencia sanitaria en un sistema de sanidad electrónica. Por eso, un requisito previo importante para atraer cada vez a más profesionales a la enseñanza formal en informática médica es, en primer lugar, suscitar su concienciación sobre las posibilidades de las TIC, y ajustar las actuales mentalidades y actitudes a las nuevas normas y prácticas en la prestación de asistencia sanitaria. En otras palabras, además de los conocimientos informáticos básicos, los profesionales sanitarios tienen que tener la formación necesaria que les permita entender las capacidades funcionales de las tecnologías de la sanidad electrónica y sus aplicaciones, así como sus implicaciones jurídicas, éticas y económicas, con el fin de tener algo que decir en la elección y evaluación de la tecnología. Además, los conocimientos que dependen de las personas, como la cooperación, el liderazgo y la creatividad, son vitales a la hora de inspirar a los participantes y de mantener su interés cuando surgen los problemas.

Un requisito previo importante para atraer cada vez a más profesionales a la enseñanza formal en informática médica es, en primer lugar, suscitar su concienciación sobre las posibilidades de las TIC y ajustar las actuales mentalidades

Es preciso que la enseñanza médica continuada respalde este enfoque. De igual manera que otros profesionales (por ejemplo, ingenieros, industriales) se inscriben deliberadamente en cursos de postgrado para desarrollar las competencias esenciales de tipo técnico, organizativo y administrativo que necesitan para poder prestar a sus clientes servicios de valor añadido, los profesionales sanitarios también tienen que dotarse de los conocimientos de informática médica necesarios, así como de una comprensión básica de las implicaciones funcionales, jurídicas, éticas y económicas generales de la sanidad electrónica. Deben diseñarse más programas de formación dirigidos a todos los grupos de profesionales sanitarios -médicos, ATS y otros- de acuerdo con estas líneas. La importancia de la sanidad electrónica y la diversidad de sus servicios exige ser explicada mediante ejemplos concretos para que puedan apreciarse todas las ventajas y los mensajes clave lleguen a los grupos interdisciplinarios. Las tecnologías web y multimedia pueden efectivamente ayudar a la difusión de estos modelos de formación y establecer una infraestructura de sistemas interoperativos de formación en sanidad electrónica fáciles de utilizar por el usuario.

Palabras clavesanidad electrónica, conocimientos, competencias, educación, formación, pacientes, profesionales sanitarios

AgradecimientosEste artículo está basado en la investigación financiada por el proyecto IPTS/ESTO sobre 'Prospectiva en sanidad electrónica en el contexto de una sociedad europea que envejece. Cuantificación y definición de las necesidades'. Quisiéramos agradecer a nuestros socios del proyecto su información y asesoramiento.

Nota

  1. El proyecto SeniorWatch hizo una encuesta paneuropea a personas mayores de Europa sobre la sanidad electrónica y la telemedicina. El trabajo de campo fue llevado a cabo por organismos nacionales de todos los estados miembros de la Unión Europea. Se utilizó un muestreo aleatorio estratificado a nivel geográfico y sociodemográfico, con entrevistas telefónicas asistidas por ordenador. Las entrevistas se realizaron en junio y julio de 2001. Se realizaron 9.661 entrevistas en total. Los casos fueron ponderados según la cuota de población que los respectivos grupos de edad representan sobre la población anciana en cada país europeo.

Referencias

Ball, Marion J. y Lillis, Jennifer C., Health Information Systems: Challenges for the 21st Century, AACN Clinical Issues: Advanced Practice in Acute & Critical Care, vol.11(3), 2000. pp. 386-395. Dansky, K. H., Bowles, K. H., Britt, T. Nurse?s responses to telemedicine in home healthcare, Journal of Healthcare Information Management, vol. 13(4), 1999, accesible en http://www.hometelecare.info/publica_3.htm Encuesta Flash de Eurobarómetro nº 58.0. European Union citizens and sources of information about health, marzo 2003. Grimson, J. et.al. A multimedia approach to raising awareness of information and communications technology amongst healthcare professionals. International Journal of Medical Informatics, vol. 58-59, 2000, pp.. 297-305. Larson-Dahn, M. L. Tel-eNurse Practice: A Practice Model for Role Expansion, Journal of Nursing Administration, vol. 30(11), 2000. pp. 519-523. Mansell, R y Curry, R. Emergency healthcare: An emergent knowledge-driven system. Capítulo preparado para P.A. David, D. Foray y J. Mairesse (eds) The Public Dimensions of the Knowledge-driven Economy [título provisional], libro o informe de próxima aparición en 2003 a cargo de la OCDE/CERI. Parry, D., A. Holt y J. Gillies, Using the Internet to teach health informatics: A case study. Journal of Medical Internet Research, vol. 3 (suppl. 2), 2001. Richardson, R.J., Schug, S., Bywater, M., Williams, D.L. Position Report for the development of ehealth in Europe, informe EHTEL 2002, accesible en

http://www.ehtel.org/SHBlob.asp?WCI= ShowD&F=english%2Fdti44979%2FPosition+Paper+on+Development+of+ehealth+Europe.pdfSchwartz, R. & C. Pogge. Physician Leadership: Essential skills in a changing environment. The American Journal of Surgery, vol. 180, 2000, pp. 187-192. Silber, D. The Case for ehealth, Presentado en la primera conferencia de alto nivel de la Comisión Europea sobre sanidad electrónica, 22/23 de mayo de 2003 accesible en http://europa.eu.int/information_society/eeurope

ehealth/conference/2003/doc/the_case_for_ehealth.pdf Whitten, P., Rowe-Adjibogoun, J. Success and failure in a Michigan telepsychiatry programme. Journal of Telemedicine and Telecare, vol. 8 (Suppl. 3): S3, 2002. pp. 75 77. Wilson, S. Impact of the Internet on Primary Care Staff in Glasgow. Journal of Medical Internet Research, vol. 1(2), 1999. ContactosAnastasia Constantelou, Universidad del Egeo, Chios, Grecia

Tel.: +30 227 10 35 461, correo electrónico: a.kostantelou@fme.aegean.gr

Vasiliki Karounou, Universidad Técnica Nacional de Atenas, Grecia

Tel.: + 30 (210) 772 14 50, correo electrónico: karounou@netmode.ntua.gr

Marcelino Cabrera, IPTS

Tel.: +34 95 448 83 62, fax: +34 95 448 83 39,

correo electrónico: marcelino.cabrera.jrc.es

Sobre los autores

Anastasia Constantelou es doctora en Estudios de Política Científica y Tecnológica por el SPRU de la Universidad de Sussex. Ha sido asesora de la OCDE y Colaborador Científico en el Instituto de Informática y Sistemas de Comunicación de la Universidad Técnica Nacional de Atenas. Recientemente ha sido nombrada Profesora Asociada de Gestión de la Innovación en la Universidad del Egeo. Sus líneas de investigación se centran en la economía de la ciencia y la tecnología, la política de innovación y las implicaciones socioeconómicas de la sociedad de la información.

Vasiliki Karounou es licenciada en Administración de Empresas, Estadística Aplicada y Análisis de Sistemas. Ha participado activamente en varios proyectos y ha trabajado en el desarrollo de sistemas de información en los sectores público y privado. Desde 1992 trabaja en el campo de la informática médica como investigador asociado en la Universidad Técnica Nacional de Atenas. Actualmente trabaja como consultora independiente en cuestiones de sanidad electrónica para el Ministerio de Sanidad de Grecia, la Región Sanitaria de las Islas Jónicas y el control de enfermedades infecciosas en Grecia.

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