Los condicionamientos y los márgenes de intervención en la designación de los titulares de los órganos y puestos directivos en las administraciones y entidades del sector público
| Autor | Miguel Sánchez Morón |
| Cargo del Autor | Catedrático de Derecho Administrativo |
| Páginas | 27-39 |
Los condicionamientos y los márgenes
de intervención en la designación de
los titulares de los órganos y puestos
directivos en las administraciones y
entidades del sector público
Miguel Sánchez Morón
Catedrático de Derecho Administrativo
Universidad de Alcalá
1. Tiene todo sentido incluir una ponencia sobre la designación de
los directivos públicos —e incluso debería añadirse sobre los condi-
cionamientos de su cese y otros aspectos de su estatuto jurídico— en
una jornada dedicada al estudio de la integridad y la corrupción en
el ámbito del empleo público. Aunque pueden parecer dos cuestiones
muy dispares, lo cierto es que de hecho existe una cierta relación,
un cierto vínculo en términos de probabilidad, entre los episodios de
corrupción y la cobertura de puestos de responsabilidad en el ámbito
público mediante criterios de conanza política o personal.
En realidad, el propio modelo burocrático profesional de corte we-
beriano, basado en la función pública de carrera, nació para solventar
no solo problemas de ineciencia sino también de corrupción y vena-
lidad. Así puede decirse de la administración prusiana desde el siglo
XVIII, como de la británica que se modela a mediados del XIX en
virtud del Informe Northcote-Trevelyan, de la administración federal
norteamericana tras la ley Pendleton de 1883, o incluso de las refor-
mas de la era Meiji en Japón iniciadas en 1868. De hecho, solo donde
se ha consolidado una burocracia profesional y estable —en los países
europeos, anglosajones y algunos asiáticos— ha sido posible eliminar
o al menos reducir sensiblemente ese sistema de corrupción difusa
que se mantiene en otros, entre ellos la mayor parte de los de América
Latina y África, Asia Central o incluso la Europa del Este. Entiendo
por corrupción difusa aquella de la que participa, en mayor o menor
medida, la generalidad o una parte muy extendida de los empleados
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