Aplicación de procedimientos alternativos de solución de conflictos a un caso concreto: la desintegración de la antigua Yugoslavia

AutorAngelines Cano Linares
Cargo del AutorProfesora de Derecho Internacional Público de U.R.J.C.
Páginas267-290
I Introducción

En un momento histórico, los primeros años de la última década del siglo XX, en el que la Comunidad Internacional en su conjunto se encontraba llena de ilusión por las positivas connotaciones que comportaba el fin de la guerra fría, con la posible instauración de un Nuevo Orden Mundial, al tiempo que los Estados Miembros de la Comunidad Europea trataban de sentar las primeras bases de una Política Exterior y de Seguridad Común, la crisis que estalló en los Balcanes supuso un nuevo y amenazador reto.

Un conflicto, en realidad una convergencia y sucesión de conflictos, que puso a prueba los procedimientos de arreglo pacífico de controversias, los me-Page 268canismos de gestión de crisis y el entonces recién reestrenado sistema de seguridad colectiva establecido en la Carta de las Naciones Unidas.

Así, la complejidad del supuesto de hecho y su extensión en el tiempo permitieron poner a prueba algunos de los mecanismos existentes. Esto exigió un gran esfuerzo diplomático no exento de buenas dosis de imaginación lo que permite que este supuesto se pueda considerar como un banco de pruebas para todos los mecanismos de arreglo de controversias existentes, desde la negociación al arreglo judicial además de haber sido el precursor de uno de los grandes logros de los últimos años: la creación de la Corte Penal Internacional.

Esa sucesiva diversidad de situaciones conflictivas (algunas de las cuales provocaron que se desencadenaran sangrientos enfrentamientos armados) dio lugar a que tuvieran cabida prácticamente todos los procedimientos de arreglo pacífico recogidos en el artículo 33.1 de la Carta de las Naciones Unidas1, así como el establecimiento de algunos completamente novedosos que han tenido una gran incidencia en el desarrollo posterior del Derecho Internacional Público2.

Sólo uno de los procedimientos recogidos en esa disposición, las negociaciones, entendidas como procedimiento independiente de auto solución y, por tanto, sin intervención de tercero no ha sido utilizado por las partes desde que el Consejo de Seguridad, en nombre de los Estados Miembros de las Naciones Unidas3, adoptara la primera de sus resoluciones en relación con este asunto. La primera actuación del Consejo de Seguridad respecto a Yugoslavia tuvo lugar el mismo día en que se hizo efectiva la independencia de Eslovenia y Croacia y fue acogida con absoluto beneplácito por las autoridades federales Page 269 yugoslavas, que se esforzaban en aquel momento por conservar la integridad de la Federación que representaban4.

Evidentemente, una vez desencadenados sobre el terreno los enfrentamientos armados no hubo posibilidad alguna de negociación directa entre las partes.

No obstante, los muy diversos procedimientos a los que recurrió la Comunidad Internacional para lograr la solución del conflicto convergieron todos ellos en un único y principal objetivo: alcanzar un acuerdo; en realidad sucesivos acuerdos, uno para cada una de las etapas que se produjeron, entre las diferentes partes del conflicto.

Ello pone de manifiesto algunos de los más significativos cambios acontecidos a lo largo del siglo XX. Entre estos, las novedosas características de los conflictos internacionales surgidos en sus últimas décadas: conflictos internos internacionalizados, la consecución de un acuerdo entre las partes como eje central de la actuación de la Comunidad Internacional, con el recurso a "todos los medios necesarios" para lograr su consecución, cuando así se considerase conveniente. Asímismo, como recordara S. M. SCHWEBEL, cabe afirmar que, tras un siglo de experiencia, el arreglo judicial no engendra en sí mismo la paz, sino que es una situación de paz la que conduce al arreglo judicial de las controversias5.

II Confluencia y sucesión de conflictos y actuaciones en la antigua Yugoslavia
1. Antecedentes del conflicto

El conflicto en la región de los Balcanes, en el territorio de la antigua República Federativa Socialista de Yugoslavia6 tuvo su origen inmediato en el Page 270 proceso de transformación del Estado, de carácter federal y socialista, para dotarse de una nueva Constitución que se ajustara a los parámetros de las democracias occidentales con economía de libre mercado.

No obstante, debe señalarse que esa circunstancia solo fue el desencadenante inmediato, en una región compleja y de trágica y sangrienta historia. Sus peculiaridades, disparidad y mosaico étnico, con falta de continuidad territorial de los diferentes grupos nacionales, no son sino el resultado de un pasado fuertemente condicionado por su situación geográfica7.

Así, la última Constitución yugoslava, aprobada en 1974 por el Mariscal Tito, había representado un importante esfuerzo, impuesto con mano de hierro, para aunar, compensar y equilibrar la pluralidad étnica, religiosa, social y económica que conformaba la población del territorio yugoslavo, estableciendo la última de las demarcaciones republicanas y reconociendo oficialmente la diversidad de nacionalidades, que convivían bajo ese único Estado8.

Por ello, el problema de los nacionales serbios, repartidos entre las diferentes Repúblicas del antiguo Estado, ha sido el denominador común de los Page 271 sucesivos conflictos surgidos en la antigua Yugoslavia, ya que los serbios solo podían ser todos ellos nacionales de un único y mismo Estado bajo una Yugoslavia unida, en la que constituían la minoría nacional mayoritaria.

Esta circunstancia indujo que, tanto en el inicial proceso negociador para la transformación del Estado como posteriormente, frente a la desintegración, los serbios cuestionaran las que fueran fronteras republicanas de Croacia y Bosnia-Herzegovina. Ello provocó finalmente la quiebra sangrienta del Estado.

2. Fases del conflicto
A) La fase interna y la internacionalización del conflicto

En efecto, tras la desaparición de la Liga Comunista Yugoslava, la Federación Yugoslava afrontó el reto de la transición y de la necesaria modificación de la Constitución vigente desde 1974.

El difícil equilibrio constitucional no superó el reto de la transformación. A ello contribuyó, la celebración de las primeras elecciones plurales y libres en las seis Repúblicas federadas que, con componentes de marcado carácter nacionalista, arrojaron unos resultados acordes con los muy diferentes panoramas socio-político de cada una de ellas.

Así, en Eslovenia y Croacia ganaron las opciones nacionalistas, mientras que en Serbia y Montenegro se mantuvieron en el poder, con denominación socialista y discurso nacionalista, los antiguos dirigentes comunistas9. En Bosnia-Herzegovina y Macedonia los votos se repartieron respondiendo con exactitud a la pluralidad nacional de ambas. Por otro lado, también jugó un papel importante la contraposición de los intereses económicos de las Repúblicas del Norte, Eslovenia y Croacia, más desarrolladas que el resto de la Federación y defensoras de un modelo confederal de Estado, con los defendidos por Serbia y Montenegro, partidarias de conservar los vínculos federales existentes y mantener la hegemonía de la que disfrutaban a nivel federal.

La divergencia de planteamientos entre las diferentes Repúblicas federadas imposibilitó que el Gobierno federal pudiera liderar una transición y transformación pacífica del Estado, produciéndose el colapso de las negociaciones acerca del futuro modelo de Estado. Esto comportó que Eslovenia y Croacia ejercieran el derecho de secesión formalmente reconocido en la Cons-Page 272titución federal y proclamaran, unilateralmente, su independencia el 25 de junio de 1991 y con ello la internacionalización del conflicto, con el papel protagonista desempeñado, en ese primer momento, por los Estados Miembros de la Comunidad Europea.

No obstante, tras los esfuerzos pacificadores de la Comunidad Europea, ambas Repúblicas pospusieron su independencia hasta el 25 de septiembre de 1991. Sin embargo, tales proclamaciones provocaron la reacción inmediata del Ejército Popular Yugoslavo y su intervención, en defensa de la integridad territorial del Estado, aún cuando estuviera prácticamente al servicio de los intereses de los serbios, por ser ésta la nacionalidad de la mayoría de su oficialidad.

El carácter federal del Estado y la existencia de las unidades de Defensa Popular, propias de cada una de las Repúblicas federadas, facilitaron la resistencia armada de las Repúblicas secesionistas. El Ejército Popular Yugoslavo, por su parte, se limitó esencialmente a tomar el control de aquellas zonas habitadas mayoritariamente por los serbios, algo que solo ocurría en Croacia.

Por el contrario, en Eslovenia, debido a la homogeneidad étnica de la República, los enfrentamientos armados apenas duraron un mes, ya que los mediadores comunitarios no se enfrentaron a excesivos problemas para alcanzar un acuerdo de retirada del Ejército yugoslavo de esta República. Con la salida del Ejército, Eslovenia logró su independencia efectiva.

Por otro lado, tras la firma, en Igalo, de los acuerdos de alto el fuego de 17 de septiembre de 1991, quedaron configuradas las primeras líneas del frente en territorio croata. El 25 de septiembre de 1991, Eslovenia y Croacia hicieron efectivas sus respectivas y pospuestas declaraciones de independencia, aún cuando el Gobierno de Zagreb no controlase una parte de su territorio, en poder de los serbios de esa región con el respaldo del Ejército Yugoslavo10.

En ese contexto, a petición de numerosos Estados, básicamente occidentales y vecinos fronterizos11, y en apoyo de los esfuerzos en pro de la paz emprendidos por los Estados miembros...

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