Conclusiones generales

AutorJosé Ignacio Cano Martínez de Velasco

Es en los Estados Unidos de América donde surge por primera vez la idea de vender a plazos. La economía americana, una vez que se recuperó de la depresión del veintinueve, entró en una fase de notable fertilidad productiva. Pero los consumidores, en general, no eran capaces de pagar al contado. Nada más fácil, aparentemente con nuestra actual mentalidad, de solucionar: vender a plazos. Con ello se daba saldia a un montón cada vez mayor de stoks, colocándolos en condición de ser vendidos en el mercado libre. Pero, había que inventar también una garantía suficiente para que el vendedor, que cedía por de pronto la posesión y el uso de la cosa mueble, no la perdiera o, si la recuperaba por el impago del precio, no perdiera su valor en uso. Tratándose de cosas muebles, se consideraron insuficientes garantías al efecto la prenda o la hipoteca, pues atribuían al vendedor solamente la facultad de conseguir, en su caso, el valor en venta (en pública subasta) de la cosa, pero no la cosa misma en substancia. Por ello, si, mediante una cláusula usual, se constituía al vendedor en dueño provisional durante la ejecución del contrato (pago del precio aplazado), se aseguraba que pudiera, en su caso, reivindicar la cosa misma y no solamente su valor en venta. La venta a plazos con reserva de propiedad era, por lo tanto, perfectamente idónea para animar a los vendedores a lanzar sus stoks al mercado y para alentar a adquirirlos a los consumidores incapaces de pagar al contado. Esta fórmula empieza, por otra parte, a manifestarse especialmente inteligente, pues, al principio, se vendían a plazos con reserva de dominio utensilios y bienes de equipo, con cuya explotación el comprador iba pagando los plazos del precio. Después se da un paso adelante al vender así bienes muebles no productivos, con lo que el pago del precio se basaba en la esperanza de la nómina. Finalmente, la fórmula se generaliza mediante su extensión a los bienes inmuebles. Especialmente la necesidad de vivienda en la sociedad industrial de la selva urbana permite arbitrar la solución de su venta a plazos con reserva. La cual ha dado excelentes resultados, pese a ser lo normal la garantía hipotecaria. Puede decirse que la venta a plazos con reserva de propiedad ha relanzado el mercado libre de occidente. Y no solamente esto, sino además indirectamente ha provocado un modelo social igualitario, siendo un instrumento de socialziación. Pues ha permitido alcanzar bienes de todo tipo a clases...

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