Conclusiones
| Autor | Lucia Cristea Uivaru |
| Cargo del Autor | Doctora en Derecho por la Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona |
| Páginas | 319-322 |
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Conclusiones
Tras centrar conceptualmente las nociones de datos de salud e historia clínica,
fenómenos muy vinculados a la actual coyuntura social y en particular desde la pers-
pectiva jurídica de su protección frente a los avances tecnológicos; ante la inminente
implementación del Big Data en el sector sanitario y con la próxima entrada en
vigencia en mayo del año 2018 del Reglamento General de Protección de Datos, he-
mos podido comprobar cómo los actuales modelos normativos existentes en materia
de protección de datos tanto en la UE como en España, no siempre son compatibles
con el respeto y las garantías de la privacidad e intimidad del individuo. El análisis
jurídico ha sido realizado desde la perspectiva del derecho español, con los matices
autonómicos y la clara inuencia comunitaria. Después de analizar los conceptos en
torno a los datos de carácter sensible y la incorporación de éstos datos en la historia
clínica digital, hemos detallado la protección legal de la que gozan tales derechos en
nuestro ordenamiento en la Primera Parte de éste estudio, para luego comparar con
la legislación europea que deberá implementarse en los próximos años, en la Segun-
da Parte de este trabajo, haciendo especial referencia al Big Data en salud, y de todo
ello, podemos extraer las siguientes conclusiones:
Primera. Los avances tecnológicos hacen que nos preguntemos cómo se han
de actualizar las normas vigentes a n de evitar intromisiones en nuestros
datos más personales, y dentro de éstos datos, a los que deben recibir una
especial protección por su carácter sensible, los datos de salud. La protección
de los datos de carácter personal resulta una tarea ardua desde el punto de
vista jurídico. Sostenemos esto, porque los datos y la información que ellos
contienen sobre las personas, están en constante movimiento y evolución a la
par de las nuevas tecnologías, por tanto, la normativa siempre va a ir por de-
trás de los avances tecnológicos que prosperan a un ritmo vertiginoso. Antes
nos preocupábamos por la información sanitaria contenida en las historias
clínicas, luego por la información de salud que contienen nuestros propios
dispositivos móviles a través de las apps, el futuro se basa en los relojes que
serán capaces de almacenar y gestionar información y lo preocupante de ello
es el Big Data sanitario que recoge toda esta información y aún no está claro
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