Conclusiones
| Autor | Sofía Arana Landín |
| Cargo del Autor | Profesora de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad del País Vasco |
| Páginas | 227-232 |
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Un buen punto de partida para la configuración de cualquier sistema tributario debe pasar por prestar a la sociología tributaria la atención que merece. Los diferentes estudios en esta materia habrán de estar presentes como soporte y base que sirva para apoyar las medidas, tanto normativas como no normativas, adecuadas al fin del cumplimiento voluntario.
Entre las medidas no normativas resulta un buen paso una adecuada educación en materia cívico-tributaria que contribuya a dotar, especialmente a nuestros jóvenes, de una comprensión de la verdadera importancia del cumplimiento voluntario con las obligaciones tributarias a fin de crear una conciencia social con respecto a las mismas. La inclusión a partir del curso 2007-2008 de la asignatura "Educación para la ciudadanía" dentro del programa de enseñanza obligatoria parece un primer paso adecuado en este sentido.
La Administración integrada que incluya todo tipo de tributos y cotizaciones a la Seguridad Social, como es el caso de los Estados Unidos, puede llegar a ser un objetivo que contribuya a simplificar y reducir gastos contribuyendo a mejorar la comprensión del sistema. Además, los diferentes estudios de sociología tributaria demuestran que el mayor grado de conformidad con el gasto es precisamente el realizado en este ámbito, de modo que puede contribuir a una mejor percepción de la función utilitarista y redistribuidora del sistema.
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Debemos tender a una Administración de los ciudadanos, una Administración que trabaje por y para los ciudadanos y que los mismos así lo sientan. De este modo, su seguridad jurídica habrá de tender al máximo grado, ya que un mínimo grado de inseguridad jurídica puede llegar a resultar devastador para los obligados tributarios. Es por ello por lo que, entre otras medidas a adoptarse en este ámbito, se hace urgente una simplificación del sistema, ámbito en el que queda mucho por hacer para ser percibido como útil, justo y comprensible. Una simplificación normativa y una buena técnica jurídica se hacen un punto de partida imprescindible, ya que incentivan el cumplimiento voluntario facilitando a la vez el control. Resulta injusto exigir cada vez mayores obligaciones y ampliar el número de obligados tributarios, sin facilitar a la vez la labor de comprensión de dichas obligaciones. Al igual que ocurre con la comprensión de las sanciones, una buena comprensión del sistema resulta fundamental para garantizar el cumplimiento y evitaría en gran medida el problema de saturación de litigios al que debemos hacer frente. Problema que también podría ser resuelto, en muchas ocasiones, con formas de resolución de conflictos de las que todavía no hacemos el buen uso que debiéramos.
Se hace deseable un sistema que ofrezca facilidades a aquellos que deseen cumplir diligentemente con sus obligaciones tributarias a la vez que se luche eficazmente contra el fraude fiscal. No se debe perder de vista la posible existencia de una...
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