La comunicación y su modernización
| Autor | Antonio Lucas Marín y Kenia R. Del Orbe Ayala |
| Cargo del Autor | Universidad Complutense de Madrid/Universidad Rey Juan Carlos |
| Páginas | 254-273 |
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LA COMUNICACIÓN Y SU MODERNIZACIÓN
1
Antonio Lucas Marín
Universidad Complutense de Madrid
Kenia R. Del Orbe Ayala
Universidad Rey Juan Carlos
1. LA CRECIENTE IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN
El estudio de la comunicación humana debe partir de la premisa de que, al ser su
realidad tan evidente y extendida, tan natural e invisible, la reflexión sobre los hechos
puramente comunicativos ha sido abordada, con un carácter sistemático y científico,
muy recientemente. Se ha tomado conciencia de su importancia con la extensión de los
medios de comunicación de masas, que empiezan a ser considerados como el cuarto
poder a principios del siglo XX, y llaman tardíamente la atención de las ciencias
sociales, en especial de la Sociología, la Psicología Social y la Ciencia Política, hasta
formar un campo casi independiente de investigación. Pero, en las últimas décadas,
más allá de los mass media, con la valoración creciente de las tecnologías de la
información (TI) y su posterior énfasis en las tecnologías de la información y la
comunicación (TIC), se ha hecho cada vez más evidente la necesidad de este campo de
conocimiento centrado en los problemas comunicativos.
En este capítulo, ofrecemos un repaso a los diferentes modelos de comunicación.
Estos modelos dependen del tipo de relación, circunstancias y existencia de mediación
o no entre el emisor y el receptor, así como del número de cada uno de estos sujetos
existentes en cada caso –uno, varios, muchos o muchísimos–; no obstante, se centrará
la atención en la comunicación mediada y las diferentes teorías surgidas desde que, en
los años veinte, los estudiosos comenzaron a percibir los efectos de los medios de
comunicación hasta llegar al proceso de modernización.
En los últimos siglos se ha ido haciendo evidente la importancia de la
comunicación en la vida humana. Se ha llegado a afirmar que la historia de la
comunicación es la historia de la ampliación de la capacidad comunicativa. Aunque las
ciencias sociales tardaron tiempo en centrar su atención en los problemas
1 Algunas de las reflexiones que presentamos en este capítulo se derivan de publicaciones
anteriores que h emos realizados. Aunque, con el paso de los años hemos nos hemos visto en la
necesidad de ampliar y actualizar algunos conceptos:
Lucas-Marín, A. (2006). Las tecnologías de la información y la comunicación: cambios en el
modelo de comunicación. Hologramática III, 4 (1), 15-33 https://bit.ly/3jTQYVl
Lucas-Marín, A. (2009). La nueva comunicación. Editorial Trotta, SA.
Lucas, A., y Del Orbe, K.
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comunicativos, cada vez está más claro que la información trasladada y compartida ha
sido fundamental en la formación y evolución de la sociedad.
Merece la pena interesarnos en la creciente ampliación de la capacidad
comunicativa humana que, a mediados del siglo pasado, hizo necesario centrar la
atención en su estudio de forma positiva y empírica. Se centró el interés en dar
sar
ayudado a multiplicar sus efectos. Y han dado lugar a un campo de estudio e
investigación autónomo.
Tras la gran transformación que supuso en el siglo XVIII la revolución industrial,
el cambio radical en los procesos productivos y los paralelos cambios sociales que le
acompañan dan lugar a las sociedades industriales. Asistimos durante el siglo XIX a la
extensión de sus efectos patentes en casi todo el mundo. La sociedad industrial se va
transformando en la mitad del siglo XX en postindustrial o con más precisión en
informacional. Con la aparición de los ordenadores el cambio productivo se acelera y
también el cambio social, y las nuevas tecnologías van siendo un elemento básico. El
elemento con el que se trabaja es la información, que es la materia prima de los
ordenadores.
1.1. La ampliación de la capacidad comunicativa
Desde otro punto de vista, la ampliación de la capacidad comunicativa puede
verse como una tendencia de la evolución histórica impulsada por la técnica, con unas
etapas claras iniciales, tal y como especificó Marshall McLuhan (1962): el punto de
partida es la Galaxia tribal. Es indudable que el paso de la vida rural a la urbana
supone, fundamentalmente, una multiplicación inaudita de las posibilidades de
comunicación en todos los campos de la vida; el ágora, hasta en su expresión más
modesta de la minúscula plaza de una aldea tribal, cambia las expectativas y
costumbres de la vida aislada o de los límites afectivos de la familia. Más importante es
el paso de la Galaxia tribal, dominada por los medios orales de comunicación, a la
Galaxia Gutenberg, con el alfabeto fonético como nuevo medio de intercambio de
experiencias y significados reproducidos mecánicamente. Pero el posterior
advenimiento de la electricidad y su generalización, a principios del siglo XX, ha
hecho posible la Galaxia Marconi donde, primero, la radio y el cine y, posteriormente,
la televisión ha ampliado nuevamente las posibilidades de comunicación. En los
últimos años hemos pasado a la Galaxia electrónica, impulsada por el ordenador,
Internet, las páginas web y el teléfono móvil, con unos horizontes ilimitados de
intercambio y acumulación de mensajes.
Podemos ver, la ampliación de la capacidad comunicativa en sus aspectos más
cuantitativos: mayor cantidad de emisores, un número superior de receptores y muchos
más mensajes. Ampliación, que ha multiplicado los mensajes disponibles gracias a la
utilización de las tecnologías informáticas, ha conducido a problemas nuevos por la
limitada capacidad de los receptores, que, ante la saturación a que parecen abocados, es
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