Comentarios finales

AutorElia Patricia Neri Guajardo
Páginas367-370

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Al final de la Primera Guerra mundial, se afirmó que esa sería la guerra que pondría fin a todas las guerras. Cuando concluyó la Segunda, se dijo ¡Nunca

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Más! Sin embargo, desde 1949 a la fecha, se han desarrollado a lo largo de la geografía mundial, innumerables conflictos. La sociedad moderna y civilizada, observó que en las dictaduras latinoamericanas se torturó y eliminó por miles al disidente político; como se llevó a cabo el genocidio guatemalteco, donde doscientas mil personas fueron masacradas: igualmente observó el genocidio ruandés, donde en cien días se dio muerte a casi cuatro millones de hutus.

La sociedad moderna y civilizada ha presenciado como los niños y niñas, han sido reclutados en los ejércitos y se han visto involucrados en la comisión de crímenes de guerra. También ha advertido, como la intolerancia llevada a extremos inconcebibles, busca cambiar la composición racial de una población entera, a través de la violación sistemática y el embarazo forzado de su población femenina.

Modernidad y violaciones masivas y sistemáticas a derechos humanos, han convivido desde el final de la Segunda Mundial y hasta la primera década del siglo XXI. Durante este período, ha caído el Muro de Berlín, se ha posibilitado la reunificación alemana y la globalización -inclusive la jurídica- con el establecimiento de una Corte Penal Internacional. En este contexto se ha pretendido a través del derecho internacional, llevar ante la acción de la justicia a los responsables de la comisión de crímenes internacionales.

Sin embargo, la realización o no de un nuevo genocidio, no se encuentra sujeta a su tipificación legal, ni tampoco a sus consecuencias jurídicas. Son otros espacios y otros sujetos, los que pueden determinar su ejecución y los datos hasta ahora visibles sugieren, que el genocidio en ciernes, puede incluso ser de una gravedad extrema con relación a la Shoah.

La sociedad actual, denominada también sociedad de consumo en virtud de encontrarse inmersa en el capitalismo avanzado, pone de manifiesto como señala Bauman, a los parias de la modernidad.55Seres humanos que se han visto despojados de los modos y medios de supervivencia acostumbrados, son considerados superfluos, en virtud de que el progreso tecnológico actual, cada vez requiere menor fuerza de trabajo. La modernidad y la ciencia, han logrado superar el arado y la fábrica, el microchip y la robótica desarrollan las actividades otrora realizadas por personas...

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