Cimientos para el Comercio Electrónico.

AutorCarlos Sánchez Almeida
CargoBufete Almeida.

El nuevo debate de Kriptópolis no puede ser más sugerente, por la cuestión planteada: "¿Qué impide que el comercio electrónico se convierta en una realidad cotidiana en nuestro entorno?". Y claro, me he puesto a pensar después de comer, lo que siempre es una fuente de problemas. Debería dedicar más tiempo a la siesta, y dejarme de especulaciones filosóficas.

Lo que me ha venido a la cabeza es que el comercio electrónico debe generarse de la misma forma que empezó el comercio tradicional. De la permuta se pasó a la moneda, y de ésta a la letra de cambio, evolucionando posteriormente a las transacciones internacionales, la bolsa y las finanzas.

No se puede pretender construir la futura sociedad de la información empezando por el tejado. Los cimientos en los que debe asentarse son la confianza recíproca y la buena fe mercantil. La ingeniería financiera y los masters no sirven de nada si no se saben cuáles son las preocupaciones del ciudadano de a pie. Y la primera es que Internet da miedo. Y da miedo porque no se apuesta seriamente por la criptografía, porque iniciativas como el artículo 52 y Wasenaar son el peor freno que se puede poner al comercio electrónico. Internet ha de ser libre, no un coto del Gran Hermano, y esa libertad individual se traducirá en libertad económica. Cuando todas las empresas se empiecen a plantear seriamente que el correo electrónico no pueden ser tarjetas postales, como son ahora los mensajes de la mayor parte de empresas, e incluso consultorías, habremos sentado las bases. El...

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