CFD´s

AutorSoledad Pellón
Páginas199-215

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1. Historia de los CFDs

No se sabe exactamente cuándo se realizó la primera transacción con CFDs. Algunas fuentes apuntan a que los primeros CFDs fueron negociados entre profesionales de los mercados financieros y el broker de corretaje británico Smith New Court (posterior-mente adquirido por Merrill Lynch) para poder facilitar las ventas en descubierto a los Hedge Funds a principios de los 90 aunque hay algunos autores que datan sus inicios a finales de los 80 en Inglaterra. Entonces las operaciones de CFDs podrían asemejarse a un swap o lo que es lo mismo, un intercambio de flujos financieros futuros.

Lo que está claro es que a finales de los 90 empezaron a ser un producto muy popular en Reino Unido. Las finanzas han ido evolucionando a medida que las necesidades de los ciudadanos cambiaban y esta es unas razones por las que productos como los CFDs surgieron en los mercados. La necesidad principal para la que surgieron fue la cobertura. Es decir, si tengo mucha exposición a un producto y quiero cubrir el riesgo de eventuales cambios en su precio. Esto es lo que hicieron las compañías eléctricas con los CFDs a finales de los 90, cubrir el riesgo de fluctuaciones del precio de sus servicios.

Si bien es cierto que no hay un consenso claro en torno al momento exacto en el que surgieron estos contratos también lo es que durante los primeros años, eran exclusivos para entes institucionales, principalmente entidades financieras con cierto poder adquisitivo, dejando fuera al pequeño inversor. Sin embargo, a finales de los 90 se empezó a comercializar para los inversores particulares siendo ya accesibles a cualquier persona. Gerrard and National Intercommodities (GNI) fue quien lanzó la primera plataforma electrónica de negociación para invertir en CFDs y la que dio acceso a los particulares a un producto tan sofisticado y exclusivo como eran hasta entonces los CFDs. Los particulares británicos fueron los primeros en poder hacer este tipo de operaciones y es por eso por lo que ahí es un producto tan implantado en la vida normal. Quien más quien menos en Londres, la ciudad de las finanzas, ha hecho alguna operación en CFDs o por lo menos sabe de la existencia de este producto. Aunque quizá en Reino Unido el éxito se lo

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lleva el "Spread betting" un producto muy similar pero exento de cargas fiscales y por tanto exclusivo para los residentes en dicho país.

La entrada de los CFDs en España:

El 1 de noviembre de 2007 entró en vigor en Europa la directiva europea sobre los mercados de instrumentos financieros más conocida como MiFID (Makets in financial Instruments Directive). Esta nueva normativa permitió unificar los criterios legales sobre finanzas a nivel europeo y permitió la expansión de los CFDs por Europa. Pese a ser un producto relativamente nuevo en nuestro país no es una nueva creación dado que en Reino Unido los CFDs llevaban ya en 2007 cerca de 10 años en el mercado. La normativa MiFID tan sólo permitió su difusión.

La implantación de esta normativa MiFID coincidió en el tiempo con la crisis financiera con lo que no parecía el mejor momento para introducir nuevos productos financieros en los mercados. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario. Los inversores encontraron en los CFDs la oportunidad para poder sacarle rentabilidad a sus inversiones cuando los mercados caían y por tanto el éxito del producto tanto en España como en el resto de los países europeos fue "in crescendo". En 2007 tan sólo un par de Brokers españoles los ofrecían. Un año después ya había cerca de 10 compañías ofreciendo CFDs en España.

Como curiosidad podemos decir que se estima que aproximadamente un 40% del volumen de la bolsa de Londres vendría de la operativa con CFDs.

2. ¿Qué son los CFDS?
2.1. Definición del producto

Las siglas CFDs corresponden en ingles a Contracts For Diference, es decir, contratos por diferencias. Son instrumentos financieros que permiten operar en multitud de activos (acciones, bonos, divisas, índices, etc.) de manera apalancada. El beneficio o pérdida se obtendrá por la diferencia de precios entre el nivel de entrada y nivel de salida de la operación. El inversor puede ganar, sin ser poseedor de ese activo sobre el que está operando, cuando la diferencia entre el nivel de entrada y de salida marca un diferencial a su favor.

Una operación a través de CFDs finalmente se traduce en la liquidación de la operación por la diferencia de precios entre el momento de apertura y el cierre de dicha operación, sin llegar a ser nunca, la persona que opera con CFDs, poseedora legal del activo sobre el que está tomando posiciones. A pesar de no ser legalmente propietario de dicho activo, la persona que opera en CFDs tendrá los derechos económicos derivados de las operaciones que realice.

En principio los CFDs van dirigidos a todo tipo de inversores. Sin embargo es cierto que es necesario tener unas bases previas de los riesgos del producto

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porque el efecto apalancamiento es positivo si acertamos la tendencia pero es negativo si nos equivocamos. Conociendo bien la exposición de riesgo que tenemos es un producto muy sencillo y al alcance de todos.

2.2. Características principales

Además de lo anterior hay que saber que los CFDs tienen tres características principales, que iremos desglosando, que diferencian este producto de otros instrumentos financieros:

1) Es un producto apalancado.

2) A través de CFDs podemos operar "a la baja".

3) Con CFDs podemos operar en miles de mercados.

Vamos a ver detenidamente en qué consisten estas características:

2.2.1. Apalancamiento

Los CFDs tienen implícito un apalancamiento. Nos sonará esta palabra dado que se ha usado mucho durante la crisis como sinónimo de endeudamiento aunque no es exactamente lo mismo. Podemos poner un ejemplo de la vida "coti-diana" donde se ve claro el efecto apalancamiento. En España durante la época del boom inmobiliario quien más quien menos se lanzó a comprar una casa. La realidad es que para comprar esas casas casi nadie podía hacerlo pagando el valor total de la misma con lo que se recurría al préstamo hipotecario. Supongamos que yo me quiero comprar una casa que cuesta 200.000 euros pero sólo tengo 50.000 ahorrados. Lo que haré será pedir un préstamo hipotecario dando esos 50.000 euros de entrada al banco y pidiendo prestados los 150.000 restantes que iré devolviendo poco a poco. Si resumimos de manera burda esta operación podríamos decir: Me he comprado una casa que cuesta 200.000 euros y he aportado 50.000. Esto es el apalancamiento. Evidentemente con CFDs la cosa varía un poco puesto que el ánimo de las compra/venta que hagamos será más bien especulativo y no como inversión a largo plazo pero el ejemplo anterior nos sirve para entender mejor el apalancamiento en los CFDs.

¿Qué significa entonces el apalancamiento en CFDs?

Significa que voy a poder operar sobre un activo de mercado (acciones, índices, materias primas, etc.) desembolsando sólo un porcentaje de su valor real. A este porcentaje que me piden para poder realizar la operación se le llama "margen o depósito de garantía" y varía según el broker y producto con el que estemos operando. Al fin y al cabo el apalancamiento implica que desembolsando una pequeña parte de lo que valdría el activo en el mercado nos beneficiamos de la totalidad de las subidas o ba-

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jadas del mismo. En este sentido podríamos decir que los beneficios obtenidos con respecto al desembolso necesario para la inversión crecen a escala geométrica. Se multiplicarían hasta por 20 en muchas de las acciones españolas. Más adelante veremos un ejemplo donde se verá más claro cómo funciona el apalancamiento.

2.2.2. Podemos operar "a la baja"

Cuando hablamos de inversiones en los mercados financieros nos imaginamos más bien la operativa tradicional en acciones. Compramos una acción porque pensamos que va a subir, es decir, hacemos una operativa alcista donde mi posición la abro comprando y la cierro vendiendo. En el caso de los CFDs el abanico de posibilidades se duplica, es decir, tenemos una doble posibilidad: hacer una operativa alcista, a lo que también se conoce como "ponerse largo", cuando pensamos que los mercados van a subir o hacer una operativa bajista, "ponerse corto", cuando pensamos que los mercados van a bajar. También durante la crisis financiera del 2008 se ha oído hablar muchas veces de "los cortos". Incluso se llegó a prohibir temporalmente la operativa en corto en los valores financieros de algunos países entre los que se encontraba España acusando a este tipo de prácticas de las fuertes bajadas que sufrían en bolsa estos valores. La prohibición sin embargo no evitó que las bajadas continuasen.

¿Qué son los "cortos"?

Coloquialmente...

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