LA CEOE BUSCA SU IDENTIDAD
PARA CONVENCER A ALGUIEN EN UNA DISCUsión o realizar una venta, en los cursos de habilidades de negociación siempre enseñan la importancia del "efecto espejo". Consiste en replicar la actitud del de enfrente (en gestos, tono de voz, actitud corporal, ...) para generar una atmósfera de empatía que le haga al oponente sentirse más cómodo y receptivo a nuestros argumentos en la discusión. Imitar al contrario, sin que se note, claro, resulta muy útil para ganar influencia sobre él. Sería interesante ver por un agujerito, en las negociaciones entre sindicatos y patronal, quién está imitando a quién. Ambas instituciones, como los archienemigos de los cómic, se parecen más de lo que les gustaría. Y, lo más paradójico, se necesitan mutuamente para dotarse de sentido. Además, tienen muchas cosas en común, sobre todo, las críticas que se hacen de ellos. La más repetida es, sin duda, ¿sirven realmente para algo?"La Constitución nos dice que somos agentes sociales", afirma Juan Rosell, presidente de la CEOE, desde el despacho de la sede de Diego de León de Madrid que ocupa desde 2010. "Nosotros, como representantes de los empresarios, lo que tenemos que hacer es influir en el Gobierno y en la oposición para que haga la mejor legislación posible para las empresas". Las críticas más sonoras a la patronal le llegan desde los sindicatos. Hace unas semanas, sin ir más lejos, Juan Rosell tuvo que aguantar pitos y abucheos en su intervención en el Congreso de CCOO. Pero las más feroces provienen, sin embargo, de economistas y empresarios. "La CEOE ha ido desdibujando su personalidad", dice Sandalio Gómez, catedrático de Relaciones Laborales y profesor del IESE. "No tiene un mensaje claro ni adecuado a la realidad económica que vivimos".Los expertos coinciden, sin embargo, en que el papel de la patronal es fundamental en cualquier sistema económico moderno, porque son el portavoz del tejido empresarial, el interlocutor de referencia tanto con el Gobierno como con sindicatos. "En España, la CEOE jugó un papel fundamental durante la Transición", dice Jorge Malfeito, profesor del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos. "Volvió a tener un protagonismo muy relevante con José María Cuevas como presidente [1984-2007], en el que el diálogo y la búsqueda de consenso fueron fundamentales".LA PARTE CONTRATANTE DE LA PRIMERA PARTE. Uno de los principales problemas que aquejan a la CEOE es su compleja estructura. La patronal española es una confederación de un entramado de confederaciones y federaciones. Es decir, Rosell está en la cúspide de una pirámide ancha y atomizada que representa a los 1,2 millones de empresarios que hay en España (grandes, medianos y pequeños, si contamos el acuerdo con Cepyme). Además, la patronal representa a una madeja de 230 organizaciones empresariales asociadas, de las cuales 55 son territoriales (las provinciales más las autonómicas) y 175 sectoriales. Y, a su vez, engloba cerca de 6.000 organizaciones patronales, que defienden intereses concretos de sectores y subsectores y negocian sus respectivos convenios. ¿Y cuántos convenios colectivos hay en España? "Alrededor de 6.000", explica Rosell. "De los cuales unos 4.500 son de empresas individuales y otros 1.500 subsectoriales y territoriales". Es decir, no sólo hay un convenio del Metal, luego está el del Metal de Barcelona, el Metal de Cádiz, el Me- tal de Castellón... "La estructura de la organización debería responder a las necesidades de la industria, no de la política, pero en España el peso de los territorios es a menudo más importante que las organizaciones sectoriales", afirma un experto en relaciones laborales cercano a la patronal. Los más críticos señalan que para agilizar la estructura, habría que...
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