Capítulo X

AutorCarlos Elbert
Páginas431-509
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CAPÍTULO X
1).- El retiro de la actividad política, académica y el nal de
una vida.
2).- Un balance crítico desde la perspectiva del siglo XXI. Una
valoración de conjunto (dogmática, criminológica, política y
psicológica) de la trayectoria de Liszt.
3).- El protagonismo de los discípulos luego de 1919. Pro-
yecciones reales e hipotéticas de la obra de Liszt entre 1920
y 1945.
4).- Conclusiones nales.
1).- El retiro de la actividad política, académica y el
nal de una vida
Liszt deja denitivamente la universidad en 1916 con su
salud quebrantada, y fallece el 21 de junio de 1919 en Seeheim
an der Bergstrasse, Alemania. Fue sepultado en Heidelberg,
y su viuda falleció diez años más tarde, el 3 de octubre de
1926, en mala situación económica, tras las vicisitudes
sufridas por Alemania durante los años de posguerra, lo
que la forzó a solicitar una ayuda extraordinaria a la
universidad, como compensación por la previa donación de
la biblioteca de Liszt, ayuda que le fue concedida.
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La semblanza de Eberhard Schmidt señala que Liszt pa-
deció una grave enfermedad, y que debió ser operado, man-
teniéndose alejado de Berlín entre 1917 y 1919419. Según
la misma fuente, derivó muchos de sus trabajos en curso
a otros colaboradores y amigos, reservándose sólo algunas
tareas editoriales. Sin duda, la evolución de la guerra, su
alejamiento de Berlín y la paralización de la actividad de
la IKV y de todos sus intercambios internacionales fueron
acontecimientos radicales en la trayectoria de Liszt. Un oca-
so de la vida tan negativo y en condiciones tan adversas,
permiten colegir que Liszt debió sentirse debilitado —física
y espiritualmente— en su etapa nal. Además, era concien-
te de la proximidad del n de su vida, como expresa en el
último prólogo a su manual, actualizado por Schmidt: “Tal
vez como últimas palabras, como un epílogo”420 . El mismo
referente alude a las esperanzas de Liszt sobre un futuro re-
nacimiento de la IKV, y sus expresiones revelan el fatalismo
de quien sabe terminado su protagonismo; en sus propias
palabras: “No tengo dudas de que volverá a recuperar (la
IKV) su consideración previa. Feliz la descendencia que viva
el renacimiento” 421. También en carta a Ernst Delaquis le
conesa que pasó toda la guerra pensando en una IKV es-
tablecida en un país neutral, con una nueva conducción422.
Cabe deducir —dado el fuerte vínculo que unía a Liszt con
su discípulo suizo, que lo visitó por última vez en Seeheim—
que estaba depositando en Delaquis la misión de proyectar
en el tiempo la Asociación, en una Europa diferente, para
las generaciones del futuro.
419- Schmidt,E.Persönl. ErinnerungenanF. v.L .“, obracitada,Pág. 552y553. Según
Schmidt,LisztestuvoporúlmavezenBerlínendiciembrede1918.
420- Ibídem,enlaedición21/22delmanual,aparecidatraslamuertedeLiszt(Schmidt,
Pág.553).
421- Ibídem,Pág.554.
422- Ibídem.
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No hemos encontrado opiniones políticas de Liszt sobre
la marcha de la guerra, la situación de Alemania y Aus-
tria en ese contexto, ni tampoco sobre el papel marginal del
Reichstag en la política de guerra alemana423. Sin embargo,
la adhesión de Liszt al “Maniesto de los 93”, publicado el
4.10.1914 — analizado en detalle en el capítulo anterior—
no deja dudas en cuanto a su concepción nacionalista de
apoyo irrestricto a las acciones militares del Reich, a las que
las personalidades rmantes justicaban en su totalidad.
El comentario que Liszt publicó poco después en el “Vos-
sische Zeitung” del 25 de diciembre de 1914, permite entre-
ver su postura al comienzo de la guerra; allí sostuvo que
“Nosotros también, en el Reich alemán recordamos, en
estos días festivos, al “estado de ánimo internacional” como
algo vivido en un viejo pasado. No es la guerra en sí misma lo
que nos ha hecho cambiar, puesto que cada uno de nosotros
está dispuesto a extender la mano al adversario honesto. Es,
en verdad, la sucia ola de odio y mentira con la que se han
inundado todos los valores culturales. La experiencia que de-
bimos sufrir en esta guerra, no solo por parte de nuestros ad-
versarios, perdurarán por largos años en el ánimo del pueblo
alemán. Cuando llegue la paz, se hará visible la devastación
que la guerra habrá provocado en la comunidad cultural de
los pueblos.¿Quién se atreve hoy a decir si alcanzará la dura-
ción de toda una vida humana para limpiar las cenizas? No-
sotros, los alemanes, retomaremos al n de la guerra nuestra
actividad cultural, con renovadas fuerzas y con metas más
pretenciosas. Con gusto compartiremos la tarea con nuestros
amigos; también con aquellos que por lo menos no hayan sido
nuestros abiertos enemigos, pero el estado de ánimo inter-
423- Locualnosignicaqueinvesgacionesmásprofundaspuedanllegaraencontrarlas,
especialmenteen colecciones de correspondencia privada de Liszt con disntos
colaboradores,amigos y otros compañeros polícos. Tal  tarea resultaimposible
para quienes invesgamos a la distancia,tras cortos períodos de estancia en
Alemania.

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