El Capital Intelectual: Algunas ideas

AutorAdela García de Tuñón
CargoÁrea de RR.HH. de PEREZ-LLORCA

En el contexto cada vez más competitivo y globalizado en el que nos movemos ¿qué hace a unas firmas distintas de otras?. Sin lugar a duda, una de las respuestas a esta pregunta es sus profesionales, por ello, afirmar que el principal activo de los despachos son ellos no es baladí. Pero, ¿cómo seleccionar y retener a los mejores?

Un buen expediente, el dominio de otros idiomas, y en algunos casos, la experiencia y la formación de postgrado son sólo el primer paso.

Hay que tener vocación. Querer ser abogado, compartir los valores de compromiso, integridad, excelencia, confidencialidad, profesionalidad e independencia por los que apuesta el mundo jurídico. En este mundo, en el que no existen relaciones jurídicas idénticas, cada asunto es un reto y trabajar en algo para lo que estás preparado y te sientes atraído es la mejor de las satisfacciones.

La profesión de abogado exige mucha dedicación, tiempo de estudio, capacidad de trabajo y rigor. Ante este nivel de exigencia nos preguntamos qué es lo que motiva a estos profesionales pues, no se nos escapa que en el mercado hay excelentes profesionales con un gran potencial que sin embargo, no siempre se materializa en un mayor rendimiento por falta de compromiso.

El compromiso no sólo se consigue con una retribución competitiva, acorde con las funciones desarrolladas y las responsabilidades asumidas. Junto a esta, que es imprescindible, existen otra serie de factores que no podemos olvidar. Algunos pueden parecer elementales como disponer de medios e instrumentos materiales para el desempeño de nuestras funciones (bases de datos actualizadas, libros de consulta o programas informáticos). Otros, también básicos, pero que muchas veces olvidamos, son el reconocimiento, la formación adecuada o el plan de desarrollo profesional:

El reconocimiento al trabajo bien hecho, a la colaboración en la consecución de los objetivos, al esfuerzo realizado.

Formación adecuada. Porque necesitamos un equipo de colaboradores que conozca los cambios legislativos, que domine las técnicas de negociación, que emplee adecuadamente la información disponible, que maneje las herramientas informáticas, que se exprese correctamente, etc. Todo esto sin olvidar los idiomas y los conocimientos específicos que requiere la especialidad en la que desarrollen su actividad.

Y es que, si...

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