Caminos de Italia

AutorDámaso de Lario
Páginas245-277
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CAMINOS DE ITALIA
El Estado de Milán, los Reinos de Nápoles y Sicilia, el Reino de Cerdeña
–incorporado a la Corona de Aragón– y los ocios disponibles en los Estados
Ponticios, particularmente en Roma, constituían las posibles vías de colo-
cación de juristas y teólogos salidos de los colegios mayores. En la práctica,
sin embargo, y sobre todo por razones económicas, fueron Milán y Nápoles
los destinos relativamente preferidos por nuestros “hombres del saber”. Un
1,7% encontró acomodo al servicio directo del Sumo Pontíce, a quien servían
también, al tiempo que lo hacían al rey, en los obispados y arzobispados de
España y América.
MILÁN
El madrileño Francisco Balduino Witz Uligardi llegó al colegio de Bolonia
en 1647 con mucha prisa por hacer carrera. Ni siquiera se llegó a doctorar
como la gran mayoría de sus compañeros. Salió de la fundación año y medio
después de ingresar, para incorporarse en Treviglio, ciudad fronteriza con la
República de Venecia, al puesto de podestà, cargo bienal, dependiente del
Magistrado ordinario –tribunal al que luego me referiré–, desde el que se
impartía justicia exclusivamente en el ámbito civil; también supervisaba el
cumplimiento de las órdenes y edictos –gride– del gobernador del Estado y
tenía funciones de vigilancia y tutela sobre los ayuntamientos de los pueblos
dependientes de su jurisdicción. Los “potestades” –podestà– eran jueces or-
dinarios –uno en cada ciudad– que, a partir de 1685, en que el citado Magis-
trado tasa sus funciones en materia nanciera, se convierten en “capitanes
[jefes locales] designados por el Gobierno, en cuyo nombre administraban
justicia, ejercían funciones de vigilancia [y] supervisaban ferias y mercados”1.
En Pavía, donde se le llama también corregidor2, y Cremona, se nombra un
senador para el cargo, por la importancia de esas ciudades. Witz fue alter-
nando periodos de espera con destinos en otras plazas bienales del Estado de
1 Cfr. Visconti, pp. 140-142.
2 Vid. Giannini-Signorotto, p. 43 [Noticia general del Estado de Milán, su gobierno
y forma (1645)].
Mapa 3. Estado de Milán c. siglos XVI-XVII
ESCUELAS DE IMPERIO
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Milán, y 30 años después terminaba su carrera en la misma ciudad en la que
había comenzado.
A veces los podestà recibían la denominación más antigua de pretore. Las
constituciones milanesas prohibían a estos jueces, al igual que a los que des-
empeñaban otros ocios análogos, tener tenientes –vicarios– o colaboradores
de la misma ciudad o territorio de su jurisdicción3. Los nombramientos para
cargos de esa índole, que a veces podían durar hasta 4 años, correspondían
al gobernador, que acumulaba también la función de capitán general. En las
Ordenanzas de Worms (1545) se señalaba que los ocios bienales debían ser
concedidos a personas de mérito “y no por otro ningún respetto, y que no se
reciban dineros ny dadivas por la provision de ellos” –en clara referencia a la
venta ilegal de esos ocios–4. No era un secreto que la corrupción era práctica
extendida en el Estado de Milán; así, en 1552 el obispo de Palencia escribía al
entonces príncipe Felipe, desde Pavía, que, en esos dominios, “según todos di-
zen, en la administración de justicia hay mucha gran corrupción y cohechos, y
de venderse ansi en lo criminal como en lo civil”5. Los ocios permanentes eran
otorgados directamente por el rey –también duque de Milán–, con base en una
terna propuesta por el gobernador. Pero antes de llegar a ellos, era habitual re-
correr todo un rosario de puestos bienales. Aparte de la ciudad de Milán –meta
lógica de todo letrado en el Estado–, Como, Cremona y Pavía eran las plazas de
mayor relieve, aunque no necesariamente las mejor pagadas. También hubo
colegiales en Alessandria, Domodossola –por donde pasaba el corredor entre
Lombardía y Alsacia, camino de Flandes6–, Lodi, Novara –de importancia es-
tratégica para la seguridad del territorio milanés–, Pontremoli –ciudad espa-
ñola de 1526 a 1647–, Tortona, Varese, Vigevano, y las ciudades fronterizas de
Varallo y Vercelli7–con el Ducado de Saboya–, Casalmaggiore –con el Ducado
de Parma– y la ya citada Treviglio –con la República de Venecia–.
3 Vid. Constitvtiones Provinciae Mediolanensis cvm decretis ordinibvs et declara-
tionibvs Senatus, Milán, 1618, De Oftio et ivrisdictione Diversorum Iudicum, Lib. I, f. 61.
4 Cfr. Chabod (b), p. 103.
5 Ibidem, p. 105.
6 Vid. Parker, p. 72. Para la ubicación de las ciudades véase el mapa 3, en el que, al
igual que en los mapas 4 y 5, se indican solamente las ciudades y provincias donde estuvie-
ron destinados colegiales mayores.
7 Durante el asedio de esta ciudad, en 1625, el gobernador general, marqués de Le-
ganés, nombró auditor general del ejército a Juan Bautista Villodre (BO 1609), a la sazón
scal de Milán, que había comenzado su carrera como podestà en Pontremoli y había sido
ya capitán de justicia en el marquesado del Finale.

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