La banca en la encrucijada: El futuro del sector financiero español en un mundo global (III Parte)
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FEBRERO 2014 NUEVA BANCA
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La banca en la encrucijada: El futuro del sector
financiero español en un mundo global (III Parte)
Las entidades financieras españolas deberán apoyar sus estrategias de negocio en la innovación y la
tecnología para ganar en eficiencia ante la nueva era de la banca en el mundo. La innovación y la tecnología
serán los ejes fundamentales que ayudarán a los bancos a mejorar sus modelos operativos y a recuperar su
rentabilidad sobre recursos propios que, difícilmente, volverá a ser la misma que antes de la crisis.
6. La innovación, la respuesta frente a la caída
de la rentabilidad ... y algo más
La ola de cambios y desafíos de todo tipo
(macroeconómicos, regulatorios, demográficos,
tecnológicos…) que está transformando el sector
financiero, exige que las entidades innoven más y
mejor, en especial para renovar su modelo de
crecimiento y recuperar rentabilidad. Esa estrategia
de mejora continua debe ser permanente, realizarse
con el máximo rigor y alcanzar a todas las
actividades del negocio.
“Hace falta una transformación cultural que
convierta a los bancos en organizaciones altamente
innovadoras”. Esta afirmación de Francisco
González, presidente de BBVA, sintetiza la
importancia de la política de innovación para las
instituciones financieras. Innovar ya no es opción,
sino una necesidad perentoria para competir en un
mercado cada vez más volátil e incierto. Esta
exigencia, que puede reclamarse de todos los
sectores y empresas, es especialmente acusada en
un sector como el financiero en el que la aparición
de Internet ha supuesto un revulsivo en el
comportamiento de los clientes y en los canales de
distribución de los productos y servicios.
Además, la innovación puede llegar a ser la
respuesta que buscan las entidades españoles para
frenar el deterioro de sus niveles de rentabilidad y
de sus expectativas de beneficio. El Return On
Equity (ROE), o rentabilidad sobre recursos propios,
del sector ha caído abruptamente como
consecuencia de la crisis económica y financiera.
Aunque se espera que el ROE se recupere en los
próximos años, es difícil prever su regreso a índices
tan espectaculares como los de los años previos al
estallido de la crisis.
Por otra parte, el intenso proceso de
desapalancamiento (desendeudamiento) de la
economía española se prolongará durante los
próximos años, lo cual reduce las expectativas a
corto y medio plazo de volumen de crédito y de
negocio financiero. Asimismo, los cambios
profundos en los modelos de regulación y de
supervisión apuntan hacia un incremento de los
costes asociados al cumplimiento normativo y,
especialmente, hacia una caída de la rentabilidad
como consecuencia del aumento de las exigencias
de capital, todo lo cual tendrá un impacto negativo
sobre el modelo de negocio.
La conjunción de estos factores aconseja la
renovación del actual modelo de crecimiento de las
instituciones financieras españolas, que ha de ser
revisado a la luz de criterios de innovación. Así lo
entienden las propias entidades, que en la Encuesta
Mundial de Innovación de PwC, publicada en octubre
de 2013, confirman que la innovación es para ellas
una prioridad absoluta, especialmente para
perfeccionar el modelo de negocio.
Para cumplir con esos objetivos, las entidades
deben, en primer término, ser más ambiciosas en su
estrategia de innovación. Los bancos españoles se
han caracterizado tradicionalmente por sus altos
niveles de eficiencia, pero no siempre son
reconocidos como empresas innovadoras.En este
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