La autoridad privada en las relaciones internacionales y la protección de los derechos de propiedad intelectual en el sector farmacéutico

AutorJosep Ibáñez
Páginas131 - 169

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1. Introducción

Durante mucho tiempo se consideró de forma indiscutible que las relaciones internacionales eran un ámbito político propio y exclusivo de los estados. estas eran las únicas unidades del sistema internacional que gozaban de poder y autoridad para determinar el resultado de las interacciones políticas que trascendían las fronteras estatales. en la actualidad, para algunos analistas esta concepción estatocéntrica de la vida internacional en esencia no ha cambiado, pero para la mayoría de quienes nos dedicamos al estudio de las relaciones internacionales resulta difícil comprender determinados ámbitos políticos prescindiendo de la intervención de actores y autoridades de carácter privado.

La salud pública es uno de los ámbitos en los que puede apreciarse hasta qué punto los actores públicos no son los únicos, y en ocasiones ni siquiera los más importantes, a la hora de determinar las políticas y las acciones que conformarán las condiciones sanitarias de millones de personas en todo el mundo. en este ámbito, numerosos actores

A lo largo de las últimas décadas, la globalización económica ha liberalizado numerosos sectores económicos, ha fomentado el flujo de bienes, servicios, capitales e información y ha contribuido a abrir los mercados estatales, creando así mercados internacionales cada vez más integrados. de este modo, en sectores como el farmacéutico la ampliación de los mercados ha aumentado las posibilidades de las grandes empresas de obtener mayores beneficios, al igual que también han aumentado sus dificultades para mantener o trasladar situaciones monopolísticas y privilegios estatales a mercados internacionales con condiciones de competencia muy diferentes. estas transformaciones explican los esfuerzos empresariales desplegados desde principios de los años noventa para ampliar los derechos de propiedad intelectual en mercados desprovistos de dicha protección, fundamentalmente a través del acuerdo sobre los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio (adpic) auspiciado por la organización Mundial de comercio. en las negociaciones del adpic de 1995 y de las condiciones de aplicación adoptadas posteriormente, las grandes empresas transnacionales han ejercido su autoridad para conseguir de los estados miembros interpretaciones proteccionistas de los derechos de propiedad intelectual, más acordes con los objetivos de beneficio empre-

El objetivo de este capítulo es analizar la trascendencia creciente de la autoridad privada en las relaciones internacionales contemporáneas, y en particular reflexionar sobre su papel en la ampliación de los derechos de propiedad intelectual a escala mundial y sobre sus manifestaciones en el sector farmacéutico. el capítulo se inicia con una breve explicación de la evolución teórica y práctica de la implicación de la autoridad privada en los asuntos internacionales, desde los años del estatocentrismo realista hasta el reconocimiento académico de la pluralidad de actores internacionales y la más reciente atención a la incidencia de la autoridad privada en los procesos políticos mundiales. Una reflexión sobre la naturaleza de la autoridad política nos permite comprender la influencia creciente de los actores internacionales privados en los asuntos internacionales. en especial, las grandes empresas transnacionales han conseguido erigirse en autoridades que a través de procesos de autorregulación y corregulación establecen las condiciones de funcionamiento de muchos sectores y mercados, contribuyendo de este modo a los procesos de la gobernanza global. esta autoridad adopta diversas formas institucionales y se transmite mediante muchos canales que son un reflejo y a la vez una fuente del poder de actores privados que pueden tener objetivos muy diferentes de los perseguidos por las autoridades públicas de los estados y las organizaciones intergubernamentales. Una aproximación a la globalización de la protección de los derechos de propiedad intelectual nos permitirá apreciar hasta qué punto algunos actores privados han ejercido su influencia para que los actores públicos comulguen con sus preferencias. así lo demuestra, entre otros, el sector farmacéutico, en el que las grandes empresas han articulado un discurso autorizado y han utilizado múltiples canales de autoridad para que ésta sea reconocida por los actores públicos más importantes. Finalmente, en el apartado de reflexiones finales este capítulo expone algunos de los riesgos resultantes de una excesiva implicación de la autoridad privada en los asuntos internacionales, sobre todo en un ámbito de trascendencia extraordinaria como es el de la salud pública.

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2. La emergencia de la autoridad privada en las relaciones internacionales

La relevancia de los actores privados y en particular de las empresas transnacionales en las relaciones internacionales contemporáneas sólo fue puesta de manifiesto con el cuestionamiento del realismo político que dominó los estudios internacionales durante los años cincuenta y sesenta. en los años setenta autores transnacionalistas robert o. Keohane y Joseph S. nye captaron la profundidad de las transformaciones que experimentaban la política y la economía internacionales y dieron cuenta de las interacciones que establecían entre sí una gran diversidad de actores –estatales y no estatales– en el marco de la “interdependencia compleja”.1 este análisis subrayaba la importancia creciente de los actores no estatales y de las actividades económicas transnacionales de una forma que escapaba a los análisis realistas clásicos. Las aportaciones teóricas transnacionalistas serán determinantes en la evolución posterior del concepto de actor internacional2 y en la concepción de una sociedad más diversa y amplia que la sociedad internacional de estados.

Desde la corriente transnacionalista surgiría posteriormente la idea de que la autoridad internacional no necesariamente tiene su origen o reside en instancias públicas, pues las fuentes de autoridad son en ocasiones instancias privadas. así lo planteaban trabajos sobre el papel de los actores no estatales como el de richard W. Mansbach, Yale H. Ferguson y Donald E. Lampert.3 en la caracterización de la creciente complejidad de la política mundial estos autores subrayaban la existencia de autoridades que respondían a las múltiples lealtades de los individuos, unas lealtades que cambiaban constantemente por cuanto los intereses y aspiraciones de losPage 135individuos y grupos sociales pueden ser mucho mejor representados por entidades y organizaciones diferentes de los estados, que pueden llegar a convertirse en actores políticos relevantes.4 puede darse así una rivalidad potencial y latente entre autoridades públicas tradicionales y nuevas autoridades privadas por hacerse con la lealtad de los miembros de la sociedad, pues los estados-nación están territorialmente limitados para dar respuesta a demandas populares cambiantes que trascienden cada vez más las fronteras estatales.5 La globalización económica contemporánea ha confirmado este análisis y ha puesto de manifiesto la variedad de entidades políticas existentes, con sus propias fuentes de autoridad para movilizar las voluntades de individuos o grupos.

Entre los años ochenta y noventa, una vez superados los enfoques estatocéntricos, cada vez más autores destacan el componente de autoridad en la acción política de actores no estatales. Una referencia ineludible en esta línea de investigación son los trabajos de Susan Strange, y en especial La retirada del Estado, donde se planteaba que la autoridad de los estados en la economía política internacional está siendo compartida o desplazada por autoridades no estatales que establecen las condiciones de los mercados internacionales en sectores y profesiones muy diversos.6 estos actores no estatales gozan de poder estructural en la medida en que tienen la capacidad para conformar el marco de las relaciones entre los actores, y ello es posible porque la acción política es acompañada de autoridad.7 La cualidad de autoridad no tiene por qué ser de origen público, ni siquiera necesita adecuarsePage 136al marco legal del estado en el que se ejerce, como demuestran las manifestaciones de autoridad internacional en sectores económicos y profesionales muy diversos (banca, telecomunicaciones, consultoría, aseguradoras...), en las organizaciones internacionales e incluso en las actividades de algunos grupos de criminalidad transnacional organizada.

Desde una perspectiva teórica algo diferente, es de destacar el tratamiento de la autoridad realizado por peter M. Haas aludiendo a la relevancia política de las comunidades epistémicas.8 Según Haas, una comunidad epistémica es una red de expertos o grupos con conocimiento especializado compartido que les otorga cierta autoridad en el tratamiento político de un ámbito material determinado. Los miembros de una comunidad epistémica comparten un conjunto de principios y creencias normativas, un conjunto de explicaciones causales, una serie de nociones de validez similares derivadas de criterios de evaluación definidos de manera intersubjetiva y restringida, así como ciertas convicciones políticas sobre la aplicación práctica del conocimiento. La autoridad y los conocimientos surgidos de estos grupos permiten a sus miembros ofrecer asesoramiento técnico-político sobre el resultado previsible de una decisión, sobre la conveniencia de adoptar o no adoptar medidas...

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