La autonomía parlamentaria (I). Los medios personales de la Asamblea: unidades de apoyo a los Diputados

AutorMónica Martín De Hijas Merino
Páginas283-293
283
La autonomía parlamentaria (I). Los medios
personales de la Asamblea: unidades de apoyo a
los Diputados
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I. LA AUTONOMÍA PARLAMENTARIA, LÍMITES Y CONTROLES
La Asamblea de Madrid, así como el resto de Parlamentos, para garantizar
su independencia respecto otros poderes del Estado, goza de autonomía que le
permite realizar las funciones propias de la Institución Parlamentaria sin ningún
tipo de injerencia. No sería posible asegurar que los Parlamentos puedan ejercer
sus funciones conforme a los principios propios de un Estado democrático de
Derecho, si dicha actividad estuviese condicionada a que otros Poderes públicos u
organismos le proporcionen los medios necesarios para ello.
Por lo tanto, las Cámaras para garantizar dicha independencia gozan de au-
tonomía en distintos ámbitos, como son el normativo, presupuestario, organizati-
vo, de gobierno y administrativo. De este modo cuentan con sus propios órganos
rectores que los eligen entre sus miembros y disponen de medios personales y
materiales propios. Además los Presidentes de las Cámaras ejercen en nombre de
las mismas facultades de policía en el interior de sus respectivas sedes.
La autonomía parlamentaria está recogida tanto en la Constitución (art.
72) como en los correspondientes Estatutos de Autonomía y Reglamentos de las
Cámaras. Así en el caso de la Asamblea de Madrid, el EACM reconoce expresa-
mente la autonomía normativa y la de gobierno al establecer en el art 12 que la
Asamblea se dotará de su propio Reglamento y en el art 13, que la Asamblea ele-
girá de entre sus miembros al Presidente y a la Mesa de la Cámara. La autonomía
presupuestaria, administrativa y de policía se reconoce en el propio Reglamento
de la Cámara, respectivamente en los arts. 89, 84 y 137.
El reconocimiento de autonomía a la Institución parlamentaria no implica
que su actuación no esté sujeta a ningún tipo de límite o control, sino todo lo
contrario, porque no se puede olvidar que la autonomía parlamentaria no es un

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