Aspectos de la obra de Castán Vázquez

AutorJosé-Antonio Linage Conde
CargoNotario jubilado
Páginas76-89
76 Doctrina págs. 76 a 89 LA NOTARIA | | 3/2020
Doctrina
Il faut avoir fouillé totute la
vie sociale pour être un vrai
romancier,vu que le roman est
l'histoire privée des nations
(Honoré de Balzac; Pequeñas mise-
rias de la vida conyugal)
Conocí a José-María Castán Vázquez- no él
a mí-, al principio, años cuarenta, de su ejer-
cicio de scal en Segovia. Estudiante de ba-
chillerato en el Instituto de la ciudad, cuando
me era posible yo veía los juicios de la Au-
diencia Provincial. Uno de los magistrados
era el “psicoanalista” César Camargo. Volví a
recordar aquellos días al leer en Carnelutti
que el público también es parte del proceso
y el derecho procesal.
Yo tenía un amigo ya a punto de licen-
ciarse, Manuel González Herrero, con el que
alguna vez coincidía allí como espectador;
luego él destacó en el foro, en la erudición
y en la vida cultural de la ciudad. Una de las
primeras veces que oímos a Castán informar
me susurró: “-Es bastante bueno este scal”.
Muy distintos y a veces amargos eran sus co-
mentarios a las intervenciones del scal jefe.
De esas diferencias entre una y otra opinión
sobre los dos scales, quiero subrayar no
sólo lo que va de lo positivo a lo negativo,
sino la que hay entre lo personal y lo abstrac-
to. En Castán se tenía en cuenta sobre todo a
él mismo, su persona; en cambio en su cole-
ga se enjuiciaba su actuación profesional, se
pretería la individualidad.
Objetivando, en aquel tribunal y aquellos
años Castán signicó la humanización de
la scalía. En su bufete prestigioso, el trato
de mi amigo con Castán, que permaneció
mucho tiempo en aquel destino, fue muy
amistoso (1). Yo tuve menos suerte, pues Cas-
tán me conoció ya en una etapa tardía de mi
vida, la madrileña, en esa Real Academia de
Jurisprudencia y Legislación que era la niña
de sus ojos, de la que entonces era secretario
él, cuando la presidía mi compañero de cur-
so Díez Picazo.
A estas alturas de mi supervivencia, la in-
discutible e indiscutida bondad de Castán
me resulta una memoria tan absorbente que
en ningún momento me es posible separarla
del argumento de estas páginas, aunque mi
propósito en ellas sea tratar objetivamente
de su legado escrito a la literatura jurídica.
En el buen sentido de la palabra bueno, como
se autoretrató Antonio Machado. Pero hay
que puntualizar a este cotejo entre el uno y
el otro, pues el poeta lo armaba de sí mis-
mo, mientras de Castán eran cuantos le co-
nocieron quienes lo sostenían y sostenemos,
y además enunciándolo de una manera in-
condicional, mientras Machado lo hacía cual
una contrapartida a las gotas de sangre jaco-
bina que decía haber en sus venas, por más
que no enturbiasen, y seguimos citándole, el
manantial sereno de que brotaba su verso.
Por otra parte, Castán no habría suscrito el
altanero y al cabo nada os debo, de aquella
Aspectos de la obra de Castán Vázquez
José Antonio Linage Conde
Notario jubilado

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR