Análisis técnico vs análisis fundamental

AutorRoberto Moro
Páginas105-118

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Historia de un enfrentamiento

Desde que yo comenzara a colaborar con distintos medios de comunicación especializados en Bolsa, allá por el año 97, ha sido patente la rivalidad entre analistas fundamentales y técnicos, rivalidad alimentada, en un principio, por los propios conductores de los programas en su afán por dar a la audiencia ese toque de polémica que tanto se ha impuesto con posterioridad en todos los campos audiovisuales. De hecho, en aquellos años lo habitual era contar con la presencia de un especialista en cada campo, aspecto que hoy no tiene mayor trascendencia; recuerdo especialmente a mi buen amigo y mejor presentador D. Alejandro Ávila, mi maestro de ceremonias en las lides radiofónicas, y que tanto ha contribuído a la causa de este enfrentamiento (siempre dentro de los límites de la corrección y el mutuo respeto), con ese savoir faire y sentido del humor suyos como hilos conductores.

Tengo que decir que hemos sido los analistas técnicos quienes nos hemos tenido que ganar día a día y gráfico a gráfico, el respeto tanto de analistas fundamentales como del conjunto de la audiencia, pues no era una práctica lo suficientemente conocida aún, y muchos no acababan de creerse que con la simple observación de un gráfico y de determinadas pautas de comportamiento del precio, se pudiera tratar de predecir la evolución futura del mismo. Los analistas fundamentales ya gozaban de ese respeto, en tanto que nosotros éramos poco menos que advenedizos en un mundo en el que términos como soporte, directriz, Elliott, Fibonacci o pull back sonaban a palabras grandilocuentes pero huecas, novedosas pero carentes de consistencia. Vamos, que provocaban escepticismo.

Lo cierto es que se ha ganado la batalla del reconocimiento de manera rotunda, hasta el punto de que se ha equiparado ya el número por ambos bandos en los medios de comunicación; al menos, en los mercados de renta variable, siendo aún

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mayoritario el análisis fundamental si hablamos de Fondos de Inversión (aunque me consta que muchos de ellos se basan en criterios técnicos para determinar puntos de entrada y de salida en los distintos subyacentes).

Definiciones y conceptos:

Vaya por delante que los conocimientos y la preparación previos exigibles, yo mismo entiendo que son muy superiores en un analista fundamental que en uno técnico; se requiere desmenuzar las cuentas de una compañía, aprender a interpretarlas, conocer todos los epígrafes contables, para tratar de hacer una predicción de la evolución del precio. Sin embargo, analista técnico lo puede ser cualquiera; cualquiera que se lo tome con ganas e interés, como para beber de la fuente de los precursores del AT, conocer todas sus herramientas e incurrir en los menores errores posibles en su aplicación e interpretación. Eso sí, requiere de tanto tiempo posterior como el fundamental, como todo aquello que pretendemos sea una labor óptima.

Habrán entendido a estas alturas que me toca defender las bondades del análisis técnico (a partir de ahora, y para abreviar, lo mencionaré como AT, frente al análisis fundamental, desde ahora AF). Flaco favor le haría al AF si su defensa dependiera de mí, básicamente, por una cuestión de ignorancia, aunque los años que llevo en este mundo me han llevado a apreciar lo que tiene de bueno. Lo malo es que tengo que resaltar sus aspectos negativos, para mayor lustre del AT, y a ello me pongo con especial cariño; sólo espero que no se me vea demasiado el plumero.

Supuestamente, el AF nos dice qué debemos comprar, en tanto que el AT nos dice cuándo. No me considero un terrorista del AT hasta el punto de afirmar que, siendo un buen analista técnico, soy, al propio tiempo, el mejor analista fundamental (porque todo lo que necesito saber de un activo ya está contenido en el precio, y si soy capaz de hacer un buen seguimiento del precio, pues lo dicho, tengo lo mejor de ambos métodos de análisis). Y entiendo a quienes hacen esa afirmación; en cambio, me considero incapaz de sustraerme al mundo que me rodea, y necesito saber las repercusiones que a nivel mundial pueda tener una supuesta QE3, o el montante de la dotación del Fondo de Rescate europeo, o el nivel de la deuda italiana sobre su PIB, o la predisposición de los países emergentes a comprar deuda periférica europea, o el crecimiento económico en EE.UU o en China, o las repercusiones que para Apple pueda tener la muerte de su fundador. Sé que mi método de análisis estaría del todo incompleto sin conocer estas variables, por mucho que el gráfico de cada subyacente va a incorporar todas y cada una de ellas, de manera inmediata, a su precio.

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Para que el AT funcione correctamente es imprescindible que el subyacente que estamos analizando sea muy líquido; es decir, que tenga una alta participación del conjunto de intervinientes en un mercado. Y eso es así porque lo que intrínsecamente contiene el precio es la voluntad, la psicología de la masa, palabra clave ésta última a la que dedicaremos gran parte de este capítulo. ¿Cuántas veces hemos visto subidas o caídas de un 7 ó de un 12%, habiéndose negociado 14 títulos de esa empresa?, ¿realmente es un reflejo de la voluntad mayoritaria del mercado, o más bien obedece a una falta de liquidez que, en muchas ocasiones, está condicionada por la actividad de los socios mayoritarios de la empresa en cuestión? Observen el siguiente gráfico y saquen sus propias conclusiones

[VER PDF ADJUNTO]

La media de negociación apenas sobrepasa los 200 títulos diarios y, sin embargo, cotiza en el mercado continuo español. Ahí sirve de bien poco el análisis técnico.

Ahora sí, ha llegado el momento de destacar los que, a mi entender, son los aspectos negativos del Análisis Fundamental para su aplicación en la renta variable; ruego indulgencia desde ya a tantos y buenos amigos fundamentales que tengo (y que espero seguir teniendo pese a lo que sigue).

· Ningún analista fundamental me dice nunca que tengo que vender, ni cuándo (salvo contadas excepciones, que las hay). Como mucho, esperar un mejor momento para comprar. Sin embargo, sabemos que el mercado tiene dos tendencias, la alcista y la bajista. Si recuerdan, tanto en el período 2.000-2.003, como en el 2.007-2.009, ha habido una tendencia de mercado claramente bajista, y no he escuchado a analistas...

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