Análisis criminológico de la relación TDAH/delincuencia en España
| Autor | Alberto Pintado Alcázar |
| Páginas | 157-184 |
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Alberto Pintado Alcázar
Profesor Asociado de Derecho Penal y Criminología
Universidad de Murcia
Sumario: I. Introducción. II. Análisis de variables. III. Características personales. 1. Sexo del sujeto activo. 2. Edad de la pareja penal. IV. Características penales y criminológicas. 1. Formas de actuar. 2. Infracciones penales. 3. Tipos de penas y medidas impuestas. V Comorbilidad. VI. Conclusiones.
Admitir que existe una relación directa entre TDAH y delincuencia puede generar una gran controversia. En este sentido, Aguilar Cárceles establece que está correlación solo se producirá en un número muy reducido de personas que padezcan TDAH, especificando que la delincuencia se concentrará en “quienes concurran características como el atrevimiento, búsqueda de sensaciones, o presencia de un Trastorno Oposicionista Desafiante, Trastorno de Conducta, Trastorno Antisocial de la Personalidad o Trastorno Relacionado con Sustancias, entre otros” 1.
En este sentido, conviene decir que la existencia del crimen no es un acontecimiento ligado a la población contemporánea, ya que siempre ha estado relacionado con el ser humano. Todas las sociedades, generación tras generación, delinquen y esos delitos evolucionan paralelamente con el desarrollo de la humanidad, siendo inconcebible pensar que, en el futuro, las personas podríamos vivir con unos porcentajes irrisorios de violencia. En este sentido, Morillas Fernández considera que el delito se desarrolla en función de la capacidad de control social que subsista en la sociedad, afirmando que “el crimen es un hecho innato al ser humano” 2.
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Las conductas llevadas a cabo durante la comisión de un hecho delictivo pueden llevar aparejadas las creencias por parte de la sociedad de que los sujetos activos de dichas acciones padecen unos determinados trastornos mentales. En muchas ocasiones, estos acontecimientos pueden ser ciertos, pero no todos los criminales sufren este tipo de alteraciones, ya que puede darse la situación de que una persona cometa alguna transgresión y no presente estas peculiaridades, siendo otras las causas que los empujan a la comisión del mismo.
En este sentido, juega un papel muy importante el etiquetamiento previo de determinados sujetos como delincuentes. Así, Larrauri Pijoan establece que dicha teoría hace referencia a dos planteamientos fundamentales; por un lado, centra sus esfuerzos en la necesidad de definir a los delincuentes y, por otro, investiga los efectos que se producen en las personas al ser etiquetadas como tal 3.
Ahora bien, se puede apreciar la importancia que presenta etiquetar a un determinado individuo como un criminal. Analizando las posibles consecuencias que este hecho puede acarrear en las personas, Serrano Maíllo afirma que “el etiquetamiento ejerce un rol sobre la delincuencia, pero indirecto, mediado por otra u otras variables” 4.
Por otro lado, en un intento de interrelacionar las conductas violentas con el padecimiento de TDAH, Rangel Araiza afirma que aquellas personas que hayan sido diagnosticadas con este trastorno presentarán determinados vínculos relacionados con las futuras conductas delictivas, siempre que dicha perturbación presente una clara comorbilidad con otras alteraciones. Así, dicho autor establece que este acontecimiento “llevará a trastornos de conducta serios, delincuencia y criminalidad, con configuración de personalidad antisocial o de sociópatas con el riesgo para la sociedad que esto implica” 5.
En base a las investigaciones realizadas por Knecht, De Álvaro, Martínez Raga y Balanza Martínez, quienes centran sus esfuerzos en establecer una vinculación directa entre TDAH, criminalidad y consumo de drogas, se afirma que el comportamiento delictivo se incrementa cuando en el sujeto infractor se produce una combinación de alteraciones, especialmente relacionadas con el trastorno de conducta y por el uso de determinadas sustancias tóxicas 6.
Así, en esta búsqueda incesante para comprender la relación existente entre la diversidad de trastornos mentales y la criminalidad, se convierte en imprescin-
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dible llevar a cabo diferentes investigaciones sobre personas privadas de libertad, con la finalidad de poder encontrar algún síntoma que demuestre la existencia, o no, de tal vínculo.
En este sentido, un estudio realizado sobre 750 internos repartidos entre cinco centros penitenciarios de tres comunidades autónomas demostró que existe un amplio porcentaje de reclusos que padecen algún tipo de trastorno mental, presentando el consumo de tóxicos unos números más elevados que el resto de alteraciones 7.
Por otro lado, Sanz García, Dueñas y Muro llevaron a cabo una investigación en la que afirman que los internos con TDAH comienzan a delinquir con una edad menor que los individuos que padecen cualquier otro trastorno mental 8.
Finalmente, cabe destacar que el objetivo principal perseguido con la elaboración de esta investigación se centra en llevar a cabo un análisis pormenorizado de la jurisprudencia relativa a la vinculación existente entre la comisión de una serie de acontecimientos criminales por parte de personas que padecen TDAH. En este sentido, en la investigación realizada se tienen en cuenta todas aquellas variables que se han considerado útiles para la consecución de unos resultados fructíferos que faciliten indagaciones ulteriores.
Con la finalidad de llevar a cabo un análisis exhaustivo de diferentes variables, las cuales han sido extraídas de cuarenta sentencias condenatorias dictadas por las diversas Audiencias Provinciales 9 que engloban una amplia gama de la
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totalidad del territorio nacional, se ha llevado a cabo un estudio empírico para medir cuantitativamente la incidencia del TDAH sobre un determinado núcleo de población, el cual ha sido condenado por la comisión de determinadas conductas delictivas.
En este sentido, en primer lugar, traigo a colación la distribución de la población nacional con la finalidad de proceder a la aplicación de tales cifras a los resultados obtenidos en el estudio de las mencionadas sentencias, haciendo especial hincapié en los principales emplazamientos dentro del territorio español donde más sucesos se producen por parte de los sujetos que padecen dicho trastorno.
En atención a los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística, se puede apreciar cómo serán las comunidades autónomas de Andalucía, Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana, por este orden, las que presentarán mayores tasas de población dentro del cómputo nacional, representando un 58% del total de la ciudadanía española 10.
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En contraposición a estos datos, y como se puede apreciar en el siguiente gráfico, el estudio de las diferentes sentencias condenatorias escenifica que será en Cataluña, Castilla y León, Madrid, País Vasco y la Comunidad Valenciana donde se producirán más sucesos delictivos relacionados con el TDAH, ya sea el criminal o en la víctima los portadores de este trastorno.
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Extrapolando los datos ya referidos a la población reclusa en España, en el siguiente gráfico se puede apreciar cómo serán Andalucía, Cataluña, Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana, por este orden, las regiones donde existen mayores porcentajes de sujetos privados de libertad. Si bien es cierto que no coinciden con exactitud con las cifras mostradas en el gráfico anterior, sí se puede observar como las comunidades mencionadas se encuentran entre las que presentan unas mayores tasas de individuos con TDAH que han sido condenados por alguna infracción penal.
Siguiendo con la búsqueda del emplazamiento donde más sucesos relacionados con el TDAH se producen en España, en el siguiente gráfico se puede observar como Barcelona, Madrid y Vizcaya, por este orden, son las tres provincias españolas con las tasas más elevadas de acontecimientos delictivos, las cuales representan el 30% del total de sucesos.
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No obstante, con la finalidad de intentar conseguir de la forma más fidedigna posible los emplazamientos con las cifras más elevadas de delincuencia, considero idóneo proceder a establecer las tasas de criminalidad de las diferentes comunidades autónomas, así como de las respectivas provincias en las que se han estudiado sucesos relacionados con el TDAH.
En atención al gráfico anterior, tomando como referencia la tasa de criminalidad media para el conjunto de la población nacional, se pueden deducir los siguientes grupos comparativos:
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Comunidades autónomas con las mayores tasas de sucesos relacionados con TDAH. En este apartado, destaca la elevada representatividad de Cantabria y de Castilla y León, quienes presentan unos índices mucho más elevados que el resto de emplazamientos españoles. En este sentido, destaca la situación de Cantabria, la cual muestra un núcleo poblacional muy pequeño, siendo una de las comunidades españolas con menor número de habitantes, solo por delante de La Rioja y de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
En lo que respecta a Castilla y León, cabe decir que como ya se vio anteriormente, es una de las comunidades donde mayores sucesos relacionados con el TDAH se han producido, lo que se armoniza con el elevado número de ciudadanos, ya que sin presentar una de las cifras más elevadas, sí que ostenta una gran cantidad.
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Comunidades con unas tasas de delincuencia media relacionada con el TDAH. Dentro de este grupo, conviene establecer dos grandes grupos; por un lado, aquellos emplazamientos con elevados porcentajes, tales como Navarra, País Vasco y la Región de Murcia; por otro, se encuentran aquellas localizaciones que presentan unas cifras inferiores a las ya...
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