El agua en China: las dos caras de la moneda

AutorGloria Claudio Quiroga; Isabel Saavedra Silvela
CargoUniversidad Francisco de Vitoria Madrid
Páginas611-622

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I Introducción

Occidente tiene los ojos fijos en el espectacular crecimiento económico de China, con una mezcla de admiración y temor que le lleva a mirar con lupa la otra cara de la moneda: contaminación, corrupción, descontento social, absoluto control estatal, pobreza, violación de los derechos humanos, éxodo rural... Rara vez se menciona el agua como problema, y, sin embargo, es uno de los retos más urgentes que tiene que afrontar esta «frágil superpotencia» 1: frecuentes desastres naturales (tifones, lluvias torrenciales) con enormes costes humanos y materiales; sequía en el norte y en el centro, donde no llueve durante la mayor parte del año; contaminación del agua en casi todos los ríos y canales, falta de acceso a agua limpia para un cuarto de la población... El uso del agua en China se ha quintuplicado en los últimos sesenta años, y las ciudades, la industria y la agricultura compiten por un recurso finito y desigual. Incluso las soluciones que se adelantan tienen efectos concomitantes adversos.

Si bien el gobierno está teniendo que tomar a muy corto plazo decisiones delicadas, pero que sean eficaces, dicen en China que la cantidad, la urgencia y la complejidad de los problemas es tal que las soluciones adoptadas distan mucho de ser las ideales. China tiene que alimentar al 21% de la población del planeta con sólo el 7% de la superficie cultivable del mundo. Y en ningún sector de actividad se manifiestan más esta urgencia y esta complejidad que en el tema del agua.

Como todos sabemos, el agua es esencial para el desarrollo económico y social de un país. China posee este recurso con relativa Page 612 abundancia, pero repartido de modo muy desigual. El sur del país tiene más agua que la que consume (la zona al sur del río Yangtsé cuenta con un 80% del total de agua) mientras el noreste, donde se encuentran algunas de las provincias más industrializadas, consume mucha más agua que la que tiene disponible. Esto hace que tenga que consumir reservas acuíferas subterráneas a un ritmo insostenible en el medio plazo.

Esta situación se debe no sólo a la falta de lluvia en el norte, sino también y, sobre todo, a la enorme cantidad de proyectos industriales en la cuenca del río Amarillo y consiguiente crecimiento de las ciudades, y al consumo de las grandes ciudades de Beijing (15,5 millones de habitantes) y Tianjin (10,5 millones de habitantes), que supone, respectivamente, el 203% y el 543% del agua disponible.

Este agua disponible está en los grandes ríos y en los depósitos acuíferos subterráneos. Los ríos, por orden de caudal, son el Yangtsé, del que hablamos en detalle más abajo; el río Amarillo (5.464 km, el segundo de China y cuna de su civilización, muy dado a inundaciones; regulan su caudal 20 presas; atraviesa nueve provincias y viven de su agua 140 millones de personas); el río de las Perlas (2.200 km, el tercer río más largo de China, desemboca en Hong-Kong-Macao); el río Huai (de 1.078 km, que fluye de oeste a este, aproximadamente equidistante entre el río Amarillo y el Yangtsé, y desemboca en un lago; provoca inundaciones con frecuencia, siendo las últimas en 2003,2006 y 2007; dependen de su agua 150 millones de habitantes); y el río Huan (que desemboca en el Yangtsé en Wuhan). Los dos primeros citados, que son los mayores, nacen en las montañas del Tibet, pero adquieren caudales muy desiguales: el Yangtsé, en el sur, va muy "sobrado" de agua, mientras que el río Amarillo, en el norte, ya ha visto varios años su caudal reducido de tal manera que no llega a desembocar al mar.

II Situación del agua en china
2.1. Las inundaciones

De las catástrofes naturales que afectan a China, la gran mayoría están relacionadas con el agua: «tifones frecuentes (unos cinco por año en las costas sur y este); inundaciones; tsunamis; terremotos; sequía; deslizamiento de tierras» 2. Cada año leemos en la prensa Page 613 noticias sobre terribles inundaciones en el sureste de China. Lluvias torrenciales en el interior, tifones y ciclones en la costa están al orden del día, y cada año provocan miles de víctimas humanas e importantes pérdidas materiales.

En 2005, un periódico chino anunciaba que las inundaciones y deslizamientos de tierra habían acabado con la vida de 1.292 personas, otras 332 habían desaparecido, 15,4 millones de hectáreas de tierras agrícolas habían sido destruidas, 1,2 millones de casas demolidas y que el total de pérdidas ascendía a 156.000 millones de yuan (unos 15.000 millones de euros)3. El 2005 fue un año particularmente dramático, pero el problema se repite cada año. En 2007, las lluvias torrenciales en el sur de China se han cobrado 66 vidas, afectando a casi nueve millones de personas, destruyendo 48.000 casas, provocando la evacuación de 590.000 personas y dañando unas 294.000 hectáreas de cultivos 4. Este panorama se reproduce año tras año desde hace milenios.

2.2. La sequía

Pero estas inundaciones y deslizamientos de tierra son sólo uno de los problemas relacionados con el agua. Otra dificultad importante es la sequía. La dificultad de regar la tierra es uno de los principales factores que contribuyen al abandono del campo por parte de los campesinos. En años recientes, más de 144 millones de personas han migrado del campo a las ciudades, donde no siempre encuentran trabajo5.

Desde hace años, el Partido Comunista fomenta la producción agrícola con el difícil objetivo de alcanzar la autosuficiencia en materia de cereales. Pero esta producción masiva de cereales consume enormes cantidades de agua subterránea en las llanuras del norte del país, donde se produce aproximadamente la mitad del trigo consumido en China. Los científicos que han analizado el problema han llegado a la conclusión de que los acuíferos subterráneos de los que depende esta zona, de donde procede el 70% del agua consumida, se agotarán en el plazo de 30 años si se mantienen los actuales niveles Page 614 de consumo. Esta situación sería devastadora no sólo para el cultivo de las materias primas necesarias para alimentar a las ciudades, sino también para la subsistencia de los 200 millones de personas que viven de la agricultura en esta región.

Otras provincias en el centro de China también padecen sequías importantes. En el 2006, leíamos que en Chongqing no había llovido en más de tres meses: las dos terceras partes de los ríos se secaron y la sequía afectó a 18 millones de personas. Según la agencia de noticias china Xinhua, la sequía provocó unas pérdidas económicas de unos 11.700 millones de yuan (unos mil millones de euros)6.

2.3. Los trasvases sur-norte

Los dos objetivos más primarios de la utilización del agua, en general, son el riego para la agricultura y el consumo humano, tanto para beber como para uso doméstico. Estos objetivos han dado lugar a tres proyectos de trasvase en...

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