La aeronave y su situación registral

AutorCarlos Jesús Alvarez Romero
CargoDel Cuerpo Jurídico del Aire Registrador de la Propiedad
Páginas434-439

La aeronave y su situación registral *

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La aeronave

Initium doctrinae est consideratio nominis.

I Denominación

Tal vez pueda parecer ocioso dedicar unas líneas, aunque pocas, al estudio de la denominación de la aeronave. La casi totalidad de los tratadistas examinan directamente su concepto, limitándose a señalar los nombres que recibe en los distintos países. Sin embargo, si las razones de método que impone el viejo brocardo latino no fuesen bastantes, bastaría tener en cuenta la modernidad de la palabra, que apenas cuenta con media centuria de existencia reconocida. Se trata, pues, de un término sin solera, pero de fuerte consistencia yPage 435 arraigo, prueba de lo cual son los impactos que empieza ya a recibir de la crítica.

Los textos anglosajones emplean el vocablo «aircraft» , los alemanes «luftfahrtzeuge», los italianos «aeromobile», los franceses «aeronef» y los países de habla hispánica «aeronave». El calificativo «aéreo» es común a todos los términos, sin embargo en los dos últimos se advierte una mayor precisión que en los restantes, puesto que si en aquellos se hace referencia a vehículo, aparato de locomoción, o simplemente móvil, en la terminología francesa y española se indica que éste ha de ser una nave 1.

La voz aeronave, adoptada a partir de la Convención de París de 1919, entraña dos conceptos que es preciso examinar. Aéreo es todo lo que pertenece al aire y, por eso, el adjetivo comprende no sólo las cuestiones relativas a la navegación, ciertamente las más> importantes, sino otras muchas como telegrafía y telefonía sin hilos, transmisión de señales ópticas, etc... Pero esta gran amplitud, propicia a la confusión, se restringe extraordinariamente al referir el adjetivo a la nave y más aún a su utilidad específica, ía navegación. Aéreo es, por consiguiente, el medio en que se desenvuelve normalmente la aeronave destinada a tal fin.

Los considerables avances de la técnica, a partir de la última guerra mundial, han hecho problemática la aplicación del adjetivo que nos ocupa al instrumento de la navegación. Rostand ponía ya en boca de Cyrano una serie de procedimientos para descender desde la luna a la tierra. Pero ahora no se trata de meras especulaciones literarias producto de la fantasía. La realidad se va imponiendo con una evidencia arrolladora. El 25 de julio de 1955 los Estados Unidos de América anunciaban oficialmente la construcción de un satélite artificial que se probará el año geofísico, punto de partida para la creación de otros ingenios dirigidos a los planetas más próximos. La O. A, C. I. ha redactado un informe para la Asamblea General de la Organización, en el que señala la necesidad de llegar pronto a un acuerdo internacional que regule el espacio interplanetario Lo cierto es que el espacio aéreo se ha quedado insuficiente yPage 436 que las máquinas...

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