La intervención administrativa y judicial con menores de protección
Autor | Pablo José Abascal Monedero/Concepción Nieto Morales |
Páginas | 95-107 |
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Existen múltiples formas de definir la intervención social por diferentes autores, aunque todas llevan a concluir en la misma cuestión (De las Heras Pinilla, 2012; Montagud Mayor, 2012; Blanco, Blázquez, 2010; Carballeda, 2005), existiendo muchos autores que plasman su definición de intervención social, dado que, cada autor a través de teorizar o plasmar el trabajo con diversos colectivos trabajan la intervención social.
"Dar respuesta a qué es la intervención social no es una cuestión sencilla, aunque se da por supuesto que lo es, sobre todo, en tiempos en que parece que todas/os decimos lo mismo. De ahí la necesidad de tratar este tema hoy, revisando lo que se entiende por intervención social...(...).... La intervención social no es neutral' en su significado cobra un valor notable el contenido ideológico que le dota el agente que interviene, el contexto en el que se trabaje, la época histórica de la que se hable, la formación y la cultura de los profesionales y la del entorno en el que se trabaje, etc." (Zamanillo, 2012-104).
De las diversas definiciones se aprecia que es un concepto dinámico y dificultoso, habiendo cambiado bien adaptándose a los tiempos sociales y políticos.
"El concepto de intervención social es dinámico, complejo y si se quiere polémico... (...)....Históricamente el concepto, entendido como una cierta forma de trabajar en lo social, también ha cambiado. Las ciencias sociales han trabajado en su abordaje y específicamente en este artículo la entendemos como- la acción organizada de un conjunto de individuos frente a problemáticas sociales no resueltas en donde participan por lo menos tres actores claves- el Estado, definiendo políticas sociales; algunas formas organizadas de la Sociedad Civil, como las ONG, con acciones públicas sociopolíticas" (Miranda, 2012-73).
En la actual crisis económica con el consiguiente efecto dominó en el ámbito social, el primer colectivo que se ve afectado es el más vulnerable, así se ve desde la óptica de los que trabajamos en el día a día la práctica profesional del Trabajo Social.
"... (...)... es imposible separar el concepto de Trabajo Social y el de Intervención Social,... (...)...la Intervención Social es considerada hoy como un derecho, frágil pero existente, de la ciudadanía....(....)....El escenario actual nos obliga a dejar de mirar hacia atrás, y pensar en lo que tenemos delante, ser innovadores en la intervención social, recuperar espacios abandonados, y demostrar que la Intervención Social es algo que merece la pena mantener y potenciar... (...)... la intervención social es un concepto que no puede separarse de la de cercanía, física y accesible, de proximidad ... (....)... .En definitiva' el proceso de intervención con una persona, familia, grupo o comunidad debe ser un proceso de responsabilidad compartida" (Santas García, 2012-128-130).
De las diversas definiciones sobre intervención se deduce, que la intervención, es vista desde diferente prisma aunque con la misma conclusión, bien sea expuesta por trabajadores sociales de base o docentes, en definitiva presenta varias facetas dependiendo de las circunstancias.
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Desde el prisma académico y profesional la visión más importante es la preventiva, sin obviar la intervención secundaria y terciaria. La intervención preventiva debe dirigirse a prevenir los factores de riesgo y protección en los menores en riesgo de desprotección. Es importante contar con protocolos de actuación para las intervenciones que los diferentes ámbitos profesionales disponen. Diseñando intervenciones con metodologías interdisciplinarias e institucionales a través de todos los canales disponibles. La prevención pasa por compartir y difundir entre los profesionales la información disponible para trabajar con los menores.
Desde la Comunidad Autónoma de la Junta de Andalucía se han desarrollado Programas dirigidos a la detección y prevención del maltrato infantil entre los que se encuentran el teléfono de notificación de posibles situaciones de maltrato infantil 900 851 818, siendo un servicio público gratuito que presta la Dirección General de Infancia y Familias de la Consejería de Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía siendo un instrumento para denuncia de situaciones de maltrato que permite detectar situaciones de alto riesgo. Posteriormente surge El teléfono de información general en materia de infancia: 902 102 227.
"El maltrato infantil constituye un tema de gran relevancia social, por lo que resulta incuestionable que el estado debe garantizar el derecho del menor a estar protegido del posible daño que le puedan ocasionar otras personas, incluidos sus cuidadores. En este sentido, los programas públicos de tratamiento familiar intervienen en los casos de desprotección familiar detectados con diferentes objetivos- (a) evitar situaciones de desamparo; (b) colaborar con las familias para promover un cambio positivo en sus actitudes y actuaciones de cara a superar las carencias socio-afectivas de esos menores; (c) favorecer aquellos comportamientos parentales que tengan un efecto positivo sobre el desarrollo psicosocial de los menores; y, (d) paralelamente, reducir aquellas prácticas parentales que pueden perjudicar este proceso evolutivo." (Gómez, et al, 2012-40).
Como se ha dicho en otro lugar del trabajo, desde el momento que existen sospechas, indicios o conocimiento de que existe riesgo social para un menor, deben favorecer las circunstancias que permitan investigar la situación para posibilitar las intervención que evite perjuicios al menor, garantizando su bienestar. Desde los Servicios sociales se iniciara una investigación para valorar la gravedad de la situación y planificar la intervención.
Los factores de riesgo que los menores vivencian en la familia se trasladan al ámbito escolar siendo detectados desde el servicio de salud bien desde el medico de familia o especialista, enfermería de enlace, trabajadora social (golpes, desnutrición, abandono, etc.), escuela (baja escolaridad, familias disfuncionales, abandono, falta higiene, etc.), servicios sociales comunitarios (familias disfuncionales, múlti problemáticas, consumidoras de estupefacientes,
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marginales, etc.), aunque puedan detectarse también desde otras instituciones sociedad (vecinos, policía local, etc.) o lugares. Para muchas familias los problemas y marginalidad son heredados de generación en generación a pesar del trabajo que se realiza desde las instituciones.
Las familias disfuncionales (violencia, adicciones, estructura disfuncional, etc.) y múlti-problemáticas no son exclusivas de un entorno de pobreza y de privación, ya que pueden encontrarse en cualquier contexto social, cultural y económico; su situación se puede ver agravada si a su situación se le une la de privación económica y educativa los efectos y movilidad social es muy complicada encontrándose anclada en un laberinto estructural intergeneracional sin salida, donde los miembros de la familia carecen de habilidades incluso con la ayuda de las instituciones no presentan avances para salvar los obstáculos; ese impacto en las generaciones más jóvenes se tornan en un círculo vicioso sin herramientas educativas, culturales, de privación personal y social y nulo proyecto de vida.
Familias aisladas o familias excluidas destacan por su distanciamiento físico y/o emocional de la familia extensa y red de apoyos sociales y/o institucionales encontrándose sin apoyos en momentos de crisis lo que agrava su situación. La red de apoyos protege de precariedades livianizando las dificultades.
La pobreza crónica es una variable que unida a de privación social y educativa desencadena conductas parentales negligentes unido a...
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