Acerca de la violencia y su definición
| Autor | Antonio Andrés Pueyo |
| Cargo del Autor | Catedrático de Psicología de Personalidad Evaluación y Tratamiento Psicológico (1993) |
| Páginas | 201-231 |
201
BREVE BIOGRAFÍA DEL AUTOR
Catedrático de Psicología de Personalidad Evaluación y Tratamiento Psi-
cológico (1993-).Miembro fundador del GEAV (Grupo de Estudios Avan-
zados en Violencia). Director del Máster de Psicología Forense y Criminal
(IL3/UB).Profesor de Psicología de la Violencia y del Comportamiento
Criminal en los estudios de Psicología y de Criminología de la UB.Consul-
tor Senior del Instituto de Psicología Forense de Barcelona. Director del
Departamento de Psicología Clínica y Psicobiología (2017- actualidad).
1. INTRODUCCIÓN
La violencia es, sin duda ninguna, una importante preocupación social
por su extensión, consecuencias y, sobre todo, por la estrecha relación que
tiene con la acción humana, su real y auténtica causa. Podemos discutir si hay
hoy mas o menos violencia que en el pasado, si la violencia es solamente la
agresión física grave o también incluye otra serie de hechos de menor grave-
dad aparente, como son el abuso sexual infantil o la violencia en el deporte,
pero sobre lo que sí hay un gran consenso es que la violencia es un fenóme-
no resultante de la acción humana. Y esta armación nos abre un escenario
CAPÍTULO 10
ACERCA DE LA VIOLENCIA
Y SU DEFINICIÓN
Antonio Andrés Pueyo
Grupo de estudios avanzados en Violencia (GEAV)
Universidad de Barcelona
CRIMINOLOGÍA APLICADA
B. ROMERO FLORES DIRECTORA | A.L. CUERVO GARCÍA, A.M. VINAGRE GONZÁLEZ COORDINADORAS
202
paradójico donde la causa y la solución de la violencia son la misma cosa. La
violencia no es un hecho fortuito, aleatorio o accidental, es el resultado de la
acción decidida e intencionada de dañar a otro ser humano, incluso al mismo
autor de la violencia, como sucede en el caso del suicidio. Si los humanos
dejaran de ejercer y utilizar la violencia, como una de las estrategias más habi-
tuales de resolver conictos, la sociedad se ahorraría mucho dolor, sufrimiento
y, también, muchos gastos. El avance social y el desarrollo tecnológico están
acompañados de una reducción de la violencia y, esta reducción tanto la pode-
mos computar como causa o efecto de la mejora en el bienestar, la salud y las
condiciones generales de vida de los humanos (Rossling, H. 2019).
Sobre la violencia tenemos muchas creencias, conocimientos parciales,
prejuicios e incluso algunos mitos, pero pocos conocimientos rigurosos, ob-
jetivos y bien contrastados. La violencia es una realidad cotidiana, especial-
mente la violencia interpersonal en cualquiera de sus formatos principales
(homicidio, lesiones, secuestros, acoso, peleas, violaciones…), pero hasta hace
relativamente pocos años no se ha convertido en un objeto de estudio cientí-
co riguroso y sistemático. Es verdad que los juristas, los criminólogos y los
moralistas siempre se han interesado por la violencia, pero en general en clave
de infracción, delito o amoralidad. Ahora que existe una demanda social de
soluciones a los problemas que produce la violencia, que tenemos tanta pre-
ocupación con ella, ahora es cuando se nota lo poco «preparados» que están
los profesionales para atender con eciencia este problema. En mi opinión
esto se debe a que las claves de la violencia son todavía bastante desconoci-
das. Por ello, por ejemplo, junto con la conciencia social de lo inaceptable de
la violencia contra la mujer, simultáneamente surgió la necesidad de que los
profesionales que atendían a las victimas, y también a los agresores, fuesen
entrenados y formados a fondo en estas temáticas. Sin conocimiento riguroso
y contrastado no se puede hacer una acción profesional y preventiva ecaz.
Muchos pensadores, políticos, periodistas, lósofos y recientemente
también cientícos provenientes de campos como la biología, la física y la
neurología, investigan, escriben y reexionan sobre este fenómeno. Pero los
resultados de los avances en la investigación sobre la violencia todavía son
insucientes y solo recientemente están apareciendo algunas publicaciones
interesantes, por ejemplo, en castellano, sobre estos temas. No obstante, com-
parado con el mundo anglosajón y francófono, en castellano hay pocas publi-
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba