Acción comunicativa: estrategia para la comunicación eficaz a partir de un nuevo paradigma educativo

AutorSara Muñoz González
Páginas75-90

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1. Introducción: El lenguaje ordena el pensamiento

El lenguaje ordena el pensamiento, partiendo de esta primera premisa analizaremos qué importancia tiene el lenguaje en un contexto de enseñanza-aprendizaje.

Si nos percatamos de esta instrumentación cognitiva, podemos advertir que cuando un individuo pretende comunicar piensa la estructura de lo que expresa, creamos una conexión múltiple que estructura el mensaje con lógica, aplicando significante y significado1en pocos segundos. Esta actividad cognitiva que pasa en ocasiones desapercibida en el marco educativo, es la sorprendente prueba de nuestra capacidad intelectiva ya que la complejidad de nuestro lenguaje es una de las características más importantes de las que nos diferencian del resto de seres vivos, además de constituir la búsqueda de la identidad propia del ser a través de la comunicación con otros, en palabras de Fernando Savater «el lenguaje es el certificado de pertenencia de mi especie, el verdadero código genético de la humanidad»2.

Nuestro actual sistema educativo, parte fundamentalmente de una carga formativa basada en el aprendizaje a través de texto escrito y relega la utilización del lenguaje a un segundo plano. Este modelo de aprendi-

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zaje es visible tanto en enseñanza primaria y secundaria, como en la enseñanza superior. Nuestro alumnado universitario aunque reciben clases magistrales orales, aprenden fundamentalmente a través de texto escrito ya sean manuales o apuntes, transponen el conocimiento a la escritura mediante la cual articulan sus esquemas de conocimiento, pero no articulan una creación de conocimiento argumentativo ni preparan la trasmisión de ese conocimiento para ser expuestos oralmente, salvo en casos excepcionales cuando son examinados oralmente. De esta forma nuestro alumnado no trabaja su capacidad argumentativa, ni su expresión verbal, con relación al conocimiento adquirido. Llegados a este punto nos encontramos con que el alumnado no articula los contenidos adquiridos a través de su propio lenguaje, y por ende, no realiza esquemas de conocimientos propios sino que interioriza conceptos de otros, sin realizar ese traspaso de interiorizar a través de su propia expresión. Esto conlleva un modelo aprendizaje concreto, que podríamos cambiar si conseguimos que ese aprendizaje se interiorice a partir de la articulación de su propia expresión verbal.

En este sentido proponemos un cambio de esquemas educativos, donde la importancia del procedimiento de asimilación y acomodación del conocimiento en los esquemas cognitivos de nuestro alumnado, comience en la elaboración de los mismos a través su propia articulación verbal, propiciando con ello un mejor nexo de unión entre los conocimientos ya adquiridos con los nuevos que incorpora, consiguiendo un aprendizaje significativo e interconectado en su red cognitiva.

El aprendizaje significativo, es un concepto acuñado por la pedagogía, en el que muchos autores han establecido fundamentaciones sobre la importancia del mismo para un aprendizaje real y duradero del conocimiento. En este sentido se concreta este concepto como la interacción de los conocimientos relevantes ya existentes en la estructura cognitiva del sujeto que aprende y los nuevos conocimientos que se adquieren, que constituyen, según ausubel y Novak3, el factor más importante para la transformación de los significados lógicos en significados psicológicos. En resumen, el alumnado encuentra lógica a lo aprendido, y al establecer un aprendizaje relacional estima lo aprendido como útil y aplicativo.

Con ello, debemos destacar también la importancia del lenguaje como comunicación de lo subjetivo, en el sentido en el que podemos crear conocimiento propio y trasmitir a la sociedad, constituyendo un nuevo proceso en el marco de la enseñanza-aprendizaje, en la medida en la que todo sujeto que aprende puede consiguientemente crear a partir de ese momento educativo nuevo conocimiento, impulsando la creatividad, en la medida en la que el lenguaje sirve para objetivar y compartir lo subjetivo.4

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Cada lenguaje, tanto en lo referente a su léxico como a su estructura, representa una manera singular de percibir la realidad. Partiendo de una segunda premisa en el estudio, podemos decir que todo lo que llamamos «conocimiento» es lenguaje, en la medida en la que comprender una materia o un contenido, implica conocer su lenguaje. Entendiendo con ello, que un área de conocimiento o una disciplina tiene un modo de conocer, de observar y trascribir su entorno, y todo lo que es conocido en esa disciplina es inseparable de los símbolos, de los signo del lenguaje, en los que se codifica el conocimiento en ella producido. Es decir, enseñar matemáticas es en definitiva enseñar un lenguaje, un modo de expresión, como puede ser enseñar derecho que conlleva enseñar también el lenguaje jurídico, y consecuentemente una forma de ver el mundo. En consecuencia, podemos percatarnos de la importancia que tiene el lenguaje en el aprendizaje de un área de conocimiento.

Establecido el marco introductorio de esta propuesta educativa, nos adentraremos en los siguientes apartados, analizando el proceso cognitivo del lenguaje y su importancia de incorporarlo a la enseñanza superior como mecanismo para potenciar la capacidad de aprendizaje del alum-nado universitario, aunque podría ser extensivo a otras fases educativas adaptando el mismo a la capacidad cognitiva y a las etapas de aprendizaje de los discentes.

2. A prendizaje a través del lenguaje Nuevos modelos educativos en la enseñanza superior

Los nuevos planes educativos de enseñanza superior, requieren no solo la asimilación de contenidos y procedimientos, sino también la adquisición de competencias y habilidades, demandando al profesorado un cambio metodológico importante, que conlleva también, la evaluación de competencias y habilidades.

La agencia Nacional de Evaluación y acreditación (aNECa), presentó un trabajo elaborado por académicos y especialistas de diferentes áreas de conocimiento, titulados los «Libros Blancos»5de los diferentes grados de enseñanza superior.

Estos libros versan sobre los diferentes títulos existentes en sistema educativo español, y contienen la descripción y objetivos de los grados, además de una lista de competencias y habilidades, generales y específicas, que se consideran indispensables y que deben de fomentarse a lo largo de la formación del alumnado de Grado.

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Entre las competencias y habilidades señaladas, se encuentran algunas dirigidas específicamente a la capacidad de expresión oral y a la habilidad de mejorar la comunicación, tanto entre las generales como entre las específicas. Por ejemplo, «capacidad de expresarse apropiadamente ante un auditorio»6, «ser capaz de conocer y manejar las principales metodologías de expresión comunicativa»7o «comunicación oral y escrita en la lengua nativa»8. Estas se encuentran tanto entre las competencias genéricas como en las específicas de cada Grado.

El profesorado tiene un nuevo reto, en la implantación y la consecución para alcanzar los objetivos educativos de los grados, crear una metodología adecuada e incorporar contenidos transversales que capaciten al alumnado en las competencias y habilidades requeridas. Detectamos que es necesario mejorar las capacidades argumentativas y de exposición oral del alumnado en las aulas, en la medida en la que en ocasiones no se cumplen estos objetivos cuando se mantienen estructuras metodológicas anteriores como la clases magistrales y unidireccionales, donde el alum-nado no interactúa en su aprendizaje, y por tanto no puede asimilar ni adquirir habilidades en materias de comunicación. Es por ello que una propuesta educativa que se adapte a las nuevas exigencias educacionales, requiere que se potencie la utilización del lenguaje como instrumento para el aprendizaje.

En las aulas de otras Universidades, principalmente extrajeras, como las de EEUU, han encontrado una fuente de conocimiento, de aprendizaje significativo y muy motivador para los discentes, en el fomento de la utilización del lenguaje a través del discurso y el debate, descubriendo con ello una participación activa en su desarrollo cognitivo y alcanzando mayores y mejores resultados en sus estudios.

En base a ello, una propuesta a incluir en la práctica docente sería el aprendizaje a través de la disertación (en lugar del discurso) y del diálogo (en lugar de los debates), que bien podrían ser exposición espontánea —con los beneficios que implica para la creatividad en el aprendizaje— o preparada como un ejercicio de desarrollo cognitivo, que conlleva una estructuración verbal de los contenidos.

Si bien, los dos instrumentos que proponemos fomentar en las aulas son diferentes, el primero trata de organizar mentalmente la oralidad de un pensamiento discursivo, que pretende rescatar los conocimientos previos del alumno e incorporar los nuevos a través de una construcción lógica argumentativa. Mientras que el diálogo, conlleva también la dimensión social de la comunicación, donde la construcción lógica se realiza de forma compartida, en la que los presupuestos iniciales pueden variar a medida que recibimos información, constituyendo una creación

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continua de conocimiento, de esta forma, si enfrentamos al alumno a una experiencia tal, en la que intervengan dos o tres de ellos con información de cuestiones complementarias de una misma materia, y argumentado oralmente en el seno del diálogo...

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