Las Academias internacionales como punto de intersección entre los científicos y la política supranacional.
| Autor | David Coates y Stig Strömholm |
| Cargo | Academia Europaea |
El mundo virtual y el ciudadano
La presencia creciente en nuestras vidas cotidianas de toda clase de 'medios' electrónicos, y el ritmo de su desarrollo, presentan retos importantes para los políticos europeos. Los temas que conciernen a los ciudadanos revisten importancia política, y los que se refieren a la seguridad (individual y corporativa), al comercio y al aprendizaje electrónicos y a la educación, e incluso al mismo funcionamiento y transparencia de nuestros procesos democráticos, ocupan un lugar prioritario. Conjuntamente, estos temas tienen un impacto sobre todos los ciudadanos europeos. Separadamente, ofrecen al político un amplio panorama de áreas complejas y estrechamente relacionadas.
La Academia Europaea ha organizado una serie de conferencias y talleres para tratar varios aspectos del 'mundo virtual' en relación con el estudio y el aprendizaje, y participa en un proyecto en curso (SERENATE), financiado por el programa IST (dentro del Quinto Programa Marco de la UE), que se refiere a las necesidades de funcionalidad futuras de los usuarios de Internet y a las tecnologías de comunicación de banda ancha. En este contexto, en noviembre de 2001 se reunió un grupo multidisciplinar y multinacional de 20 personas para elaborar una síntesis y un análisis coherentes de una serie de cuestiones identificadas en actividades previas. El reto consistía en centrarse específicamente en los aspectos sociales no tecnológicos y transversales y abordar sus implicaciones para la política de la UE, en un informe a la Presidencia española de la Unión. El grupo incluía necesariamente a miembros ajenos a la Academia Europaea, tales como representantes de la Dirección General Sociedad de la Información de la Comisión Europea, y de nodos clave de excelencia, para ofrecer un foro de diálogo imparcial. El valor de este enfoque fue la capacidad de contar con toda la comunidad europea de miembros de la Academia Europaea, reuniendo a tecnólogos, sociólogos y políticos fuera de las limitaciones de cualquier estructura institucional formal o de cualquier programa específico de investigación. En resumen, estos resultados fueron una llamada para una política específica centrada en:
E-Calidad: Desarrollo de una marca de 'calidad' para la información europea. Una marca de garantía 'E-calidad'.
E-Comunidad: Las iniciativas europeas existentes que se refieren a la infraestructura técnica necesaria para el acceso, deberían también ir acompañadas por programas que capacitaran al usuario individual para hacer un uso pleno de Internet. La formación en la escuela es un componente esencial para lograr esa competencia. Por lo tanto, se necesita urgentemente una iniciativa europea importante que proporcione formación básica en Internet a la totalidad de los profesores de enseñanza secundaria. La competencia en Internet debería ser parte integrante de todos los programas de formación del profesorado.
E-Formación: Es necesario desarrollar medidas para conseguir el consenso sobre lo que constituyen modelos educativos electrónicos aceptables y satisfactorios, en las diferentes etapas del proceso educativo. Esto implica más investigación sistemática sobre el impacto del mundo virtual en la educación y el aprendizaje y sobre el desarrollo de herramientas pedagógicas comunes. Se requiere una interoperabilidad de los estándares y el reconocimiento mutuo de los títulos. Debe existir un sistema para regular y validar las fuentes de materiales educativos y su suministro ¿ la marca de E-calidad descrita anteriormente podría ayudar a proporcionar tal garantía de calidad. Debería haber un esfuerzo concertado para que se imparta una E-formación diferenciada para alumnos adultos, que sea relevante para el desarrollo de una capacidad de aprendizaje eficaz durante toda la vida, en toda Europa, y que tenga una base común de estándares, normas y objetivos comunes.
E-Investigación: Gran parte del desarrollo futuro de Internet y de las tecnologías 'virtuales' relacionadas dependerá de su amplia aceptación por la población en general y de su integración efectiva y sin fisuras en la vida normal. El desarrollo tecnológico debería ir en paralelo con la aceptación del público y debería responder a las necesidades del ciudadano. Ahora bien, es cada vez más evidente que la tecnología avanza muy por delante de la capacidad de respuesta del público. No se trata simplemente de una cuestión de comprensión: la tecnología crea nuevas presiones sociológicas, nuevos paradigmas culturales y una división digital de la sociedad. La mayoría de los temas son aplicables por igual a toda Europa y la Academia por lo tanto reclama más investigación sobre estos temas a nivel europeo. Las prioridades principales para tal investigación incluyen:
Estudios sistemáticos, integrados y empíricos de las implicaciones psicosociales de la tecnología virtual y su rápida integración en la sociedad. ¿Cuáles son los impactos potenciales sobre el individuo y sobre la comunidad en cuanto a sanidad, riqueza, bienestar y ciudadanía? ¿Cuáles son los riesgos potenciales respecto a la política pública?
Un análisis en profundidad de los 'efectos de red' sobre las políticas anti-monopolio y de la competencia, utilizando modelos adecuados de los sectores público y privado. ¿Cuáles son las implicaciones para la futura regulación del comercio a nivel europeo y mundial? La exploración de los temas de 'calidad' en relación con el suministro de información pública en la web, incluyendo sistemas y códigos de juicios de valor. ¿Es aplicable y deseable la regulación del medio virtual, incluyendo los sistemas de autoregulación, los códigos o la legislación comunitaria?
Análisis comparativos de sistemas de juicios de valor en relación con el daño y el riesgo cuando se aplican al mundo virtual. Estos incluirían importantes cuestiones sobre la elección personal y sobre dispositivos de seguridad tecnológica externos, tales como tamizado, filtrado, cortafuegos, etc. y sobre el establecimiento de políticas y la vigilancia. Ello proporcionaría un sistema común de validación que reconocería las 'fuentes de calidad' de la información. Es decir, la información que se ajusta a una serie de códigos de práctica y que opera con sistemas comunes de juicios de valor pudiendo demostrarse que es fiable y transparente.
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Notas
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Los autores presentan aquí sus opiniones a título personal. Las afirmaciones y posturas que aparecen en este artículo no reflejan necesariamente la política oficial de la Academia Europaea.
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La Academia Europaea es una asociación internacional no gubernamental de científicos e intelectuales que trata de promover el aprendizaje, la educación y la investigación. Se fundó en 1988 y en la actualidad cuenta con 1.950 miembros de treinta y cinco países europeos y de ocho países no europeos. Los miembros de la Academia provienen de un amplio espectro de disciplinas, que incluye las ciencias físicas y la tecnología, las ciencias biológicas y la medicina, las matemáticas, las humanidades, las ciencias sociales y cognitivas, la economía y el derecho. El sitio web de la Academia Europaea es: http://www.acadeuro.org
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Las actividades que se describen fueron coordinadas y dirigidas por el vicepresidente de la Academia Europaea, Profesor Ian Butterworth FRS.
Sobre los autores
El Profesor Stig Strömholm es el anterior Presidente de la Academia Europaea, y antiguo Rector de la Universidad de Uppsala. Es una personalidad distinguida en el campo del Derecho Internacional Comparado.
El Dr. David Coates es actualmente Secretario General de la Academia Europaea y consultor independiente en el campo de la Política de Investigación europea. Fue Vicepresidente del mecanismo COST y Director Adjunto de la Office of Science and Technology del Reino Unido, donde fue responsable de la coordinación de la política marco del Reino Unido en Ciencias de la Vida.
