1. Exordio

AutorAgustín Luna Serrano
Páginas23-24

Page 23

En una sociedad como la nuestra, en la que tanto la ciencia como la técnica -y desde luego la praxis- dan continuas muestras de incertidumbre, no es de extrañar que la cuestión del déficit de seguridad jurídica se vea con preocupación y continuado interés, al punto de que, rebasando el ámbito académico de la reflexión de los juristas, se presente públicamente como problema que interesa directamente a todos los ciudadanos, en particular a los que se desenvuelven o pasan a desenvol-verse a la intemperie de la directa protección de los Poderes Públicos y pueden por ello sufrir sus no siempre ecuánimes y ajustadas decisiones. De algún tiempo a esta parte, en efecto, tal preocupación viene irrumpiendo con bastante frecuencia, de manera más o menos urgida por hechos concretos y más o menos explicada y argumentada, en los medios de comunicación social.

Las más de las veces la expresión de la desazón por la merma de la seguridad jurídica no pasa de ser la justa y puntual denuncia de opera-dores económicos que, en relación a su actividad, ven sorpresivamente modificados los puntos de vista de alguno de los indicados Poderes y consiguientemente disminuida la imprescindible razonable previsibilidad sobre la certeza de la juridicidad en que basar sus tomas de decisiones, pero no faltan tampoco ocasiones en que la apuntada preocupación por el deterioro de la seguridad jurídica se expresa revestida de reflexiones que superan la circunstancia ocasional para constituir un cierto alegato doctrinal y técnicamente articulado que se hace llegar a la consideración

Page 24

y reflexión de los ciudadanos a través de la prensa diaria1, como por otra parte es bastante frecuente en entornos culturales geográficamente no alejados del nuestro.

Los párrafos que siguen se proponen examinar, con sencillez y desde una cierta perspectiva metodológica, la realidad del indicado deterioro de la seguridad jurídica, abordando también algunos aspectos concretos que tienen una clara conexión con un fenómeno que desgraciadamente está, según puede advertirse cada día, tan presente en nuestra experiencia.

[1] El constitucionalista DE CARRERAS, ¿Todo es interpretable?, en La Vanguardia del día 9 de octubre de 2013, denuncia los excesos interpretativos que, con clara merma del "principio de seguridad jurídica" que "permite que el ciudadano sepa con certeza cuales son las normas existentes en el ordenamiento para poder organizar libremente...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR