Prólogo
| Autor | M. Olaya Godoy Vázquez |
| Páginas | 13-16 |
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La monografía que el lector tiene en sus manos es un estudio exhaustivo del régimen jurídico de la tecnología reproductiva y la investigación biomédica con material humano de origen embrionario. La perspectiva desde la que se aborda el estudio es jurídica, no filosófica. El filósofo (sobre todo aquél que reflexiona desde la deconstrucción) no está obligado -como lo está el jurista- a tomar decisiones. El jurista no puede permitirse el lujo de argumentar y razonar, sin llegar a concluir. No, al término de su exposición ha de pronunciarse sobre si una determinada conducta está prohibida o permitida, si una decisión favorece el derecho a la libertad de investigación o no. Es de agradecer que M. Olaya Godoy no se haya ahorrado el esfuerzo de concluir cada problema planteado dando su opinión. Toma partido después de haber tenido en cuenta las opiniones doctrinales, sean de la corriente que sean.
En este breve prólogo, no trataré de dar a conocer al lector el contenido de la obra, puesto que eso ya lo hace la propia autora en la Introducción. Mi propósito es más bien dar a conocer al lector a la propia autora, y también destacar algunas características del trabajo que ha dado como resultado este volumen.
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La autora es Doctora en Derecho por la Universidad de Vigo, y cuenta con una dilatada experiencia como abogado y como docente universitaria. Ha sido profesora asociada de la Universidad de Vigo durante un decenio aproximadamente, y miembro colaborador honorífico del Departamento de Derecho Eclesiástico del Estado de la Universidad Complutense de Madrid durante un bienio (2008-2010). Su trayectoria profesional no es la habitual en un abogado de éxito. Su interés por las cuestiones teóricas y la investigación en el ámbito jurídico no es moneda común en abogados que han alcanzado su estatus (participación y dirección de asesoría jurídica de empresas de distinta envergadura, contando alguna de ellas con presencia de filiales en Sudamérica).
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Sólo se explica por su amor al trabajo y su afán de estudio. En ella se dan los atributos intelectuales que debe poseer el investigador1: la feliz conjunción de un elevado sentido crítico, que la hace capaz de refrenar cualquier arranque temerario de la fantasía que no esté avalado por la comprobación de la realidad objetiva, y también el idealismo suficiente como para afrontar la investigación de un tema tan amplio como éste, y de hondo calado por sus implicaciones prácticas así como de difícil ejecución por la dispersión de las fuentes.
La preocupación de la autora sobre el régimen jurídico -de intento, se evita la expresión regulación normativa, porque la autora ha tenido siempre muy en cuenta las decisiones judiciales- de las cuestiones derivadas de las biotecnologías, viene desde el primer trabajo de investigación. Dedicó su Tesis de Licenciatura2 al estudio del "Derecho a la procreación versus derecho a la filiación". Parte3 de aquella investigación fue publicada con el título...
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