Prólogo

AutorDr. Agustín Probanza Lobo/Dr. José Alfredo Vicente Orellana
Cargo del AutorCátedra de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible Banco de Santander-Universidad CEU San Pablo
Páginas17-20

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Los astrobiólogos dicen que el agua líquida es una rareza en el universo. Es un compuesto químico simple (dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno) pero es a la vez indispensable para la vida, tanto por ser constituyente mayoritario de los organismos, como por ser matriz de todos los procesos biológicos a escala molecular. A escala macroscópica, el agua resulta ser el factor limitante de la producción primaria de la mayor parte de los ecosistemas terrestres. En nuestro sistema solar el agua no escasea (singularmente en las lunas jovianas) y en nuestro planeta, donde la cantidad de este compuesto supera ni los 1.300 trillones de litros… ¿es mucho agua? Puede parecer que sí, pero es eso, una simple apariencia, sobre todo si consideramos las necesidades de la humanidad. Si segregamos esos trillones de litros por calidad y disponibilidad, un 97% es agua salada, constituyente de los océanos; del 3% restante, casi un 70% es hielo, y prácticamente el 30% que queda, está en acuíferos (que por cierto, agotamos a un ritmo superior al de recarga natural).

Ríos y lagos contienen menos del 0.5% del total del agua, y forman parte indesligable de la vida e historia de la humanidad. Son testigos y sustento de los lugares donde se fundaron ciudades, donde se establecieron pueblos, son la vía por la que éstos circularon y comer-ciaron; los ríos mantienen productivas las tierras que hemos cultivado, y por último han sido domesticados mediante presas y canales.

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El uso que hacemos del agua, dista mucho de ser ni eficaz ni eficiente. Usamos dos tercios del agua disponible para la producción de alimentos, y con un incremento de 83 millones de personas al año, la demanda aumentará salvo que seamos capaces de optimizar su uso. Si no es el caso, se calcula que en 13 años unos 1.800 millones de personas habitarán en regiones con escasez de agua.

En España se encuentra, por razones geográficas, ecológicas, hidrogeológicas, históricas, políticas, sociales y culturales, una enorme complejidad en todo lo relativo al agua y su uso, y esta complejidad dista mucho de la que podemos encontrar en otros de nuestro entorno europeo. Sería imposible tratar de desgranar en este pró-logo esta complejidad, pero sí podemos dar algunas pinceladas. La localización latitudinal de la Península Ibérica, junto a su posición en la fachada occidental del continente, su situación entre las masas acuáticas del Atlántico y el Mediterráneo, y su marcada orografía, propicia...

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