Presentación

AutorJoan Picó i Junoy
Cargo del AutorCatedrático de Derecho Procesal
Páginas29-31

Page 29

  1. La profesora Mª. Victoria Berzosa Francos es de aquellas personas que se hacen querer. Siempre tiene una palabra agradable, un gesto paciente, una visión optimista y conciliadora de la vida. Y ello le ha valido el verdadero cariño y respeto de todos los que la conocemos. En un mundo en el que el egoísmo individual prima por encima de todas las cosas, la Dra. Berzosa se sacrifica por ayudar a quien pide su atención, no importando quien sea, desde un alumno a un compañero, pasando por el personal administrativo. Por ello no es de extrañar que en todas las elecciones a la Junta de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona, en los últimos decenios, siempre haya sido elegida entre los tres primeros profesores más valorados. Ahí radica la grandeza de las personas: y Victoria es una gran persona.

    Conozco a la profesora Berzosa desde hace veinticinco años: fue en 1998 cuando en el primer curso de «Derecho Procesal» a sus alumnos nos ofreció la posibilidad de completar las exposiciones de clase con un seminario de actualidad, en el que teníamos que exponer críticamente las últimas sentencias del Tribunal Supremo. Y ello lo hacía no para cumplir ningún expediente, ni para aparentar saber mucho o para lucimiento propio, sino con el único objetivo de que nos formásemos bien. Y en este empeño se desvivía en atendernos sin mirar el reloj cuantas veces lo precisábamos en su despacho, o en prepararnos fotocopias de sentencias o artículos doctrinales que ella misma había buscado cuando teníamos dificultad en plantear bien un determinado problema jurídico. A ese mismo afán por formarnos bien responde el que en los primeros días en que me incorporé como becario al área de Derecho Procesal de la Universidad de Barcelona me entregó un listado de obras de nuestros grandes maestros para que realizase una lectura sosegada de las mismas (ahí, en esa lista, recuerdo los estudios más clásicos de Guasp, Prieto-Castro o Gómez Orbaneja, entre otros). Y así estuve unos meses, leyendo y leyendo. Para lo que no entendía, Victoria estaba atenta a mis preguntas. Hasta hoy, que sigo confiando en ella todo aquello que no entiendo del derecho procesal (y confieso que cada día me cuesta más entenderlo). Querida Victoria: en nombre de todos los compañeros te doy las gracias por ser como eres, transparente y clara en tus opiniones, coherente en tus actitudes, solidaria hacia los demás, alegre y vital en tu forma de ver las cosas, y de pensamiento libre y...

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