Tres aspectos llamados a transformar las relaciones laborales
| Autor | Alberto Palomar Olmeda |
| Cargo | Profesor Titular (Acred) de Derecho Administrativo. Socio de Broseta Abogados |
| Páginas | 9-11 |
Revista de Derecho Laboral vLex
#6 · septiembre 2022 9
u Editorial
TRES ASPECTOS LLAMADOS A TRANSFORMAR LAS RELACIONES LABORALES
Autor: Alberto Palomar Olmeda
Cargo: Profesor Titular (Acred) de Derecho Administrativo. Socio Broseta Asociados
La sociedad vive un momento de gran con-
vulsión y de profunda transformación. Por
decirlo coloquialmente nos han pasado mu-
chas cosas y muy rápidamente. Es eviden-
te, por ejemplo, que la transformación tec-
nológica llamaba a la puerta con insistencia
y que el conjunto de los agentes trataba de
introducir o de compaginar su actividad con
elementos tecnológicos más acordes con su
actividad.
La tecnología introduce un efecto potencial
de sustitución o de modificación de la pericia
de los trabajadores que, ciertamente, tendrá
en el momento actual el alcance que deba
tener, pero es cierto que la introducción de
tecnología y, posteriormente, la utilización
de elementos de inteligencia artificial está
claramente llamada a transformar las rela-
ciones laborales. Muchos puestos de traba-
jo se sustituirán por la labor que realizan las
máquinas y a los humanos les corresponde-
rán otras funciones y otras labores. El pro-
blema, común para la educación y para las
relaciones laborales, está en ser capaces de
anticiparse y de prever el efecto.
No obstante, la simplicidad de la propuesta
es lo cierto que una transformación del sen-
tido apuntado proyecta una enorme dificul-
tad sobre la gestión del cambio y, por tanto,
sobre cómo acoplar este cambio funcional
no respecto de las nuevas profesiones o
trabajos. Este proceso tiene una dimensión
y un calado que, ciertamente, no puede en-
tenderse ni mínimamente superado. Es una
incógnita en relación con su alcance, su ex-
tensión, sus requerimientos y las formas de
transmisión.
Pero es cierto que este proceso se ha cruza-
do –merced a la pandemia– con otro efecto
no menos relevante: la sustitución total o
parcial del puesto de trabajo por una relación
de carácter electrónico. Este proceso nos ha
salvado la economía, la salud y, probable-
mente, está en el origen de una sociedad
que se ha sentido con capacidad de vencer
a la enfermedad sin que la misma produjera
una sustitución de las relaciones laborales
en términos de paralización.
Ahora toca “recomponer” la figura y aquí
surgen nuevas incógnitas. La primera, que
nos hemos demostrado la capacidad de rea-
lizar muchos procesos productivos de forma
electrónica y sin la presencia en los lugares
de trabajo. La segunda, es que algunos han
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